Ian Mac Niven, exgerente de la selección chilena, no duda un segundo al analizar la renuncia de Robbie Robinson a jugar por Chile apenas 72 horas antes después comenzar sus entrenamientos en Pinto Durán.

“La responsabilidad es de la ANFP por hacer un ridículo mundial. Las clasificatorias no son una prueba de jugadores, más aún con un ciudadano norteamericano al que supuestamente le ofreces jugar por Chile… Refleja el medio desastroso en que estamos metidos”, señala.

“El problema también es de base, como siempre. No es posible que la FIFA permita por reglamento que una convocatoria sea tan informal y no tenga el peso que corresponda. Si te convocan y aceptaste como jugador, ya estás adentro y no te puedes bajar. Eso significa que al aceptar esa convocatoria tan relevante para un país ya no podrías jugar por otro país. No hay que eximir de responsabilidad al jugador y a su entorno. Se le financió pasajes, viático, estadía, premios, etcétera. Es impresentable lo del jugador también, porque él sabía las condiciones desde antes”, agrega Mac Niven.

“Ninguno. Un volador de luces”.

“Esa carta es una venta de humo, pues no tiene ninguna validez legal”

“Lo de viajar a Miami es un dulcecito, no soluciona el problema de raíz. Hay que analizar los problemas de base. Esto es mucho más complejo que haber viajado a Miami. ¿Por qué haces esa convocatoria, le ofreces algo, él acepta venir de palabra a un proceso tan importante como un proceso clasificatorio para un Mundial? Y pierdes un cupo cuando el jugador no cumple ese trato de palabra. Es impresentable. Esto es de base también, porque debiera ser que al momento que aceptas venir a la nómina automáticamente dejarías de jugar por otra selección, aunque no juegues: estás nominado para una selección internacional. Es vergonzoso también que la ANFP se preste para eso. Es una más de muchas cosas que están pasando que tienen que ver con la improvisación”.

“Eso también es una vergüenza. ¿Por qué Argentina y por qué Colombia pudieron llegar a un acuerdo con los clubes y Chile no? Y lo peor de todo, y más vergonzoso, es que los más perjudicados son los mismos jugadores. Supuestamente no podrían jugar en sus clubes, ¿cómo? ¿porque la FIFA dictamina que no podrían jugar mientras dure la fecha FIFA? Eso es supuestamente… una vergüenza. Hay otras formas de hacerles sentir la fuerza a los equipos. El reglamento obliga a ceder a los futbolistas. ¿Me van a decir que este tema de Sierralta y Brereton no lo sabían un mes antes de la convocatoria? Es ahí donde todo funciona como tapar el hoyo con tierra. Los últimos días, eso de estar preocupado por la presiones mediáticas, de qué va a decir la prensa, cómo lo hacemos, cómo vendemos humo. Complicado, no solo por este tema, sino por otros de base”.