Las carreras son aburridas. Es la principal queja de fanáticos y seguidores de la Fórmula Uno por la falta de adelantamientos y acción en los circuitos, donde la mayoría de las carreras se define por cuál piloto arranca primero o quién saca ventaja en la primera curva y el resto es prácticamente una procesión.

Para el 2026 se mantendrá el número de 24 fechas en el calendario. Stefano Domenicalli CEO, de la F-1, confirmó que aumentará el número de carreras sprint a partir del 2027. “También estamos pensando acortar los fines de semana, porque no hay nada en juego los viernes. A los pilotos les va a encantar, a ellos les interesa más conducir cuando es por los puntos”, dijo el exdirector deportivo de Ferrari, quien se mostró satisfecho con el cronograma vigente, aunque la categoría siempre escucha ofertas.

Todo lo demás será diferente.

La parrilla del próximo año tendrá once escuderías con el ingreso de Cadillac, escudería estadounidense que presionó durante años por su incorporación y debutará con Valtteri Bottas y Sergio “Checo” Pérez como pilotos estelares. La icónica marca norteamericana presentará su monoplaza en los comerciales del Súper Bowl de febrero y equipará motores Ferrari durante sus primeros años en la F-1, hasta diseñar unidades propias que están previstas para el 2028.

El resto de las escuderías también ajustan piezas. Fred Vasseur, jefe de equipo en Ferrari, aseguró que en Maranello, “estamos centrados en nuestro proyecto, no sé si McLaren, Red Bull o Alpine nos van por delante, nadie lo sabe. El año que viene la jerarquía no se definirá a partir de la primera carrera, porque la filosofía del auto será completamente distinta”, dice el ejecutivo francés sobre las posibilidades del “Cavallino Rampante” tras una opaca campaña.

En Aston Martin esperan que Adrian Newey, nuevo jefe del equipo, lidere con éxito la transición de motores Mercedes a Honda para disputar podios. “Con Honda tenemos una oportunidad. Al ser un equipo de fábrica ahora las cosas cambian porque significa trabajar más estrechamente en el diseño del motor. Por primera vez en mucho tiempo tenemos que fabricar nuestra propia caja de cambios”, explica el experimentado ingeniero británico.

Alpine, en tanto, busca salir del fondo de la clasificación de equipos y para ello dice adiós a sus motores propios marca Renault para probar las unidades de potencia de Mercedes, proveedor de McLaren, bicampeón entre los constructores.

Red Bull, como siempre, es un caso aparte. La escudería de las energéticas ascendió a Isack Hadjar, piloto francés con buen rendimiento en su año de novato con RB, quien cede su cupo en el “equipo alternativo” a Arvid Lindblad, promesa de 18 años proveniente del team junior.

El enroque deja sin asiento al japonés Yuki Tsunoda. Este año, además, finalizó la alianza de Red Bull con Honda, proveedor asiático que abasteció a los austriacos desde el 2019, acompañando los cuatro títulos de Max Verstappen. A partir de ahora el equipo de las energizantes equipará motores propios, con apoyo técnico y comercial de Ford.

Con Laurent Mekies como jefe de equipo tras la bullada salida de Christian Horner regresó la estabilidad en Red Bull, aunque se especula con la salida del reconocido asesor Helmut Marko. “Tendré una discusión y luego veremos. Es un conjunto complejo de diferentes cosas”, comentó el expiloto de 81 años.

Autos más livianos, un poco más pequeños y más eficientes con el consumo de combustible a partir de motores híbridos que son 50% eléctricos, neumáticos con una huella más pequeña, alerones flexibles y la transición a compuestos sostenibles como el e-fuel. Son algunas de las medidas que adelantó a mediados de esta temporada la FIA para que los equipos ajusten los monoplazas del 2026.

La actualización de las normativas que rigen en la F-1 busca favorecer los adelantamientos, pero la diferencia entre los autos más rápidos y los lentos podrían abrir distancias de hasta cuatro segundos por vuelta, advirtió el proveedor de neumáticos Pirelli. Serían brechas imposibles de remontar.

También se despide el DRS. Tal y como se aplica actualmente, el sistema de sobrepasos que se estrenó en Australia el 2011 cambia a una configuración permanente de la carga aerodinámica que facilite el sobrepaso, combinado con un modo de energía eléctrica adicional que los pilotos podrán activar en momentos clave.

La norma promete que en 2026 se premiará más la habilidad de cada piloto, pero hay opiniones divididas respecto a la apuesta por energías más limpias. El propio presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, instó a la F-1 a regresar a los ruidosos motores V10, que se dejaron de usar en 2005, aunque la propuesta fue rápidamente descartada.

Sobre el reglamento del 2026, Sebastian Vettel critica que los coches siguen siendo muy pesados, y cree que más que apostar por motores en que cada vez es más relevante la parte eléctrica que la combustión interna no es el camino, como sí es relevante que los combustibles sean ecológicos. “Aparte del distintivo ‘híbrido’ no hay transferencia a la producción en serie porque es demasiado complejo y costoso. La pregunta es si la fórmula de motores tiene que ser relevante para la producción de coches de carretera. Yo no lo creo, debemos quedarnos con lo que conocemos, pero hacerlo mejor en términos medioambientales. Sería una pena que el automovilismo que conocemos dejara de existir. Es normal que cambie, pero el espectáculo debe seguir siendo el corazón de la Fórmula 1”, dice el cuatro veces campeón mundial.

Las pruebas antes del comienzo de la temporada número 77 serán clave. Los nuevos monoplazas saldrán a la pista por primera vez en un test privado en España el 26 de enero. Luego se realizarán dos sesiones libres abiertas en Baréin durante febrero, como antesala del Gran Premio de Australia que abre los fuegos el primer fin de semana de marzo.