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¿Doble contrato?: El millonario bono de Mauricio Pinilla con la U que nunca fue registrado en la ANFP

En el juicio entre el exdelantero y Azul Azul se ventilaron documentos que grafican cómo se elaboran algunos vínculos laborales y sus remuneraciones. En junio de 2018, el delantero renovó con el equipo universitario para recibir un sueldo de US$19.444 mensuales en 2019, más cuatro bonos trimestrales, de US$99.918 cada uno, los que se reflejaron en un “anexo”. En el contrato inscrito en Quilín solo aparece el sueldo. No el bono.
Antonio Valencia10 de mayo, 2021
El pecado original de Lautaro de Buin, expulsado del profesionalismo por el Tribunal de Disciplina, fue declarar ante la ANFP que Hans Martínez ganaba $500 mil, cuando en realidad recibía $2.750.000 mensuales.

Así como ocurre con Martínez, los salarios que inscriben los clubes en el registro de contratos de la ANFP parecen no dar cuenta del verdadero monto de dinero que los futbolistas reciben en sus cuentas bancarias. El fallo del tribunal llamó a esta práctica “falsedad por ocultamiento” de la remuneración real.

El tema es que tampoco hay espacio para declararlos en el formulario que, de buena fe (en la ANFP post Jadue aún se hacen cosas confiando en la declaración no certificada), deben llenar los ejecutivos de los clubes en la asociación. Y lo llenan a mano. De puño y letra.



Este es el formulario que los clubes llenan a mano y que queda registrado en la ANFP como contrato de trabajo de futbolista profesional. Para el caso de Pinilla, el sueldo base ingresado es de US$ 19.444 netos



Los contratos de trabajo son documentos confidenciales entre privados (jugador y club), pero que aparecen públicamente de tanto en tanto. Por ejemplo, en el juicio laboral de 2019 entre Jorge Valdivia y Colo Colo (donde se pueden ver los cuatro contratos asociados a remuneraciones), y en la demanda de Mauricio Pinilla contra Azul Azul de 2018.

En dicho expediente es posible revisar el formulario tipo de la ANFP llamado “Contrato Individual de Trabajo de Jugador Profesional”. Consta de cinco carillas y en él, además de la fecha, el funcionario de la U que lo inscribe, el nombre, RUT y dirección del jugador y de la fecha de duración del contrato, aparecen otros siete espacios para llenar con lápiz de pasta: a) Sueldo base, b) Otras remuneraciones, c) Premios e incentivos, d) Movilización, e) Colación, f) Arriendo casa, g) Desgaste de uniforme.

En ese escrito, la U solo llenó la casilla de sueldo base. Y ahí Pinilla aparece ganando un monto de US$ 19.444 netos, incluyendo la gratificación legal.

Sin embargo, en el contrato de trabajo privado exhibido en el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel, se aprecia una cláusula que no es ni derecho de imagen ni derecho económico ni premio. Se titula: “Bonos especiales sujetos a vigencia del contrato de trabajo”.

Este es el anexo de contrato de jugador profesional de fútbol suscrito el 15 de junio de 2018 entre Mauricio Pinilla y la U que contiene el sueldo y el millonario bono.


Y ese bono es por US$ 99.918 cada tres meses. Sumados los cuatro bonos, en 2019 implicaban un pago por US$ 399.672 que, divididos en 12 meses, equivalían a US$ 33.306 más cada 30 días. O sea, casi un sueldo y medio extra.

Ningún centavo de ese bono que debía pagar la U se reflejó en el contrato tipo de la ANFP.


EL DETALLE


El documento privado entre Pinilla y la U se llama Anexo Contrato de Jugador Profesional de Fútbol y consta de ocho carillas. Se trató de la renovación del vínculo iniciado en 2017. Fue firmado el 15 de junio de 2018, y el salario pactado fue de US$ 15.444, más cuatro bonos de US$ 1.000: el primero por asistencia a conferencia de prensa, el segundo por uso de indumentaria, el tercero por entrevista exclusiva y el cuarto por asistencia a actividades sociales. Todo eso suma los mismos US$ 19.444 que la U inscribió en la ANFP.

En la cláusula siguiente está el bono especial por “vigencia de contrato” que, está dicho, es el más oneroso de todos.

En marzo de 2019 la U se obligaba a pagar a Pinilla, además del sueldo de US$ 19.444, otros US$ 99.918 por “vigencia de contrato”. Lo mismo debía depositar en junio, septiembre y diciembre de 2019.

Página 3 del anexo de contrato de trabajo privado suscrito entre Pinilla y Azul Azul en el que se estipula el millonario bono trimestral de US$ 99.918. Es decir, casi $70 millones cada tres meses que se sumaban a los $13 millones que cada 30 días recibía el delantero.


No ocurrió, finalmente, porque el jugador y el club se enfrascaron en una disputa judicial, por una oferta de Colón de Santa Fe para el delantero que puso término anticipado al contrato de trabajo.

A diferencia del “Mago” Valdivia, Pinilla no negoció con la U los derechos de imagen, pero sí montos variables según objetivos cumplidos: US$ 30 mil si el equipo se titulaba campeón, US$ 30 mil si Pinilla marcaba un mínimo de 15 goles en el torneo nacional y otros US$ 30 mil por jugar un piso de 1.890 minutos en el campeonato local, entre otros.

La naturaleza de los bonos que reciben los futbolistas estará próximamente bajo la lupa de la Dirección del Trabajo (DT), pues la subsecretaría del Trabajo le pedirá a la DT un dictamen aclaratorio para determinar qué dineros vía bonos deben ser incluidos como remuneración en la liquidación de sueldos y, de paso, ser inscritos en la ANFP.

Hasta ahora, y pese a que se desconoce si los clubes lo cumplen (la ANFP no revela esta información exhibiendo documentos), solo el derecho de imagen debe ser incluido en el contrato individual de trabajo. Así lo estableció el dictamen del 21 de septiembre de 2018 de la DT: “Las prestaciones pecuniarias que deriven de los derechos de imagen tienen la naturaleza jurídica de remuneración, y por ello, son de carácter imponibles y sometidas a tributación. Por razones de certeza y de buena fe, los derechos de imagen deben estar contenidos en la liquidación de remuneraciones”.

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