Quince Dakar consecutivos sumaba Ignacio Casale hasta 2024. En camiones, motos y buggies, el “Perro”, que así lo apodan, es toda una institución en la prueba que ganó en 2014, 2018 y 2020 sobre cuadriciclos.

Pero el año pasado dijo basta. En la mitad de la edición, Casale se bajó del auto y no se volvió a subir por casi dos años. Sin embargo, regresa. A última hora recibió el llamado de un equipo oficial de la categoría Challenger, y volverá a competir en la clásica carrera, que comienza el 3 de enero en Arabia Saudita.

“Después de mi última participación, llevo dos años sin correr. Necesitaba un tiempo para mí, para hacer otras cosas, descansar. Llevaba 15 Dakar consecutivos y estaba agotado tanto física como mentalmente. Quería tener energía para hacer otras cosas”, profundiza el piloto.

“Estoy súper contento porque no tenía idea que iba a ir a este Dakar. Y bueno, recibí un llamado del equipo BBR para correr en la categoría T3, en un Taurus, como piloto oficial”.

“Siempre dije: ‘Si no me llega una oferta realmente buena, que me motive y que realmente me ilusione, no la voy a tomar’. Y llegó esa oferta muy buena de este equipo, que es el campeón en la categoría Challenger”.

“Me lo tomo muy tranquilo. Estoy renovado, más maduro, con otros objetivos. O mejor dicho, los objetivos son los mismos, pero la forma para alcanzarlos es distinta. Entonces quiero hacerlo de una manera más madura, más estratégica. Pretendo ir a pasarlo bien, quiero ir a reencantarme con el deporte que tanto me ha dado en mi vida y que en los últimos años no disfruté tanto”.

“Quedé un poco saturado de rally. No quería nada. Me retiré del Dakar 2024 en el día de descanso y dije ‘no quiero saber más de rally’. Me fui para mi casa, me fui a disfrutar con mi familia. Creí que se me había acabado el amor por correr. Pero ya a comienzos de este año empezaron de a poquito a volver las ganas, la pasión”.

“Quiero ir a disfrutar, quiero ir a reencantarme y tengo la sensación como si fuera el primer Dakar, con hambre, con ilusión, con mucho amor por este deporte. Quiero disfrutarlo y creo que disfrutándolo los resultados van a empezar a llegar automáticamente”.

“Cadu Sachs, es un brasileño. Lamentablemente no puedo ir con Álvaro León, mi navegante de los últimos cuatro años, porque ahora él va con ‘Chaleco’ López. Sachs es ingeniero mecánico, lo que es muy bueno porque cualquier inconveniente con el auto, él lo conoce muy bien. Yo también sé bastante de mecánica, podremos solucionar los problemas juntos”.

“Obviamente Nicolás Cavigliasso, campeón en 2025, Pau Navarro, que salió segundo. Kevin Benavides también puede sorprender, es un muy buen piloto. Hay dos norteamericanos muy buenos. Hay uno o dos árabes también, creo que hay seis o siete pilotos con opciones de ganar”.

“En esta edición vamos a tener menos dunas. Para mí es una contra, porque me encantan las dunas, soy muy rápido en ellas. Vamos a tener más piedras. O sea, deberían aumentar los famosos pinchazos. Vamos a tener que salir a cuidar el auto y las ruedas, no será un Dakar fácil”.

“Sí, de mellizas, Dominga y Agustina. Al parecer van a nacer antes de que yo me vaya. Así que vamos a conocerlas un par de días y luego me tengo que ir a Arabia”.

“Somos deportistas profesionales. Nuestra vida es así. Hasta para eso corremos siempre al límite, ¿no es cierto? Mi mujer siempre me ha apoyado. Sabe cómo es mi vida, mi carrera, mi pega. Y lamentablemente hay veces que uno tiene que estar ausente para momentos importantes como estos. Son solamente dos o tres semanas que vamos a estar corriendo y después volvemos a disfrutar con la familia”.