De sangre altiva y noble corazón, la increíble catarsis de la coronación alba
Fue de infarto por la incapacidad del monarca de superar a Copiapó (1-1). La jornada atravesó por todos los escenarios: hubo momentos de final extra ante la U, segundos con el título en manos enemigas y al final el desahogo con el gol de Arturo Vidal.

Foto: Photosport.
Equipo Deportes10 de noviembre, 2024
De locura. Los zapatos colocolinos hervían en el sintético del Luis Valenzuela Hermosilla y el rival se hacía infranqueable, digno. El corazón de los feligreses albos bombeaba desbocado, porque nadie avisó que la película del final del campeonato sería de terror, cambiante, tenebrosa a ratos, castigadora en otros y con un caramelo final, bien escondido, para saborear la miel incomparable de salir campeón.
Colo Colo no se pudo llevar por delante al descendido Copiapó y sufrió una tortura emocional, que fue menguando la inventiva y frescura de los jugadores de Jorge Almirón, paseados por todos los escenarios posibles en la tarde de domingo. Durante largos momentos la final soñada con la U era real, incluso el título azul emergió algunos segundos cuando Felipe Reynero entró y en la primera pelota venció a Brayan Cortés (falla grosera de Erick Wiemberg), pero la paridad de Everton en Ñuñoa y el gol de Arturo Vidal, zapatazo lleno de épica, soltaron un poco los nervios.
Trabado Colo Colo en los últimos metros, juntó pases, muchas asociaciones, pero no encontraba gatillo. Carlos Palacios no pudo incidir y acusó maltrato desleal. “En el primer tiempo me fueron a busca el hombro, me da bronca, jamás le haría daño a un compañero que viene de una lesión”, comentó la “Joya”.

El defensor Elías Calderón saca el balón de la línea y evita el gol de Mauricio Isla cuando el marcador estaba en blanco. Foto: Photosport.
No lo pudo ganar Colo Colo y debió invocar a fuerzas ajenas a 804 kilómetros. El final fue un enredo, confuso. En Copiapó terminó tres minutos antes que en Ñuñoa y mientras algunos celebraban la nueva corona, otros pedían certezas para conocer la suerte definitiva. La gente empezó a invadir la cancha, pero la garganta seguía apretada. El staff del club decidió meter a los futbolistas en la zona de vestuarios para esperar el veredicto. Y llegó, con cantos, dedicatorias y lágrimas espontáneas.
A llorar a la iglesia, somos campeones. Si ellos (la U) ganaban y nosotros perdíamos no íbamos a decir nada, ahora ellos lo tienen que mirar por la teleJavier Correaatacante
Nueva corona, la 34 en el equipo más ganador, esta vez con ingredientes perfectos: una remontada feroz para aventajar al archirrival en la recta final. Una epopeya única, porque este equipo recién el 24 de septiembre metió el alma y las tripas en el torneo interno, la noche del mazazo de River. Diez puntos debajo de la U con ocho partido por delante, contra cinco del líder. Ni con campaña perfecta alcanzaba. Pero los azules patinaron en Iquique y de ahí Colo Colo desató su voracidad. En 37 días ganó ocho partidos seguidos. Implacable.
Hubo roles clave, pero ninguno como Vidal. “Es buenísimo, pero buenísimo”, soltó Almirón en el festejo. El “King” activó la esperanza y en la última estación no defraudó. Corazón noble, sangre altiva.
ALMIRÓN: "LO GANAMOS EN LA CANCHA, COMO TIENE QUE SER"
“Sabe mejor con todas las trabas que nos pusieron. Me emocina porque vivimos el fútbol con mucha intensisa, desde el 11 de enero todos los días fueron de máxima exigencia. Fuimos creyendo, creiciendo y compitiendo en todo, lo tenemos bien merecido”, valoró el técnico Jorge Almirón.
Fue mi último partido en el club, no creo que juegue más en todo el año, el hombro lo tengo imposible. Amo estos colores, espero algún día volver y darle alegría al pueblo colocolinoCarlos Palaciosvolante albo
“Todos los jugadores fueron importantes, todos estaban preparados, era difícil elegir. Estar 15 partidos sin perder es muy difícil de lograr en el mundo, la vorágine te va llevando y no te das cuenta de lo que vas logrando. Jugamos 52 partidos en el año, crecimos como equipo y también las individualidades, no fue fácil, pero lo importante es que se coronó. Con todo el respeto nos hizo bien pelear con la U, nosotros representamos a la gran mayoría del país, que ahora está contenta”, añadió el DT en medio de los abrazos.