Furia total. Con la derrota firmada, Michael Clark fustigó con dureza la gestión de Quilín por mantener firme la programación original del clásico, en medio de la llave con Lanús por la Copa Sudamericana. Acusó privilegios para sus rivales directos.

“Este partido no se debió haber jugado, creo que a la ANFP no le gusta que a la U le vaya bien en copas internacionales, existe voluntad de cambiar partidos a Colo Colo por amistosos, la voluntad para reprogramar a la Católica también, pero para la U no existe. Este fin de semana se reprogramó a Coquimbo; da mucha bronca, es una parte más del legado del señor (Pablo) Milad y el señor (Jorge) Yunge, con ellos ya no hay nada que hacer, el otro año hay elecciones y con estos señores no podemos seguir”, soltó el presidente de Azul Azul en Las Condes.

Clark no paró ahí: “Nos obligan a jugar en este estadio muy bonito, en un horario pésimo, un calor tremendo, cancha sintética, con lo cargado que están los jugadores, nos vamos con tres jugadores muy tocados (…) Si uno va al espíritu del reglamento, era totalmente posible (recalendarizar), tengo bronca con la ANFP, más que con la UC, hablé con Juan Tagle, me dio sus razones, creo que son ventajeros, uno esperaba una actitud menos egoísta, pero está bien, ellos querían ganar el partido. El problema está en la ANFP, cuando hay que sacarse una foto están todos, cuando hay que viajar a Asunción también, pero cuando hay que darle una mano al fútbol chileno…”.

“Esta administración va de fracaso en fracaso, pensar en darle un voto a la continuidad es una locura”, fue el desahogo del jerarca azul.

La lesión muscular de Lucas Assadi, en el posterior derecho, golpeó fuerte en la interna de la U. También terminaron con molestias Marcelo Díaz y Lucas di Yorio. El ‘10’ se sometió a exámenes para evaluar los pasos a seguir, pero recuperarlo para el jueves ante Lanús es casi imposible.

La esperanza corre por cuenta de Matías Sepúlveda, lastimado en la ida con los granates. “Está con un tema muscular que no es grave y estamos trabajando para que esté disponible el jueves”, precisó Gustavo Álvarez. Felipe Salomoni también presenta molestias y por ello fue titular Antonio Díaz.

“Con 11 y con 10 (jugadores), la Católica fue un justo ganador”, sintetizó el coach, que aclaró que estaba previsto que Israel Poblete, Javier Altamirano y Maximiliano Guerrero jugarían solo 45 minutos, mientras Fabián Hormazábal estaba “en riesgo” de lastimarse por la seguidilla de juegos.

“Hay que subir el nivel de algunos jugadores, que no se resienta la estructura cuando hacemos cambios y trabajar asumiendo la responsabilidad que la disparidad de rendimientos es tarea del entrenador, no la esquivo. Trabajo con los jugadores queriéndolos para que ganen y no porque ganaron”, añadió el DT.

Además, ante las complicaciones por las bajas, hizo un llamado a la directiva: “Necesitamos un plantel más amplio en calidad y cantidad, defendiendo al plantel que tengo. La U se debe acostumbrar a jugar 60 partidos todos los años y tener un plantel para ello”, insistió Álvarez.