"Solo vamos a traer refuerzos si vamos a mejorar lo que tenemos”.

Gustavo Poyet, ya más tranquilo en el cargo después de la victoria sobre La Serena, piensa en archivar los malos momentos y mirar hacia el futuro. Por lo mismo le pidió a Cruzados, especialmente al gerente deportivo, José Bulbujasich, aprovechar la ventana de fichajes. “Es fundamental que el club esté siempre activo, a mi me gusta estar activo, no te puedes quedar quieto, por más que estoy muy conforme con los jugadores que tenemos. Pero me gustaría traer a alguien que nos pueda ayudar a dar un pasito más delante”, puntualizó el estratega uruguayo.

Y sabe muy bien qué necesita: el plan es reforzar las bandas con un refuerzo de categoría, considerando el bajo nivel de Gastón Lezcano (quien termina contrato a fin de año y difícilmente continúe), los problemas que ha tenido con Edson Puch y la lesión de Gonzalo Tapia, que lo mantendrá alejado de las canchas por varios meses.

El elegido es Fabián Orellana, actualmente en el Valladolid de la segunda división de España.

La fórmula no aparece sencilla, pero la UC agotará todas las instancias para potenciar el equipo con el delantero. Orellana tiene contrato hasta junio de 2022 con los “pucelanos”, pero el no disputar La Liga lo tiene analizando varias opciones. Una es del Alavés, pero la idea tampoco lo cautiva, porque en la última temporada terminaron en zonas de peligro. La UC es otra. Y le parece más atractiva: el tetracampeonato y la opción de disputar copas internacionales el próximo año constituyen un proyecto más seductor.

¿Y el contrato con Valladolid? La fórmula de Orellana es dar por finalizado el acuerdo y regresar a Chile como jugador libre. En San Carlos advierten: “La idea fue bien recibida por los españoles, pues dejarían de pagarle el sueldo, aproximadamente un millón de dólares”.

El “Histórico”, apodo que ganó tras convertirle a Argentina en las clasificatorias a Sudáfrica 2010, asume que deberá realizar un sacrificio económico importante para defender a los cruzados. Si en Europa recibe cerca de US$ 100 mil cada 30 días, en Chile el monto se reduciría a la mitad.

Orellana está dispuesto. Es el hombre que Poyet busca y con el cual espera dar un “pasito más adelante”.