Santiago de Chile.   Mar 23-12-2025
19:29

Un intruso en Navidad

En una entrevista reciente. Sergio Jadue ha reconocido que está arrepentido de lo que hizo y que no lo volverá a hacer. No podrá volver a hacerlo porque la FIFA lo condenó de por vida a no ocupar cargos directivos.
Foto: Raúl Bravo
Edgardo Marín23 de diciembre, 2025
Este miércoles es Nochebuena y estamos casi todos en reflexión y casi todos con esperanza. La reflexión es la de siempre en estas horas cristianas. La esperanza también es la de siempre, aunque aumentada por la expectativa del comienzo de una nueva etapa política del país.

Perdí la cuenta de cuántas veces escribí en esta columna una petición de regalos al Viejo Pascuero. Regalos para el deporte, para el fútbol en especial, pensando siempre en el público, que es el que sostiene todos los espectáculos deportivos, sean aficionados o profesionales. Dejé de hacerlo hace algunos años. No porque dejara de creer en el viejo de rojo o en sus ayudantes. No. Dejé de hacerlo porque los regalos no llegaban. No creo que se los dejara el Viejo, por mucho que en estos días pasen por la cárcel hasta policías y jueces. No, la corruptela no llega a los trineos del pascuero. Aún.

Lo que pasaba con esos pedidos era que se requería de algunos intermediarios para hacerlos realidad. En el caso de un fútbol con mejor organización eran necesarios buenos dirigentes, que no había (ahora menos que antes), para un juego limpio se necesitaban jugadores limpios, igualmente escasos. En fin, hoy estamos en otra. En la buena nueva. El asunto es que muchos cristianos, además de creyentes, secularmente somos periodistas. Y estamos obligados por las noticias.

Y ocurre que en estos días la noticia han sido las declaraciones de Sergio Jadue en Miami, donde desde hace 10 años denuncia a la justicia a quienes lo acompañaron en sus andanzas en la Conmebol y la FIFA. (Andanzas es una suave expresión pascuera, en rigor se trató de fechorías).

En una entrevista reciente ha reconocido que está arrepentido de lo que hizo y que no lo volverá a hacer. No podrá volver a hacerlo porque la FIFA lo condenó de por vida a no ocupar cargos directivos.

El exdirigente nacido en La Calera hizo carrera y llegó a la presidencia de la ANFP, donde estaba cuando el país ganó dos versiones de la Copa América, las que el calerano considera producto de sus procedimientos, ensuciando, de paso, el prestigio del fútbol chileno y de los futbolistas y técnicos que las consiguieron.

En la Conmebol se cometieron fraudes millonarios para adjudicar derechos de televisión y derechos para manejar el marketing de los diferentes torneos sudamericanos.

El producto de los sobornos se movió por el sistema de financiero de Estados Unidos, por lo que quedó comprometida la FIFA.

En Chile también cometió delitos por ocultamiento de ingresos y por usar dinero de la ANFP para pagar abogado de su defensa en Estados Unidos,
Ha delatado a medio mundo ante la Fiscalía y el fallo judicial para él se ha aplazado 16 veces. El próximo año debería producirse, finalmente.

No es el mejor tema para una columna de días navideños, pero es ineludible.

Edgardo Marín

es periodista egresado de la Universidad Católica, donde estudió a la par de su trabajo periodístico. Ha sido reportero y comentarista en diarios, revistas, radios y canales de televisión, además de investigador y autor de libros de historia del fútbol. Premio Nacional de Periodismo de Deportes 1993.

Relacionadas
A fondo con...