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Mario Sánchez: “Me persiguen por el ‘Club del Póker’ y Tobar estuvo metido hasta el cuello”

El despedido encargado del arbitraje en la Tercera División se descarga. Reconoce que los jueces no emitían boletas de honorarios, pero que detrás del escándalo está la empresa de otro réferi.
Foto: Héctor Flores
Antonio Valencia31 de mayo, 2024
Ocho fechas alcanzó Mario Sánchez a ejercer como encargado del referato en la Tercera División, torneo dependiente de ANFA. Esta semana fue despedido luego de que un reportaje de Mega destapara un escándalo con denuncias de pagos “en negro” y pitos con más designaciones que otros, entre otros puntos.

El mundialista en Francia 1998, que formó parte de las sucesivas comisiones de árbitros de la ANFP entre 2002 y 2012, dice que su despido fue “una decisión apresurada”, rechaza los cargos y apunta: “Detrás de todo están Roberto Tobar y la empresa de Claudio Fuenzalida, ‘100% árbitros’, que ya nos quitó el fútbol joven con una licitación arreglada y ahora quiere quedarse con todo”, señala.

Dice, además, que es víctima de una “persecución” por hechos que ocurrieron hace más de una década: el famoso “Club del Póker”, un escándalo de designaciones referiles en el fútbol profesional que involucró a un grupo de jueces.

“Entre los árbitros estaba de moda jugar en el poker.net y otras plataformas, hacíamos campeonatos en los viajes y me juntaba a jugar a las cartas en mi departamento, tal como lo hacían otros grupos con Patricio Blanca o Gastón Castro, pero decían que yo tenía regalones”.

—Por algo lo despidieron.

“Decían que tenía regalones. Negocié mi salida y me fui a trabajar a la ANFA y los que me injuriaron los demandé por injurias, pero perdí. Mi error fue no aceptar las disculpas públicas en la conciliación. Mi error fue juntare con estos cabros a jugar, pero han pasado 12 años y aún siguen con el tema, me condenaron a cadena perpetua, no me han dejado trabajar, es como si hubiese cometido un crimen. Me persiguen por el ‘Club del Póker’ y Tobar, actual jefe de los árbitros, estuvo metido hasta el cuello, absolutamente, por algo lo sancionaron y exoneraron”.

—También fue suspendido Tobar, ¿a qué se refiere con “hasta el cuello”?

“Las juntas las organizaba Roberto y los cabros y yo los esperaba en mi casa para jugar. Entre ellos se ponían de acuerdo para venir los días lunes. Y ahora con Tobar llegó ‘100% árbitros’, la empresa de Fuenzalida, que nunca fue instructor FIFA, con una licitación arreglada, cocinada, y le pasaron a ‘100% árbitros’ los colegios regionales que creamos en 2016”.

—¿Cómo llegó a la Tercera División?

“Yo no soy una empresa, no tengo una como Fuenzalida. Y de la Tercera División me llamaron, porque yo era era la tercera opción después de Jorge Osorio y Ángelo Hermosilla, para ver si podía reclutar árbitros. Necesitaban unos 100 para 25 partidos semanales. Hice un catastro y empezamos. Yo era el encargado, no una empresa”.

—¿Pagaban “en negro”?

“¿Cómo es eso?”.

Sin respaldos contables, sin boletas de honorarios.

“Funcionábamos igual que en la ANFP el Fútbol Joven, donde tampoco había boletas de honorarios. El tesorero de la Tercera División depositaba un cheque al encargado de finanzas que teníamos y él depositaba cada 15 días a los árbitros. Eran unos $ 63.000 por partido al árbitro central”.

—Pero es irregular funcionar sin boletas de honorarios.

“Hay un tema de IVA, pero estábamos viendo regularizar eso con el asesor financiero de Tercera y pasa esto. Pero así lo hacía la ANFP con el Fútbol Joven. ¿Cómo respaldaban toda la plata que pasaban a colegios regionales? No sé. Hasta el año pasado, nunca hubo boleta”.

—¿Tenía jueces con más partidos que otros?

“Como mucho, el máximo de partidos que podía hacer un árbitro eran dos por semana, o sea, $120 mil. Eso es todo. Nunca vi que tuvieran tres o cuatro partidos por fin de semana”.

—¿Algunos se repetían?

“Tenía plantel reducido, pedí más, pero me vetaron traer del Fútbol Joven. Y además, si algunos se repetían era porque los estaba recién conociendo a varios. Pero que algunos ganaban $600 mil (por fin de semana) o todos esos cahuines de hálito (alcohólico) son falsos. Detrás de todo esto están Tobar y Fuenzalida: los invito a un cara a cara a los dos a un programa de TV si quieren, pero cara a cara, sin esconderse ni poner a un árbitro en las sombras a hacer denuncias, que por lo demás, que es pupilo de Fuenzalida”.

—Si usted tuviera razón, no lo echan.

“No voy a cargar a la ANFA, solo digo que mi despido fue una decisión apresurada”.
Antonio Valencia

es redactor de Deportes El Mercurio.

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