Santiago de Chile.   Mié 30-04-2025
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Antonia Abraham, la abanderada chilena: “Siento que es un premio a mi trayectoria y para el remo chileno”

La menor del clan más emblemático del remo chileno tendrá el honor de portar el pabellón nacional y, en el agua, buscará hacer historia junto a su hermana Melita. Acá habla de todo: desde su pasión por el rodeo y la intimidad de su familia hasta sus mayores temores y fracasos deportivos. Una charla imperdible que se puede escuchar en el podcast Estación París de “El Mercurio”.
SANTIAGO 2023 VÍA PHOTOSPORT
Felipe Vial25 de julio, 2024
Antonia Abraham (27 años) es la remera chilena más laureada de todos los tiempos y lidera una notable generación que ha inundado de medallas el Team Chile hasta convertirlo en la primera potencia regional de la disciplina.

Es la menor del clan de cuatrillizos Abraham Schüssler, que completan Melita, Alfredo e Ignacio. Todos multimedallistas nacionales y campeones sudamericanos y panamericanos.

Comenzó a formarse con Gonzalo Álvarez en su club de origen y en 2015 conoció a Bienvenido Front, quien la perfeccionó y la llevó donde siempre soñó: a París 2024, donde tendrá el honor de portar la bandera nacional en la fiesta inaugural.


— ¿Cómo asimila ser la abanderada chilena?

“Para mí era un sueño porque generalmente no podemos ir a ninguna inauguración porque competimos al día siguiente o estamos muy lejos. Nunca lo esperé y justo este año se dio que competiremos a los dos días. Cuando me llamó Miguel Ángel Mujica (presidente del COCH) quedé en shock, no podía creer que me hayan elegido habiendo tantos deportistas y chicas muy fuertes. Siento que es un premio del Comité Olímpico a mi trayectoria, pero también al remo, que lo ha hecho increíble durante todos los años que estuvo 'Bienve' (Front) al mando. Va a ser algo único y muy especial”.

— Estos Juegos prometen ser glamourosos y espectaculares.

“Sí, son después de Tokio, pospandemia, cuando todo ya volvió a la normalidad. No vamos a tener que andar con mascarilla, van a volver los JJ.OO. reales, con público, va a ser precioso”.

— Usted va a desfilar al lado de Nicolás Jarry. ¿Lo conoce?

“Lo conozco, nos hemos cruzado en algún evento del Team Chile, pero nunca hemos hablado. Jaime Fillol (abuelo de Jarry) es el director de mi carrera en la Universidad Andrés Bello y con él si he tenido contacto y hemos conversado. Es un honor, un orgullo y un sueño poder desfilar con un tremendo deportista como es el 'Nico' Jarry, estoy muy ilusionada”.

—¿Conoce el Estadio Náutico Vaires-sur-Marne, donde se realizarán las competencias?

“No lo conozco y dicen que las condiciones no son muy buenas en cuanto al viento y las olas, pero siento que tenemos la capacidad de adaptarnos bien a las situaciones. Van a ser unos JJ.OO. muy especiales porque van a pasar cosas muy distintas si la pista está movida”.

— ¿Su meta es pasar a la final y lograr un diploma olímpico? Bienvenido Front siempre dijo que ese es el objetivo y que en Los Ángeles 2028 irán a buscar las medallas.

“Sí, todo sigue exactamente igual a como lo hemos dicho nosotras y 'Bienve'. No nos gusta mucho comentar nuestras expectativas y queremos ir a hacer regatas muy buenas y dar nuestro cien por ciento. Eso va a ser clave y nos va a posicionar donde tenemos que estar y si es entre las ocho mejores, será así. Pero obviamente nosotras, como cualquier deportista, entrenamos con la medalla olímpica en la cabeza y no nos achicamos ante nada. No podemos prometer nada porque son nuestros primeros Juegos y tenemos que ir a ver qué pasa, pero hemos trabajado por estar lo más arriba posible y llegar a esa final olímpica que tanto deseamos”.

— ¿Puede ser una medida lo que pasó en el Mundial de Serbia, donde clasificaron a los JJ.OO.? Ahí fueron quintas.

“Puede ser una medida, pero si algo tiene el remo es que de un día para otro cambian las cosas drásticamente. No es un deporte que digas: 'Quedé quinta, en los Juegos puedo ser segunda'. No, en el remo de repente puedes ser segunda y después ni siquiera entrar en una final, cambia mucho de una regata a otra. Pero el haber sido quintas nos da la confianza y seguridad en que tenemos el nivel, estamos trabajando y nos agarramos de eso porque estamos remando muy bien”.


— Ustedes hicieron el entrenamiento previo a los Juegos en España y pidieron explícitamente trabajar con Bienvenido Front.

“Los tres somos un pack y vamos juntos a todas. Lo necesitamos, es la persona que más nos conoce y sabe cómo llevarnos”.

— ¿Cuál fue el aporte más importante de Bienvenido Front al remo chileno?

“Lo más importante que hizo fue implementar un sistema de alto rendimiento en el cual los deportistas se tomaran en serio el remo. Lo hizo con las generaciones más chicas, partió con nosotras y otros remeros cuando teníamos 15 años y nos fue formando. Eso fue clave para armar el equipo que tenemos”.

— ¿Usted conoce al español Julen Erauzkin, el nuevo head coach?

“Entrenamos un mes con él, pero no te puedo dar ninguna opinión porque es muy poco tiempo. Cuando 'Bienve' se fue, en diciembre, estuvimos trabajando tres meses con Javier Godoy, que era uno de sus entrenadores principales, como un 'soldadito'. Trabajamos súper bien y cumplimos el plan de entrenamiento al cien por ciento”.

— Usted estudia Educación Física. ¿Es difícil complementarlo con el alto rendimiento?
“Una de las características del sistema de 'Bienve' era que ningún deportista podía estar ahí sin estudiar, él siempre decía que lo único compatible con el alto rendimiento son los estudios. Teníamos horarios de entrenamiento y de universidad. Siempre se dice que la universidad es la tumba de los deportistas y no es así. No ha sido así para nadie del remo chileno y la Universidad Andrés Bello (UNAB) nos ha ayudado y entregado las herramientas necesarias para poder rendir tanto en el remo como en los estudios. Estoy muy agradecido de la UNAB y también de 'Bienve', porque no es fácil estudiar y remar y nos hicieron creer que sí podíamos”.

— Su familia es un caso único: todos hacen lo mismo. Me imagino que hablan mucho de remo.

“Se habla mucho de remo en mi casa. Mis padres no tenían idea del deporte y recién cuando entramos a remar empezaron a aprender todo. Eso igual fue un poco invasivo porque aprendieron y después se metían y entendían todas las conversaciones, opinaban más que cualquiera. Al final es súper lindo poder vivir todo esto con tus hermanos porque nos acompañamos, nos pegamos giras de cuatro meses y estamos siempre en familia”.


— ¿Cómo es la convivencia diaria? Con Melita, por ejemplo, tienen un vínculo especial, pero de repente debe ser difícil no “agarrarse de las mechas”.

“Estamos tanto juntas que de repente igual colapsamos y necesitamos nuestros espacios. Tenemos tiempos y formas diferentes de manejar situaciones y a veces hay roces o choques, como con cualquier hermano. Pero hay tanta confianza entre las dos que sé que ella no me va a dejar ni yo a ella, estamos cien por ciento seguras de que ninguna le va a fallar a la otra. Obviamente tenemos discusiones pero creo que lo más lindo es poder compartir esto con un hermano porque quieras o no, te unes aún más. A nosotras nos unió mucho el remo porque cuando chicas peleábamos harto. Somos muy competitivas y nos comparábamos pero ahora el remo nos unió, los sueños nos unieron y somos súper partner”.

— En el Preolímpico de Río 2016, Chile ganó el cupo en singles y en doble ligero pero solo podía llevar un bote y eligieron el doble ligero. Al final fue Melita y no tú, que habías ganado el cupo en la cancha. Debió ser difícil.

“Honestamente, fue uno de los años más difíciles personal y deportivamente. Me acuerdo y me dan ganas de llorar porque lo pasé mal, pero no por el hecho de que ella haya ido y yo no. Las reglas estaban claras: la Federación dijo que si clasificaban los dos botes, iba a ir el doble solo para que vaya una persona más. Fue una mezcla de emociones y yo era chica: me dolió no haber ido a Río, pero también estaba muy feliz al ver que mi hermana estaba cumpliendo su sueño. Y creo que ahora se hizo justicia, lo veo más madura y pucha que nos ha costado llegar a unos JJ.OO. juntas, fueron más de diez años. En 2019 quedamos fuera de Tokio 2020 por 13 décimas y nos dolió, no lo pudimos superar hasta septiembre del año pasado, cuando clasificamos a París. Recién ahí pude dar vuelta la página. Cuando me hablaban de esa regata (2019) yo me ponía a llorar, no fui capaz de verla en mucho tiempo. Por eso estar juntas aquí es algo muy lindo y especial y lo valoramos mucho, porque nos costó”.


— Los deportistas de alto rendimiento suelen sufrir trastornos psicológicos y alimenticios. ¿Cómo lleva eso?

“Trabajo con psicóloga porque hay muchas cosas que necesitamos manejar o gestionar. Es súper importante el apoyo de algún profesional en esa área. Y por ejemplo, en temas nutricionales, los que tienen más trastornos son los pesos ligeros. Nosotras igual trabajamos con nutricionista y no seguimos una dieta tan estricta, sino que comemos para rendir. Y eso significa comer carbohidratos, que es nuestra principal fuente de energía. También comemos muchas proteínas. En el remo gastas muchas calorías y tenemos que comer lo que nuestro cuerpo nos pide”.

— ¿Alguna vez tuvo ganas de dejar el alto rendimiento?

“Cuando era más chica y estaba recién empezando, en 2011, fui al Sudamericano y no quedé. Más encima perdía los selectivos y no andaba muy bien. Me dieron ganas de salirme y no seguir. Pero Gonzalo, mi entrenador, me mantuvo motivada y me decía que confíe y que todos tenemos nuestros procesos y a algunos se les da antes y a otros después. Hay que tener mucha paciencia en esas edades. Y otro año muy difícil fue 2016. Tenía que ir al Mundial en singles y hacía todo pero andaba mal, no quería ir. Pero pasó que se lesionó un chico y dos días antes de viajar nos avisaron que ya no tenía que remar el single, sino que tenía que remar con Melita. Eso me iluminó, me volvió el alma al cuerpo. En ese Mundial fuimos séptimas pero remamos muy bien y dijimos: 'El próximo año vamos a ganarlo'. Trabajamos y cumplimos: en 2017 ganamos el Mundial”.

— Es llamativo que usted defiende mucho el rodeo.

“Al final, quieras o no, es una de nuestras tradiciones. Igual me mantengo un poco al margen, pero siempre me he criado en el mundo del rodeo y los caballos. Mi papá tiene un criadero en Santa Juana y cuando éramos chicos nos hacía dormir arriba de un caballo, uno por uno, y después mi mamá nos acostaba. Siempre he estado ligada al campo, a los caballos y al rodeo. Son nuestras tradiciones y las respeto y apoyo mucho. Me encanta el Champion de Chile, lo paso bien”.

— ¿Está de acuerdo con quienes lo quieren prohibir por el maltrato animal?

“No, para nada. Pero no voy a entrar en detalle”.

— ¿Usted profesa alguna religión?

“Soy luterana, me bautizaron en esa religión, pero no me siento parte de nada”.

— ¿A qué deportista del Team Chile le pondría fichas para ganar una medalla en París?

“Yo creo que Martín Vidaurre y la Fran Crovetto pueden hacer algo especial. También están los golfistas o el Nico Jarry. Pero yo siento que en los JJ.OO. pasan tantas cosas que no puedes decir que alguien va fijo por una medalla”.
Felipe Vial

es el Editor de Deportes. Fue redactor en los diarios El Mercurio y La Época, en las revistas don Balón y El Gráfico; columnista de T13 Radio y Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2014.

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