Adiós, capitán: Claudio Bravo se retira y deja una herencia imborrable en el fútbol chileno
Dueño de 20 títulos en su carrera, incluyendo las únicas dos Copa América que capturó la Roja en su historia, el portero le puso punto final a su carrera. “El momento era oportuno”, justificó el 150 veces meta de la selección y líder de la “Generación Dorada”. A los 20 años ya jugó su primera Copa América y con 21 se adueñó para siempre del arco nacional. Una carrera inolvidable.
Era el 10 de abril de 2003, cuando Jaime Pizarro tomó una decisión que cambiaría el destino del fútbol chileno. Con Colo Colo ya eliminado de la Copa Libertadores, decidió alinear un equipo plagado de suplentes a Medellín, para enfrentar al Independiente en la última fecha de la fase de grupos.
En el arco, no jugó Johnny Walker ni tampoco Eduardo Lobos, su suplente de entonces, sino que apostó por el juvenil Claudio Bravo, que a tres días de cumplir 20 años iniciaría una carrera feroz hacia el cielo más alto. A los pocos meses ya era el arquero titular del Cacique y en 2004 fue citado por Juvenal Olmos a la Copa América de Perú, donde incluso jugaría el segundo partido, ante Paraguay.
Desde entonces, su carrera no pararía más. En 2005, Nelson Acosta le dio la titularidad en eliminatorias en desmedro de Nelson Tapia y nadie más lo sacaría de allí.
Desde el área propia vio desastres, eliminaciones dolorosas, pero también la creación de la “Generación Dorada”, de la que se convertiría en su capitán y que terminaría clasificando a dos mundiales y consiguiendo dos inéditas Copas América.
En ambas, de hecho, sería decisivo. Primero en 2015, en un repleto Estadio Nacional, cuando en el arco sur le contuvo el penal a Ever Banega que pavimentaría el camino para el primer festejo de la Roja en su historia.

En la Copa América 2016, Bravo partió cuestionado, pero terminó siendo decisivo en la final ante Argentina. Foto: David Alarcón.
Al año siguiente, en el MetLife de Nueva Jersey, cuando primero le sacó un remate imposible a Sergio Agüero y llevó la final de la Copa América Centenario a otra definición por penales, en la que le tapó el remate a Lucas Biglia justo antes de que Francisco Silva sentenciara el bicampeonato.
Protagonista de la historia del fútbol chileno, con 150 partidos —más que ningún otro portero de la historia— vistiendo la camiseta de la selección (el último, en la Copa América de Estados Unidos ante Argentina), decidió sacarse los guantes y abandonar el campo de juego que lo vio como estrella durante más de dos décadas.
“Es momento de cerrar un ciclo muy importante en mi vida, es un momento para comenzar otra etapa de mi vida y familiar, que seguramente será igual de exitosa que esta que nos logró brindar grandes satisfacciones en todo sentido”, comentó Bravo en un video emitido en sus redes sociales en el que confirmó que, con 41 años, ya no pretendía seguir en el fútbol profesional.
Una carrera repleta de éxitos, desde el Apertura 2006 que ganó con Colo Colo —también a través de una definición desde el punto penal— y que lo llevó a España, con un paso por Real Sociedad antes de defender al Barcelona más poderoso de su historia, que con él en la plantilla ganó la Champions League, luego al intratable Manchester City de Josep Guardiola y que cerró su carrera en el Betis, junto a Manuel Pellegrini.
“Me ha tocado la posibilidad de llevar la bandera de nuestro país a lo largo de todo el mundo, la he llevado con mucho orgullo, como exjugador de fútbol profesional ha sido lo más maravilloso que hice en esta carrera: jugué dos mundiales, obtuve dos Copa América para Chile, y el orgullo ha sido máximo en la selección nacional”, se despidió.
“Agradezco a todos los hinchas por su apoyo, su respeto y su admiración en un estadio, en la calle, en el supermercado. Ahora viene otra etapa en mi carrera, que espero sea tan exitosa como esta”, cerró el meta.
Ahora viene otra carrera.

Héctor Opazo M.
es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.