Francisco “Chaleco” López: “Este será mi último Dakar en buggy, mi próximo paso son los autos”
A los 50 años, el curicano afrontará su 15ª participación en la clásica prueba todoterreno y asegura que no será su retiro. Al contrario: piensa en subir de categoría y para eso lo que suceda a partir del 3 de enero en Arabia Saudita será clave.
Cuando en enero pasado volvió a Chile desde Arabia Saudita, Francisco López meditaba la posibilidad de despedirse del Rally Dakar. Había sido segundo en la categoría side by side, pero eso no le alcanzaba para estar satisfecho, sobre todo después de haber conocido el sabor de la victoria en 2019, 2021 y 2022. Próximo a cumplir los 50 años, la idea de dedicarse plenamente a su esposa y tres hijos ganaba espacio en su cabeza.
Pero le bastó con subirse nuevamente a un buggy en una actividad con sus auspiciadores en el desierto de Atacama para cambiar de idea.
“Me fui al norte, me puse a manejar en las dunas y lo pasé bien al tiro. Ahí empecé a motivarme nuevamente. Estaba paseando gente por un evento, pero me tiré con todo. Fueron 200 kilómetros en un día, lo disfruté y me sentí muy cómodo”, explica sobre el vuelco radical que experimentó en cosa de meses.
Tan así fue, que ni siquiera tuvo fiesta para celebrar el medio siglo de vida. Su día de cumpleaños, el 15 de septiembre, lo pasó en un avión rumbo a Marruecos para entrenar con miras al Dakar 2026.
“Cuesta mucho dejar la familia, motivarse. Cuando nos fue pésimo en la segunda etapa del último Dakar y nos quedamos un buen rato atascados en una duna, prometí que no iba a volver. Pero acá estoy nuevamente, y más motivado que nunca”, sentencia el curicano, quien correrá con el navegante Álvaro León, luego de que Juan Pablo Latrach, quien lo acompañó entre 2020 y 2025, pasara a los autos en compañía de Hernán Garcés.
“Con Álvaro ganamos el Dakar 2019, pero lo conozco de antes. Cuando yo corría en moto lo veía con su papá en los autos. Son gente muy apasionada. Nos fue bastante bien, ganamos en el Rally de Marruecos y nos hemos preparado los últimos meses en Iquique y en Copiapó”, explica “Chaleco”.
—¿Cómo se han preparado para volver a correr juntos después de seis años?
“Creo que es súper importante la comunicación, no solo con Álvaro, sino con todo el equipo. Él es un partner que tiene mucha experiencia, ha corrido mucho en el campeonato chileno. Y por otra parte tengo mis mecánicos chilenos también. Somos un equipo, cuando hay días buenos, todos celebramos, y cuando tenemos días malos, entre todos nos tiramos para arriba. En Marruecos, en la primera etapa nos golpeamos con una piedra por error mío y lo primero que hice fue pedir perdón a los mecánicos. Por ese lado estamos bien fuertes como equipo”.
—Será el séptimo Dakar en Arabia Saudita y el recorrido será por ciudades que ya se han repetido. ¿Qué sorpresas espera?
“Puede que sean las mismas ciudades, los mismos bivouacs, pero las rutas van cambiando siempre, todos los años, porque Arabia es un desierto muy abierto, no es tan estrecho como en Sudamérica. Quizás la partida y la llegada puedan ser iguales, pero seguramente vamos a ir por trazas por las que nunca hemos pasado. Aunque conocer esas zonas ayuda un poco a entender la geografía, en ningún caso será fácil”.

López y su navegante Álvaro León ganaron el Dakar 2019, el último que se corrió en Sudamérica. Luego, el curicano conquistó los títulos de 2021 y 2022 con Juan Pablo Latrach. Foto: Luis Barra
—¿Extraña el Dakar en Sudamérica?
“Sí, estaba mucho más cómodo que en Arabia, porque en Sudamérica uno pasaba las tardes en un hotel todos los días, uno conocía dónde llegaba. Allá hay veces en que uno realmente tiene el campamento en medio de la nada y hay que quedarse no más. Están los otros pilotos sudamericanos que hacen la convivencia más amigable, pero es mucho más difícil y precario para nosotros”.
—¿Qué meta se plantea en 2026?
“Vamos a pelear por el primer lugar. Voy con un Can-Am que ha desarrollado muy fuerte este vehículo de la categoría T4, es muy potente. La competencia será Polaris. Son dos fábricas que le dan mucho realce al nivel de la carrera. En nuestro equipo somos cuatro pilotos oficiales de primera categoría, con buenos ingenieros. Yo creo que estamos en el mejor equipo para tratar de ganar el Dakar. Como piloto hay que ir tranquilo y ser claro con la estrategia. La madurez como papá me ayudó para ganar, y ahora quiero mi cuarto título”.
—¿Y después de este Dakar qué viene?
“Este será mi último Dakar en buggy, mi próximo paso son los autos. He visto un par de alternativas, pero tengo que mirar el presupuesto, aprovecharé de hablar con más personas, con más equipos... Tengo el interés y la convicción para enfocarme en la categoría mayor. Siento que ya cumplí un ciclo y hay que ver una alternativa. Voy a ir a buscar el menú para el año 2027, ya veremos si se puede hacer con un lomo vetado, si vamos a comer un pastel de choclo, no tengo idea de qué va a salir, pero sí o sí hay que sentarse en esa mesa”.
UN PLAN FAMILIAR
“Hay ‘Chaleco’ para rato”, es otra de las frases que marcan el renovado entusiasmo de López por seguir en el Dakar. Un proyecto que tiene un hito final ya marcado: en 2036, cuando el piloto tenga 60 años y su hijo mayor, Baltazar, 18, el objetivo del curicano es competir juntos en la prueba todoterreno.
“Ese es mi reto final. No sé si vaya a correr los 10 próximos años de un paraguazo, quizás falte a alguno, pero esa locura de hacerlo con mi hijo ya está conversada, está aprobada por la jefa (su esposa, María Jesús Aldunate), es un proyecto más familiar, más de aventura, pensando en el Dakar Classic”.
—Pero eso es con el hijo mayor... ¿Y si los más pequeños se lo piden también?
“Jajajá. Ahí será cosa de Baltazar enseñarle a sus hermanos”.
—¿Se imaginó estar todavía en el Dakar con 50 años?
“No, pensaba que a esta edad iba a tener una vida más tranquila. Pero me siento bien físicamente para seguir en el Dakar. Esto me apasiona mucho. Ver los amaneceres y los atardeceres en la ruta, incluso el sufrimiento que se vive en la carrera. Pero cada persona tiene una pasión. Para algunos será la música, para mí es esto. Tengo la llama encendida y no sé cuándo se va a apagar”.
Alejandro Cisternas
es coordinador periodístico de Deportes El Mercurio. Periodista titulado en la PUC, ha cubierto eventos nacionales e internacionales de fútbol, automovilismo, golf, básquetbol, tenis y otras disciplinas.







