Análisis
Los distintos problemas climáticos, como la sequía en Chile y las fuertes lluvias en Colombia, y el impacto del añerismo en muchos huertos del mundo, entre otros factores, hacen pensar que la producción mundial de paltas para 2023 podría ser insuficiente para satisfacer la sostenida demanda que viene experimentado esta fruta en los últimos años.
Utilizar instrumentos que ayuden a bajar los efectos del estrés térmico y otras consecuencias de las altas temperaturas en las plantas, como los bloqueadores solares, el mulch, las coberturas vegetales y herramientas microbiológicas, es fundamental para asegurar producciones altas y fruta de buena calidad.
Esta patología, que puede mermar el potencial productivo de un huerto en más allá de un 50%, está presente en todo el país, pero suele verse con mayor frecuencia desde La Araucanía al sur, en predios emboscados y con plantas sometidas a distintos tipos de estrés.
Es clave tomar medidas para evitar que las fuertes heladas de las últimas semanas -y las que se anuncian-, la aparición y ataque de hongos, bacterias y plagas, puedan transformarse en un golpe fatal, especialmente en un entorno donde los altos costos y la logística global tienen muy complicados a los productores y exportadores.