Sandrino Castec, la huella imborrable del “Bombardero Azul”
Un artillero con el ADN de Universidad de Chile, que granjeó fama con un inolvidable gol de chilena ante Argentina, entonces monarca mundial .“Lo más parecido que hubo al ‘Tanque’ Campos”, aseguran. Un ariete de raza que marcó generaciones y jamás renegó de la diversión. "Fue un auténtico ídolo para los hinchas de la U que hoy tienen entre 50 y 60 años". “No se le reconoció en vida”, fustiga Héctor Hoffens.
Se apagó para siempre la vida de Sandrino del Carmen Castec Martínez (1960-2024). Una falla multisistémica cerró una agonía larga después de un problema renal que padeció el malogrado exfutbolista, que marcó época en los 80 y cuyo nombre se inspiró en un personaje que aparecía en la cinta italiana El Ferroviario (1956).
“Castec es un verdadero ídolo para los hinchas de la U que actualmente tienen entre los 50 y 60 años, debutó en el club en 1977 y dos años más tarde toma la titularidad, que coincide con el renacimiento del equipo: fue protagonista del Polla Gol 79 que la U le gana a Colo Colo. Cumple una gran campaña en el 80, torneo que la U no conquista por culpa de un penal de Enrique Marín en Lota. Ese año le hace un gol a Colo Colo en el último minuto (2-1) y en la liguilla, la del gol épico de Arturo Salah, Castec también convierte”, recuerda Gustavo Villafranca, un reconocido historiador azul.
“De esos jugadores que aparecen durante los 25 años sin títulos y que marcó a fuegoa la gente, explota junto a Orlando Mondaca, físicamente era distinto, biotipo de un tanque, lo más parecido que salió a Carlos Campos. En la selección también generó furor, era Sandrino y el “Pato” Yáñez, más después de su gol de chilena ante Argentina. Le afectó mucho una lesión a la rótula de la rodilla que lo dejó sin el Mundial 1982”, apunta Horacio Rivas, excapitán de la U.
La acrobacia que lo inmortalizó, una chilena con todas las letras, porque además fue en 18 de septiembre de 1980, que terminó en un 2-2 contra Argentina, entonces campeón del mundo (2-2), en Mendoza. Diego Maradona, Daniel Passarella y Ubaldo Fillol, entre otros, fueron opacados por el descaro de Castec en el amistoso. “Su apariencia engañaba, grandote, parecía pesado, pero era rápido, cabeceaba como los dioses, buena técnica para descargar, un tipo muy de piel", aporta Rodoldo Dubó, su excompañero en la Roja y en el equipo universitario.
“Sandrino hoy descansa, pero no me gustó como partió, estuvo muchos meses en el hospital, estoy sentido, porque no se le reconoció en vida. No me olvido cuando nos echaron de la U, juntos”, rememora abatido Héctor Hoffens, compañero de ataque por años, que que partió con Castec a Audax en trueque por Héctor Díaz y Carlos Ramos (1984-1985).
“Castec emergió en la época difícil de la U, un tipo entrañable, se reía siempre, 'dichararecho', le caía bien a todo el mundo, el vivía relajado”, lanza Mariano Puyol, que le dejó su lugar al “Bombardero” en el Cruz Azul (1987/1988), donde el ariete jamás de ambientó a Ciudad de México.
Castec dejó su huella dentro y fuera de la cancha. “Cuando aparece llamaba la atención de las mujeres y su figura trascendió, tuvo alguna indisciplina y eso conspiró en su carrera”, estima Villafranca. El propio atacante se reía cada vez que repasaba sus peripecias. Lo sufrió Fernando Riera, su técnico en la U. “Me tenía mucho cariño, hasta me mandé cagadas en su casa, con su hijo, me decía ‘vente para acá’ y le chupábamos el whisky al viejo, y llegaba él y decía ‘gue… para eso compro estas gueas, tení que entrenar mañana’. Después cuando me iba a México no me deja jugar el partido para despedirme, porque me había mandado una cagada el día anterior, me quería echar, me decía 'esta guea no la hace ni Eusebio en Portugal y me la haces tú'”, le contó en una entrevista al relator Claudio Palma.
Por estirpe y goles , Castec sacó chapa de inmortal. O casi. En 2002 Milton Millas dio la noticia del deceso del exgoleador. Sandrino se reía. “Se han visto muertos cargando abode”, le dijo al comunicador cuando se lo encontró más tarde. Jugó también en Cobresal, Valdivia y un fugaz adiós con la U en Segunda División, totalizando 201 presencias y 63 goles en el club, “Mi mejor recuerdo es haber jugador en la U”, repetía.
Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.