Santiago de Chile.   Vie 26-04-2024
23:50

Volvimos a fojas cero en la Roja

Cuando la continuidad de Rueda se ponía en duda, no se advirtió un respaldo de sus dirigidos. Aparecer respaldándolo cuando ya no está no tiene fondo ni sentido. No es Maripán el único que ha declarado a su favor en estos días, cuando ya no hay nada que decir. Nadie se la jugó por él.
Foto: EFE
Edgardo Marín26 de enero, 2021
Algunas declaraciones de jugadores del seleccionado atribuyen la partida de Reinaldo Rueda al aburrimiento del colombiano con la prensa, que no lo quería en la banca chilena. “La prensa venía presionando por la salida de Rueda y toda persona tiene su límite”: así lo dijo Guillermo Maripán y así apareció en “El Mercurio” del lunes.

No creo que haya sido “la prensa” la que presionó para la salida del técnico. Se trató de opiniones vertidas mayoritariamente en las redes sociales y en algunos medios y por algunos periodistas. No se trató de un clamor, sino de algunas opiniones y no todas igualmente fundadas. Se dio la diversidad habitual en los casos en que los resultados son negativos. Unos se decantan por esperar y otros por cortar el hilo rápido y por lo más delgado.

Lo decisivo, con seguridad, fue la actitud de escaso respaldo del empleador. Nunca pudo apreciarse un apoyo formal y sincero de las directivas del fútbol hacia su entrenador. Al contrario, su actuación pareció siempre vacilante y dejando que la situación se definiera por las decisiones del mismo Rueda y de la federación colombiana. Todos vimos que se llegó al extremo de darle vacaciones para que negociara contrato en la misma Colombia.
Y surge otro punto de debate: ¿tuvo Rueda el respaldo del plantel?

En los momentos de discusión, cuando su continuidad se ponía en duda, no se advirtió un respaldo de sus dirigidos. Aparecer respaldándolo cuando ya no está no tiene fondo ni sentido. No es Maripán el único que ha declarado a su favor en estos días, cuando ya no hay nada que decir. Nadie se la jugó por él. Tan chileno que es hablar después.

El asunto es llamativo porque el plantel seleccionado tiene peso, opinión y resolución. Este grupo tuvo la suficiente fuerza como para negarse a viajar a Lima a jugar un partido programado con Perú. Lo que fue una completa rebelión no alcanzó a ser resistida por un directorio de convicciones inubicables y fuerza cero.

Tal vez si entonces debió Rueda advertir su falta de respaldo en los dirigentes y en los jugadores. De los aficionados se harían cargo los resultados y las redes sociales. Él debió advertirlo ahí. Sin embargo, la crítica fácil se dirigió contra él, denunciando que había permitido aquella grave indisciplina.

Hoy, durante la accidentada búsqueda de un nuevo técnico, se vuelve a plantear el mismo desafío de hace 3 años: conseguir la renovación de un plantel históricamente exitoso y cada vez más desgastado. Conseguirlo, además, en un medio que no es generoso en la producción de valores de alto nivel. Al contrario, en estos días nos duele ver que nuestros jugadores de exportación no viven momentos alegres en sus clubes. Tenemos, en suma, lo que siempre tuvimos.

Y volvemos a estar como el comienzo.
Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

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