En la misma jornada que Harry Kane volvió a ratificarse como un futbolista bestial, el Mundial de Clubes se desligó de futbolistas chilenos (empezaron seis), con el adiós de Erick Pulgar en un partido miserable para el antofagastino: anotó un autogol en un corner en contra (6’), se ganó una amonestación que lo invalidaba para competir en cuartos de final tras una patada despiadada sobre el artillero inglés, acción que no le salió gratis: se lesionó de cuidado.

La prensa brasileño reportó que Pulgar –sustituido a los 45+1’ por Allan- fue trasladado a un centro médico con la sospecha de una fractura en el quinto metatarso de su pie derecho.

El patadón no amilanó a Kane. Al contrario, el inglés brindó una exhibición colosal en todas las facetas del juego. Su pegada hace la diferencia y lo sufrió el meta argentino Agustín Rossi. El británico siempre define fuerte, incluso pateando con el borde interno, y cerca de los postes. Anotó el segundo (9’) y el cuarto gol (73’) del Bayern, ambas acciones tras robos propiciados por la presión obediente de los alemanes en la salida carioca, apagando cualquier intento emocional del Flamengo de montarse en el partido.

Kane llegó a 41 goles en la temporada (26 en Bundesliga, 11 en Champions, tres en el Mundial de Clubes y uno en Copa Alemania) ratificando su estirpe de bombadero, pero su repertorio excede con largueza el área. Encerrado en el cuadrado formado por Leo Ortiz, Leo Pereira, Pulgar y Jorginho, el inglés mostró astucia y rasgos de organizador, y criterio para mejorar las intervenciones de los compañeros que elige Vincent Kompany a su alrededor, todos de un perfil veloz y profundo (Michael Olise, Serge Gnabry, Kingsley Coman; después Leroy Sane y Jamal Musiala).

“Sé que gran parte de mi juego consiste en marcar goles. Lo he hecho toda mi carrera. Pero algunos aficionados alemanes y del Bayern se están dando cuenta de que haré lo que sea por el equipo para ayudarnos a ganar. Ya sea corriendo o esprintando para ayudar al equipo, lo haré”, manifestó Kane, que sacó aplausos espontáneos de los 60.914 asistentes en el epílogo cuando retrocedió raudo, con overol de lateral, para cortar con vehemencia una proyección de Ayrton Lucas, acción que pagó con amonestación.

Flamengo demoró un cuarto de hora en soltar los nervios en el inicio y ya era tarde. El Bayern, un escudo pesado, le pasó la cuenta. Después, a ratos equiparó con el trajín de Gerson y las apariciones de Luiz Araujo, pero los alemanes jamás dejaron de gobernar el escenario, a partir del orden que brinda Jonathan Tah –mejora también a Dayot Upamecano- y el músculo de Joshua Kimmich y Leon Goretzka en el medioterreno.

En cuartos de final, el sábado 5 en Atlanta, le espera el PSG, un choque que revive la final de Champions de 2021 en contexto de pandemia. “El PSG tuvo una temporada increíble. Jugamos contra ellos al principio de la temporada y ganamos. Será difícil, pero sabemos que podemos ganar a cualquiera cuando estamos a nuestro nivel”, apuntó Kane.