Chillán no olvida. Cuatro días después del penal que Roberto Gutiérrez no quiso patear en la definición de la Supercopa contra su ex club, la UC, la furia de la ciudad y del hincha más acérrimo del “Rojo” se mantiene.

Plantel y cuerpo técnico no han vuelto a entrenar: están en cuarentena tras un caso de covid pospartido. “Volvemos el jueves”, dice Nicola Pérez, arquero de Ñublense.

“Va a estar incómodo el camarín con Gutiérrez”, indica el golero uruguayo. “Pero a la larga el grupo lo va a saber entender por su pasado en la Católica. Cada uno va a tener su pensamiento y su molestia. No soy quién para juzgar”, afirma.

Pérez no supo, dice, del secreto a voces. “No vi discusiones ni menos una pelea de compañeros con él. Me enteré por redes sociales. Y si hubo yo no estaba, y eso que fui de los primeros en entrar al vestuario”, advierte.

“Es un tema para hablar de frente en el camarín como grupo y no de otra forma, porque pueden haber malos entendidos y es peor. Cuando nos reintegremos el jueves se verá el tema, se dejarán las cosas claras para no darle más vueltas y enfocarnos en Palestino y el objetivo de clasificar a una copa internacional”.

El “Pájaro” se descargó el sábado por Instagram.

“Quiero decirles que todo es mentira. Nadie me dijo nada, por lo menos en mi cara y de frente. La única persona que me preguntó por la situación fue el presidente del club y le hice saber porque fue mi decisión. Entiendo que compañeros y cuerpo técnico puedan estar molestos, pero no lo comparto. Así como yo también entiendo muchas cosas que han pasado en la interna y no las comparto, ¡y nunca he dicho nada! Lo que han intentado hacer es dejarme de poco profesional en una situación puntual o buscando un responsable al momento, pero les digo que el responsable no soy yo y que mi carrera lo dice todo. En mi carrera me ha tocado convertirle goles a Católica y lo que hice fue no celebrarlos. Hacerles entender esto será difícil, porque ustedes no saben lo que uno siente por la institución y el cariño que me ha entregado el hincha”, escribió Gutiérrez.

Precisamente, el rumor corre raudo en la zona: Gutiérrez ni siquiera sería citado para el compromiso del 4 de diciembre. “Eso es morbo. No he tomado ninguna decisión. El jueves conversaremos”, apunta, escueto, el DT Jaime García.

Sobre lo que ocurrió el día que el “Pájaro” no quiso patear, García opta por la cautela. “No me voy a referir a eso. Lo que terminó, terminó con el partido y lo del camarín queda dentro de camarín. La interna de los jugadores no es para ventilarla”, comenta.

Francisco Rossler, presidente de la comisión de fútbol de Ñublense, toma la palabra. “Yo esperaría a hablar con el jugador. Sería irresponsable decirte algo si no he hablado con él. Obviamente hay una molestia generalizada en la ciudad por el tema, una molestia de la dirigencia, del plantel jugadores, del cuerpo técnico, de la prensa de acá y de los hinchas. Voy a hablar con él apenas llegue a Chillán”, resume.

“Sí”.

“Es lo más probable. Pero quiero hablar con él, no quiero ser irrespetuoso. Porque no he escuchado de su boca por qué no quiso patear el penal”.

“Yo creo que sí. Al final cayó en justificaciones que no tenían ningún sentido… lo lógico es que el jueves tenga conversaciones con sus compañeros, luego con el cuerpo técnico, que no está muy contento que digamos, y después conmigo”.

“No vi que haya podido pasar a mayores. Sí vi y palpé la molestia de sus compañeros en el camarín y después en el hotel donde nos hicimos los test de antígenos. Solo escuché o supe después que lo habían encarado un par de jugadores. Lo que sí sé es la molestia que noté de sus compañeros. El presidente del club habló con él en el camarín y él se justificaba”.

“No estaremos descubriendo la electricidad si pasa eso. Debería ser así, pero no soy el técnico. Pienso que no debería ser citado y no debería continuar en el club, más que por este penal, por un tema de rendimiento y por edad también”.