La jamaicana Elaine Thompson se cuelga el oro en Tokio con récord olímpico y mantiene su reinado en la velocidad
La velocista triunfó en los 100 metros planos femeninos, la prueba por excelencia del atletismo, dejando bien atrás a sus compatriotas Shelly-Ann Fraser-Pryce, la favorita, y Shericka Jackson, que completaron un histórico triplete para Jamaica. Thompson, quien ya había celebrado en los 100 y 200 de Río, hace cinco años, volvió a lo más alto en el hectómetro y lo hizo derribando una marca que databa desde Seúl 1988. Impresionante. “Me queda otro oro”, amenaza la isleña, que ahora va por los 200.
A la jamaicana Elaine Thompson le costó arrancar en la final de los 100 metros planos. Fue su compatriota y favorita para ganar la prueba, Shelly-Ann Fraser-Pryce, quien salió de los tacos queriendo devorarse la pista. A mitad de carrera, ambas velocistas peleaban codo a codo por ser la mejor en la prueba reina del atletismo. Pero Thompson, campeona del hectómetro en Río 2016, tuvo un remate para la historia, y en los últimos cuarenta metros aceleró de tal manera que cruzó la meta sin resistencia para retener la corona. En Tokio, como en su vida, la caribeña fue de menos a más.
Elaine Thompson nació en Banana Ground, un barrio pobre y rural de Jamaica. Criada por su abuela, sus padres decidieron que no podían hacerse cargo de ella. Empezó en el atletismo de adolescente, pero estuvo lejos de ser una niña prodigio. Nunca se subió a un podio en su etapa colegial, y hasta la sacaron del equipo atlético de su escuela por no llevarse bien con su entrenador y compañeras. “Es una incomprendida. Tiene una lengua afilada”, han dicho sus cercanos.
En la universidad se destapó todo su talento. Su nombre se hizo conocido en la isla, un sitio que acostumbra a criar estrellas de la velocidad. Y en 2015, con 24 años, saltó a la escena internacional: fue medalla de plata en el Mundial de Pekín en los 200 metros planos, por detrás de la holandesa Dafne Schippers.
Y al año siguiente, en Río, llegó la consagración olímpica. Medalla de oro en los 100 y 200 metros. Thompson remecía al mundo, al conseguir un doblete que no se veía desde Seúl 88, con la estadounidense Florence Griffith.

La foto que quedará para el recuerdo: la jamaicana Thompson, quien ocupa el apellido compuesto de su esposo, posa al lado del cronómetro. El tiempo de la velocista se transformó en nuevo récord olímpico, ya que la mejor marca la tenía Florence Griffith desde Seúl 88, con 10.62 segundos. Foto: EFE
Lo que podía pasar con Thompson en Tokio era una incertidumbre. Su preocupación previa a los Juegos era el tendón de Aquiles, lesión que apareció luego de la gloria en Río, y que en el Mundial de Doha en 2019 la privó de un podio en los 100 metros (fue cuarta) y la empujó a retirarse de los 200. Su presencia en Japón estaba en duda. “No pensé que me presentaría aquí para retener mi título. Luché con mi lesión durante cinco años. El objetivo era mantener la concentración y conservar la compostura”, sostuvo la deportista.
Y vaya que lo logró. Porque Thompson aguantó los dolores. Lo hizo durante 10.61 segundos, tiempo que se demoró en arrasar con los 100 metros planos y dejar atrás a Fraser-Pryce (10.74) y Shericka Jackson (10.76). Fue triplete jamaicano en el podio. “Estoy muy emocionada y feliz. Todavía tengo mucho por dar”, señaló la isleña.
Con el Estadio Olímpico de Tokio vacío, los gritos de alegría de la ganadora retumbaron en cada rincón del recinto al consumarse el triunfo. Poco antes, la imagen del día: la atleta jamaicana cruzaba la meta y lo primero que hacía era apuntar el cronómetro que está a un costado de la pista. Ella ya lo sabía, y quería que todo el mundo se enterara. Thompson, de 29 años, había batido el récord olímpico por una centésima, marca que abrazaba Griffith desde Seúl 88, y además registró el segundo mejor tiempo de la historia. A su ritmo, Thompson ratificó que sigue siendo la mujer más rápida del mundo.
LOS OJOS PUESTOS EN LAS ZAPATILLAS
Está dicho, Thompson consiguió el oro en los 100 y 200 metros en los últimos juegos de Río, y ahora en Tokio quiere repetir. “Me queda un oro más”, dijo la jamaicana ya con su medalla en el pecho. Aunque no la tendrá fácil en el doble hectómetro, que inicia sus clasificaciones este lunes.
“Nadie se esperaba que Thompson ganara, y con la exclusión de la estadounidense Sha’Carri Richardson por doping todas las miradas estaban con Fraser-Pryce. Fue increíble lo que hizo”, confiesa María Ignacia Montt, campeona nacional de 100 metros planos.
“En los 200 metros estará todo más peleado, porque está la estadounidense Gabrielle Thomas, que es la máxima candidata para quedarse con el oro. Igual, con el tiempo que corrió Thompson en los 100, puede sorprender con una buena marca en los 200”, dice Montt.

El podio de los 100 metros fue completamente para Jamaica. En la imagen, Thompson (al medio), junto a Fraser-Pryce (izquierda) y Shericka Jackson (derecha), quienes finalizaron segunda y tercera, respectivamente. Foto: EFE
Sobre el récord de Thompson, los especialistas anunciaban que se veía venir. En la previa a los Juegos, se avisó que la nueva tecnología en las zapatillas, que ocupan hace un tiempo los atletas y que están hechas de fibra de carbono, darían ventajas inimaginables.
“Cuando lo vi no me lo podía creer, se están ajustando las zapatillas de clavos a unos niveles que dan ventajas a los atletas para correr más rápido. Esto es extraño e injusto para muchos atletas que en su momento intentaron modificar los clavos en el pasado y les dijeron que no. Y ahora lo están haciendo, es ridículo”, alegó el jamaicano Usain Bolt hace unos días.
La chilena Montt, quien ha ocupado esta tecnología, detalla. “El calzado está influyendo en las marcas. Yo ocupé este tipo de zapatillas y mejoré mucho mis tiempos en los últimos meses. Obviamente que influyen otros factores de entrenamiento, no es magia, pero ayudan, porque están cada vez más livianas, más estables”, cuenta la velocista.
EL TURNO DE LOS HOMBRES
Este domingo, a las 8:50 horas (un poco antes se corren las semifinales) se disputará la final de los 100 metros planos masculino, prueba que ya no tendrá al eterno Usain Bolt, último campeón olímpico de esta prueba.
Y en las clasificaciones, el favorito Trayvon Bromell marcó la jornada previa a la carrera, al alcanzar con lo justo las semifinales: el estadounidense, quien tiene el mejor registro del año con 9.77 segundos, quedó cuarto en su serie y consiguió clasificar gracias a su tiempo (10.05).
Otro aspirante al oro, el norteamericano Ronnie Baker, ganó su serie con un registro de 10.03 segundos, mientras que el canadiense Andre De Grasse hizo lo propio con un crono de 9.91. A esa lista se suma el sudafricano Akani Simbine, segunda mejor marca del año por detrás de Bromell, y quien también está instalado en la lucha por el oro. Por último, habrá que tener ojo a lo que pueda hacer el veterano Yohan Blake, quien posee un 9.95 como mejor registro de la temporada.
Imperdible.

Diego Aguirre Diez
es periodista de Deportes El Mercurio desde 2016, especialista en el área polideportiva, cubriendo tenis, golf, rugby, atletismo, básquetbol, entre otras disciplinas.