Leonardo Valencia: “Quiero cumplir mis 100 goles con Audax”
El volante de Audax Italiano se alza como uno de los jugadores más determinantes del torneo. Salió del primer plano y empezó la vuelta larga. “Necesitaba tranquilidad, era necesario para calmar el tornado”, asegura. Reconoce que la química con el “Coto” Ribera y su madurez, “me permite saber mejor dónde posicionarme, dominar perfiles, con los años uno gana inteligencia de juego”. Disfrutó la vorágine del fútbol brasileño y fue testigo privilegiado del peak de la generación dorada. “Alexis me marcaba cosas que hasta hoy me sirven en el juego”, detalla.
Leonardo Valencia volvió el 2025 a fichar en un club capitalino después de tres años de una especie de auto exilio en el norte. Y mete ruido con una versión fresca, muy incidente en la campaña de Audax Italiano, con cinco goles y cinco asistencias en 11 juegos.
El volante se recluyó después del conflicto que lo terminó sacando de Colo Colo (fue acusado de violencia intrafamiliar y recibió la pena respectiva). “La decisión de ir a La Serena fue más que nada por el tema personal que pasé, necesitaba tranquilidad, que se calmara todo ese tornado que pasé mental y familiarmente, busqué hacer el camino largo, volver a ser yo, estar tranquilo. Lo superé con mucha ayuda, de mi mujer, la pasé mal, no hablaré detalles. (Ir a otros equipos) Era calmar las aguas, volver a ser yo y reencantarme con el fútbol, fue un camino difícil pero está superado, hoy me siento muy bien”, detalla Valencia (34) sin ganas de tocar el tema, pero sabiendo que es ineludible para entender su versión actual en Audax.
Vuelve al presente y se solaza con su rol activo en un Audax que pelea la punta del torneo. “Es la confianza que me da el ‘Coto’ (Ribera), él siempre me buscó en sus equipos, por ejemplo cuando fue a Temuco me quiso llevar y en otros también; esa regularidad que tengo es porque el DT me deja jugar libre, uno se siente respaldado. Eso se suma a la experiencia, me siento un jugador más maduro, estoy disfrutando del fútbol, que antes no lo hacía siempre, tomo decisiones buenas al no apurarme en la jugada, confiar en uno. Me siento cómodo hoy como una segunda punta o enganche suelto, los años a uno le permitan posicionarse mejor, en lugares donde puedo incidir, por el medio siento que genero más peligro (en relación a las bandas). Es fundamental jugar entre líneas, los años te van dando ese segundo extra para pensar, con los años uno gana inteligencia de juego. Con un control marcas diferencia, sostengo más la concentración, son detalles que te va dando el tiempo”, argumenta.
Valencia viene de dos años de contraste en Cobresal. “El primer año fue lindo (2023), se nos escapó el campeonato en el último partido y el segundo (2024) fue más desgastante por pelear abajo, se sienten los viajes. ¿Por qué perdimos el título? Fue difícil, en la penúltima fecha jugamos con la U y en un momento estaba cuesta arriba, estaba la tarima lista (para entregar la Copa), pero Huachipato ganó con un autogol a Ñublense a última hora. Ya para el último partido (ante Unión) teníamos suspendidos, varios jugadores jugamos enfermos por un virus, mientras Huachipato ante un Audax que se quedó con un jugador menos en el inicio, se nos escapó, pero no era para nosotros. Estar allá en El Salvador me sirvió para madurar en lo personal, fue un aprendizaje del que saqué provecho a nivel familiar y futbolístico”, repasa.
—¿Se animan con algo importante?
“Somos un equipo joven, con hambre de triunfo, porque no hay mucho referente, no hay tantos jugadores grandes que generen un poco de ego, queremos conseguir cosas. En eso influye el entrenador, presidente y gerente, los sentimos cerca, tenemos un buen complejo de entrenamiento, están todas las herramientas, el día a día lo llevamos bien, esto es partido a partido, ojalá se pueda dar”.
Valencia entiende que la vida la vueltas. En La Florida se reencontró con José Díaz, el técnico que lo hizo debutar en el profesionalismo. “Él está en la Sub 20 de Audax y macó toda mi vida, porque me ayudó mucho en sus inicios en Melipilla. También valoro a Nico Córdova cuando tuve mi mejor momento en Palestino, (Martín) Lasarte es una persona de muchos valores, muy transparente, el ‘profe’ Gustavo (Huerta) me ayudó a reencantarme y volver a mi nivel. El ‘Coto’ Ribera es más cercano al jugador, más de piel, algo que se ha perdido un poco, yo lo disfruto”. Ni pensar en ser técnico. “Quiero jugar lo que más pueda y después dedicarme a la gastronomía, me encanta la cocina, me fui chico de casa y aprendí a hacer cosas, ¿mi especialidad? Aparte del asado, lasagna, porotos, de todo”, desclasifica.

Valencia en la final de la Copa Chile 2020 disputada en Temuco, con Mario Salas de técnico, venciendo a la U. Foto: El Mercurio
—Usted alternó en la selección entre 2016 y 2017, cuando Vidal estaba en el Bayern, Sánchez en Arsenal, Bravo en el City, Medel en Inter, ¿lo dimensionó?
“Lo converso con cercanos, en mi casa tengo fotos de la Copa Confederaciones y de la final perdida con Alemania, me dicen: ‘Leo estuviste con la verdadera generación dorada’. Tuve ese privilegio, hice buenas amistades. ¿El que más impresionaba? El que marcaba todo era Alexis, también Vidal y Charles (Aránguiz), esos tres llamaban la atención, yo me nutría de ellos, por mi posición me ayudaban a que todo fuera más fácil. Siento que me potencié con ellos, Alexis me decía que no fuera al pie, siempre la espacio y hasta hoy marco goles porque sigo esos detalles, estar cerca del área para la segunda jugada”.
—¿Fue muy estresante pelear el descenso en Colo Colo?
“La verdad que sí, un equipo grande y mucha presión, yo llegué muy bien de Brasil, fui fundamental en la Copa Chile que ganamos (enero 2020) y fui el goleador en la campaña que casi baja el equipo y eso que con mi problema personal estuve en el congelador mucho tiempo, me habría gustado que fuera de otra forma, pero lo pudimos sacar adelante”.
—¿Qué tal la vorágine del fútbol brasileño en Botafogo?
“Lo disfruté, en su momento pude ir a otros lugares, incluso Boca me quería pero con la idea de mandarme a préstamo, pero como yo quería seguir en la selección, Brasil era lo mejor opción. Pude salir campeón en Maracaná (Torneo Carioca 2018), jugué siempre, nunca estuve en la banca, allá son casi 14 clásicos y a veces incluso a mitad de semana, en esos años estaban saliendo Vinicius, Rodrygo, Lucas Paquetá, ese nivel de rivales tenías. Del equipo que yo jugué y luego ganó la Libertadores 2024 se mantuvieron el ‘Gatito’ Fernández que ahora se fue a Cerro y Joel Carli que ahora es coordinador del club. El staff médico se mantiene, cuando vinieron a jugar con la U me acerqué a saludar. Jugué con Diego Souza, técnicamente un crack, que jugó en todos los grandes de Brasil, también con Jefferson el arquero que estuvo mucho tiempo en la selección. Allá aprendí a alimentarme, porque yo sufro con el peso, entendí los descansos, trabajos preventivos, porque de lo contrario allá no te daba para aguantar el ritmo”.
Valencia dice que mira todo. “Consumo mucho de Brasil, la Premier, el Ascenso, mi equipo favorito era el Barcelona con Messi pero desde que se fue perdió el encanto, Messi y Ronaldinho son mi ídolos”, acota.
—¿Que se propuso este año, Valencia?
“El primer año que estuve en Cobresal hice siete goles y cinco asistencias y el segundo sumé 10 goles en total, ahora quiero pasar los 10 tantos, pelear para estar en el equipo ideal del campeonato y me faltan cuatro goles para los 100 goles, sería mi meta, quiero cumplir ese récord con Audax, son hartos goles para jugar en enganche, sería lindo”.
—¿Y la selección?
“En el fútbol no hay nada escrito, con una buena campaña en Audax, peleando arriba habrá más opciones, pero prefiero vivir en día a día”.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.
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