La U se queda con el clásico gracias a un error de los dos chiflados y el olfato del “Tucu” Contreras
En la última jugada de un clásico deslucido, y por momentos aburrrido, Universidad de Chile se quedó con los tres puntos porque el delantero argentino aprovechó una torpeza de Asta-Buruaga y Arancibia. Resultado justo: el equipo de Álvarez fue quien arriesgó más, en tanto el de su colega, Tiago Nunes, no disparó a puerta en 97’.
En ninguna planificación de Tiago Nunes, Tomás Asta-Buruaga y Sebastián Arancibia debían estar cubriendo el flanco derecho de la defensa ayer en Ñuñoa.
En ninguna.
Pero estaban resguardando la última línea cuando un pelotazo sin sentido, sin peligro y sin intención cayó cerca del área de Vicente Bernedo. Y el primero, de frente a la jugada, con todo a favor, despejó justo donde estaba el joven lateral.
El balón le pegó en el brazo a Arancibia y quedó servido para que Rodrigo Contreras —que ingresó para justamente eso, capturar algo, lo que sea— gatillara sin oposición y superara al arquero de la UC, sorprendido ante la confusión de sus guardianes.
Fue la última jugada del clásico. Tan insólita y absurda como festejada por el equipo que más buscó. Celebró la U, agónicamente, porque siempre fue hacia arriba, porque sin bien tuvo desperfectos en la gestación de fútbol, se atrevió a ser el amo del partido.
Y la osadía pagó en oro.
No fue un buen partido. Es más: fue un partido malo. Aburrido, sin emociones, sin arqueros transformándose en figuras, sin delanteros rematando a puerta ni secuencias de buen fútbol. Insípido hasta el epílogo, con muchas simulaciones y exageraciones.
Mucho futbolista tratando de sacar ventaja ante el más mínimo contacto. Por suerte, el juez Franco Jiménez no compró tanto, de lo contrario uno de los partidos más esperados de la temporada se habría transformado en lo más parecido a un fastidio transmitido a Chile y el mundo.
La UC empezó mejor, con buena sintonía entre Eugenio Mena y Cristián Cuevas, por el flanco izquierdo. Pero sin inquietar a Gabriel Castellón. Respondía la U con avances de Fabián Hormazábal (uno de los que llevó la bandera en el tema de inflar los roces) o de Matías Sepúlveda. Era una demostración de principios del cuadro de Gustavo Álvarez: atacaban los dos laterales.
Pero tal como pasaba con la UC, sin asustar al guardián rival.
Sobre los 30’ del primer tiempo, el balón estuvo mayoritariamente en poder de la U. La Católica eligió refugiarse —Mena y Cuevas no tenían el fuelle de ir y volver, Clemente Montes casi no apareció y Fernando Zampedri fue anulado por el trío de centrales del rival— y desde la banca el auxilio no fue el esperado. Diego Valencia entró, pero no jugó. Con Agustín Farías pasó lo mismo.
En ese contexto de confusiones, nada nuevo en relación a lo que ha vivido la UC este año, Contreras sacó partido a una jugada “de los dos chiflados” y se transformó en el héroe del clásico universitario en su edición 200.
Un regalo tan inesperado como celebrado. Y para la Católica una torpeza tan grande como dolorosa: perder en el último suspiro, y de la manera en que perdió, está en el ránking de las peores cosas que pueden ocurrir. Lo que faltaba para coronar días de inmenso dolor.
LA TRASTIENDA DE ÑUÑOA
Medel, resfriado
Gary Medel jugó la primera mitad con fiebre y fue reemplazado en el entretiempo debido a un estado gripal. El “Pitbull”, que saludó afectuosamente a Charles Aránguiz y Marcelo Díaz antes del partido, había jugado su último clásico universitario el 10 de mayo de 2009 (triunfo 1-0 de Universidad de Chile con un gol de Nicolás Larrondo tras una asistencia de Hugo Notario).
Clásicos en julio
Yamal Rajab, gerente de ligas profesionales de la ANFP, dijo a la radio ADN que los clásicos suspendidos de Colo Colo, ante la U y la UC, podrían disputarse en julio. Además, informó que están haciendo las gestiones con el Ministerio de Seguridad para programar la Supercopa entre albos y azules, que también fue suspendida y se disputará a partido único, como indican las bases.
Montillo se despide
Antes del pitazo inicial, Walter Montillo se paseó por la cancha y fue ovacionado por los hinchas. El exvolante de la U anticipó detalles de su partido de despedida (martes 16 de diciembre), al cual podría invitar a Neymar Jr. “Tengo que esperar a ver dónde va a estar, porque ahora está en Brasil, ojalá se quede ahí y que pueda venir”, dijo a TNT Sports. “Lo considero un amigo”, agregó.
Estrictas medidas de seguridad
Antes del cotejo, Michael Clark, presidente de Azul Azul, y Gonzalo Durán, delegado presidencial regional, realizaron una inspección en terreno de las medidas de seguridad implementadas: reconocimiento facial, 550 guardias y más de 1.000 personas y detectores de metales, entre otras. “Somos un club modelo en temas de seguridad y orden”, dijo el timonel azul.

Raúl Neira
es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.