Fernando Carvallo: “En Chile hay desprecio por los jugadores que juegan mejor al fútbol”
En su rol como jefe del fútbol formativo de Deportes Iquique, el afamado y reconocido DT rompe un silencio de varios años para realizar un descarnado análisis del fútbol local. Carvallo (75 años) dice que “se juega mal” y que los equipos no tienen identidad. Culpa a los técnicos, a los representantes —”porque les interesa que jueguen sus jugadores”— y a los dirigentes “que son puros ingenieros comerciales que no saben de fútbol". Asimismo, critica la gestión de Pablo Milad y habla de la fallida postulación de Chile al Mundial 2030: “Los presidentes de la FIFA y de Conmebol son indecentes”. También sostiene que si no se detiene el “circulo vicioso de un mal espectáculo y agentes con demasiado poder, el fútbol chileno terminará como la Segunda División de Argentina. La realidad es dramática”, opina “Pino” Carvallo.
“No me engaño, me queda poco de vida. Pero hay que hablar a las nuevas generaciones…”.
Fernando Carvallo tiene 75 años y dice que "la edad es implacable para todos”. Camina con dificultad, porque tiene artrosis en la cadera. Tendrá que pasar por el quirófano, pero asegura que quedará apto para disfrutar del pádel, su última pasión.
Le gusta tanto como el tenis, pero “mi vida siempre ha sido el fútbol. Y seguirá siendo. Aunque no soy un obsesivo, porque hay otras cosas: la familia, los amigos, viajar y el tiempo para uno, disponer de tu tiempo. He intentado liberarme del fútbol varias veces, pero el fútbol me viene a buscar. Y cuando encuentro que hay un espacio para mí y puedo aportar, lo hago”, reflexiona a propósito de su nuevo trabajo en la formación de futbolistas de Deportes Iquique.
“Me encontré con dirigentes serios, que tenían un proyecto de club y después un programa de trabajo. Para empezar se sabe quiénes son los dueños, porque hay muchos clubes donde uno no sabe quiénes son, y hay algunos que son dueños de dos o tres clubes… Y eso se permite en la ANFP. Entonces, cuando vi algo diferente me sedujo la idea de colaborar. El fútbol me llama, me busca”.
—¿Ha sido como esperaba?
“Sí, sí, porque hay buena infraestructura y materia prima. Hemos sido bien rigurosos con los chicos para profesionalizar la actividad. Y los resultados, que al final no son determinantes en la formación, pero sí es importante formar ganando, han sido buenos. Estamos punteros en la general y lo más probable es que logremos el ascenso. También realizamos un trabajo coherente con el primer equipo, porque el trabajo de cadetes es una prolongación del primer equipo. Uno no trabaja en una isla, trabaja en un club, y debe existir coherencia entre el técnico del primer equipo y lo que uno está formando. Hay chicos que tienen proyección y en el corto plazo estarán en el primer equipo, cosa que le va a dar identidad al club e identidad de juego, lo que echo de menos en el fútbol chileno. Hoy ves jugar a los equipos y juegan todos iguales”.
“¿Organizar un Mundial en Chile? Como está el país ahora no, si el fin de semana se suspendió un partido por el corte de agua… Hoy podría ser un bochorno. Es preferible pasar. No tenemos estadios y los equipos de segunda línea en el mundo tienen estadios extraordinarios. ¿Dónde íbamos a jugar el Mundial, en Santa Laura o en San Carlos? Carvallo y el fracaso en la idea de cobijar la Copa del Mundo de 2030
—¿Si?
“No te engañes, juegan todos iguales. La diferencia entre el equipo más fuerte, que puede ser Colo Colo, y uno de segunda, como Cobreloa, fue una pelota detenida. Y otro de los fuertes, la Católica, debió ser eliminado por Colina, porque si el fútbol chileno hubiese tenido los recursos para el VAR, el gol del empate es viciado. Es decir, Colina debió eliminar a la Católica y eso no cuadra, porque uno vio jugar a Unión Española en la final de la Libertadores, a la UC, a Colo Colo ganarla… Uno vivió otro fútbol y lo que voy a ver ya lo vi, y lo que vi ya no lo veo. Entonces te hablan de la modernidad, que el fútbol ha cambiado. Y claro, ha cambiado, pero se sigue jugando de dos maneras”.
—Bien o mal.
“Nada más. Y me siguen haciendo creer que la tecnología, que el GPS, que los 12 kilómetros… Siempre ha habido que correr. Carlos Reinoso corría, Jorge Toro, Leonel Sánchez, todos corrían. Leí un entrenador, supuestamente calificado, en su diario, diciendo que necesitaba un ‘box to box’. Yo decía, ‘¿no será más fácil decirle a un dirigente que necesitamos un ‘8’, no será más simple? Esos términos son términos del INAF. Y lo del INAF fue un negocio impresentable, impresentable”.
—¿Por qué?
“¿Dónde están los entrenadores del INAF, que eran los futuros entrenadores de la selección y de las series menores?”.
—Francisco Bozán, que está en San Luis.
“Uno. Y hay nueve extranjeros en Primera. ¿Cuántos cesantes creó el INAF? ¿A cuántos chicos engañaron diciéndoles que iban a ser entrenadores profesionales? Seamos serios, hay que ser más serios. Hay que asumir las responsabilidades. Ha existido mucho engaño. Mucha cosa que se sabe, pero que no se denuncia, porque no conviene. Entonces sigamos para adelante, porque tenemos pega”.
—Dígalas usted.
“Mil cosas. Las series inferiores con ocho categorías, la mitad de los entrenadores no tiene la capacidad para enseñar, entonces enseñan mal o no enseñan y entrenan. Y el fútbol se enseña, se enseña. Hay técnicos que te dejan algo y otros que no. Si tienes un técnico que no te enseña, es un año perdido. Y además tienes compañeros malos que no supieron echar; los malos amalan a los buenos y los buenos no abuenan a los malos”.
—Dijo que en Chile todos jugaban igual. Pero cómo se juega, ¿bien o mal?
“Se juega mal, mal. En Colo Colo-UC se jugaron 19’ de 45. En Chile hay un desprecio por los jugadores que juegan mejor al fútbol, con el fin de hacerles entender que tengan voluntad para hacer lo que menos les gusta. Entonces prefieren al jugador de esfuerzo y de lucha, que está absolutamente sobrevalorado, porque siempre se ha luchado y siempre se ha corrido. Hay que jugar, también hay que jugar. ¿Dónde están los jugadores? Dime una promesa del fútbol chileno”.
—Lucas Assadi.
“Tiene condiciones, pero varias razones no le permiten demostrar todo lo bueno que podría ser. Puede ser un jugador diferente, que basa el fútbol en su inteligencia y en su capacidad de imaginación que el resto no tiene. Y no lo dejan desarrollarse porque no encuentra compañía o un entrenador”.
—¿El DT prefiere uno que corra?
“Tal cual… Isco ha vuelto a ser el mejor futbolista de España en los últimos dos partidos. No jugaba porque no lo querían, pero Manuel Pellegrini le encontró una posición en el Betis. ¿Tiene que ver o no la parte técnica, tiene que ver el criterio de selección de los jugadores?”.
—Hablando de la parte técnica, ¿qué le parece esta UC?
“No me gusta hablar mucho de la Católica, porque di vuelta la página”.
—Pero la UC es parte del fútbol chileno.
“Veo los partidos… La Católica es igual que todos los equipos, no tiene identidad, no tiene un fondo de juego. Cuesta encontrar qué quieren hacer: si se quieren asociar, si hay circulación de pelota, si hay cambios de ritmo… Y no, como todos los equipos juega a la máxima intensidad. Entiendo que el fútbol se juegue intensamente, pero tiene pausas, hay manejo de los tiempos. ¿Dónde está el dribling, la libertad para jugar? Tiene que haber libertad dentro de un orden; la disciplina táctica no puede dejar de estar, pero en posesión de la pelota tiene que haber libertad, tienen que asociarse. Así encuentras el funcionamiento”.
—Pero la UC tiene un técnico, Nicolás Núñez, que sí lo hacía en Magallanes.
“Pero se encontró con un equipo al que le va a costar, y no puede plasmar su idea. Le va a costar encontrar un funcionamiento adecuado, porque quizás no encuentra los jugadores para su idea. Como espectador, la Católica juega igual que todos, no juega mejor que otro”.
—¿Por qué se juega mal?
“Tiene que ver la autoridad técnica del club, qué busca, además están los representantes insertos dentro de un club, dueños algunos…”
—Pero ninguno va a tener interés en que su equipo juegue mal.
“No, pero le interesa que jueguen sus jugadores. Y si soy representante y te pongo en un club, quiero que lleves a tal o cual jugador… Porque además tenemos ese mal, que los entrenadores tienen representante. ¿Hay conflicto de intereses? Yo pregunto…”.
—Lo hay, sin duda.
“Te pongo de entrenador del equipo ‘Juan Pérez’ y me dices ‘necesito un 9 y 11’. Como representante te digo ‘te los doy, pero tienen que jugar’. Los representantes están insertos y son dueños de los clubes, tienen un poder importante. No existen, además, los líderes de antes con proyectos deportivos para la institución; están estos líderes mucho más preocupados del negocio que del desarrollo institucional. Los dirigentes antiguos tenían capacidad de gestión, eran dirigentes del fútbol, sabían de fútbol. Hoy hay ingenieros, abogados, empresarios, ¿por qué van a saber de fútbol? Póngame de gerente del Banco Central y en una semana lo quiebro. En una semana”.
—Para eso, para saber de fútbol, está el gerente técnico.
“Cuidado. ¿Le hacen caso o lo tienen para tapar sus cosas? ¿La autoridad técnica del club es autoridad verdadera o está como pantalla para tapar las tonteras que puedan hacer ellos? Y si no son escuchados se tienen que ir… No sé por qué ustedes no denuncian esto, si a ustedes les interesa que a la actividad le vaya bien. Y va a seguir, va seguir, si el presidente de la ANFP no es presidente. ¿Qué le dicen? ‘Eres presidente, pero me tienes que dar esto’. Esto es política, todo a cambio de algo. Si lo que le paso a Chile en la postulación al Mundial de 2030 también era a cambio de algo y lo hicieron leso. Hay mucha gente indecente, el fútbol es muy generoso. El de la FIFA (Gianni Infantino) es uno de ellos, mira el Mundial impresentable que hicieron para 2026. Hoy el Mundial es un circo. Quieren ver fútbol, vean la Premier, la Champions League. En el Mundial tiene que haber 16 equipos, los mejores, para competir, si los demás van a pasear y termina siendo una cuestión turística para los hinchas. Y Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, es otro indecente. Por favor, ponlo así”.
—¿Qué otros problemas observa?
“Es que el fútbol (ríe)… Es difícil, porque se requiere de gente que lidere y que sepa para dónde quiere ir. Si te presento un proyecto de un café, tipo Starbucks autoservicio o uno donde el mozo te atienda a la mesa, tengo que tener una idea. Y esas ideas no están en el fútbol. Si tu idea es vender jugadores, perfecto. Ni siquiera tengamos inferiores, sino buenos veedores, compremos jugadores y los proyectamos, y ya. También están los dirigentes”.
—¿Qué pasa con ellos?
“Son puros ingenieros comerciales, entonces hay 250 chicos en cadetes, y en tres días te das cuenta que 100 no tienen ninguna posibilidad de jugar. Ninguna. Y los han engañando. No hay competencia interna. Y hay que competir internamente para luego competir afuera. Tampoco hay infraestructura, una mitad de cancha para dos categorías”.
—Ahora hay mejor y más infraestructura que antes.
“Pero hay una inmensa cantidad de categorías. ¿Cuántas son, ocho? Y ellos saben que hay jugadores que no tienen ninguna proyección. Cuando ingresas a un club profesional, eres profesional. Yo lo tomo así: si me llegas con 15 años, te tomo como un profesional, no hay permiso para ir a jugar al colegio. No has cobrado, pero vives en función de un profesional. No sé cuántos entrenadores piensan eso, no sé cuántos jugadores piensan eso”.
—¿Cómo es el futbolista de hoy?
“No están direccionados, todos hacen de todo y muchas veces más es menos. El ‘6’ es ‘6’, el ‘8’ es ‘8’, el ‘10’ es ‘10’. Punto. Hay demasiada tecnología y es un aporte importante cuando es bien ocupada, cuando no es nefasta. He visto ayudantes de técnicos dando instrucciones a un jugador por 4’ y resulta que va a entrar a los 87. ¿Qué le habrá dicho en la tablet y por tanto tiempo, que tenía entradas para ir al cine con la polola? ¡Si va a jugar 3’! ‘Entra y hazlo bien’, hay que decirle, nada más”.
—Dijo que la tecnología bien ocupada es buena. No todo puede ser crítica…
“Hay cosas que son buenas, por ejemplo, cuando ves que el defensa cierra mal, entonces hay que decirle. Eso es fantástico. Está bien que te pongan los GPS, pero no es tan importante si corres 9 o 10 kilómetros, es lo mismo, lo importante es cómo los corro. No hay que correr mas, hay que correr bien. Hay mucha confusión en el ambiente del fútbol”.
—Pasemos a la selección.
“Es el reflejo del fútbol chileno, no es un problema del entrenador. Los jugadores que tuvimos ya no los tenemos, así es, así de simple: no están Beausejour, Marcelo Díaz, Mena, Fernández, Suazo y Valdivia… Medel, Aránguiz, Vidal, Sánchez y Vargas siguen, no son los mismos, pero aún así todos son titulares. Todos”.
—El recambio que no hubo. ¿Quién es responsable?
“Me tocó dirigir la Sub 20 que fue al Mundial de Turquía en 2013… Estaban César Fuentes, Igor Lichnovsky, Claudio Baeza, Martín Rodríguez, Nicolás Castillo, Ángelo Henríquez, Diego Valdés, Ángelo Sagall, Andrés Robles, el ‘Cimby’ Cuevas, Rabello… Recorrí todo el país buscando jugadores, no es que me dieran el dato. Una semana en cada ciudad y de Iquique trajimos a Brayan Cortés, con dos años menos. ¿Qué pasó? Robles al Atlético Madrid, Henríquez al Manchester United, Cuevas al Chelsea, Castillo no recuerdo dónde… Se fueron todos, en pleno desarrollo profesional, en plena competencia. Robles no jugó más, Cuevas cuatro años sin jugar, Henríquez lo mismo. Y ellos eran el recambio. ¿Quién los mata? Los clubes, porque son atraídos por lo económico y los representantes que quieren ganar dinero con ellos”.
—Se contrapone lo deportivo con lo económico.
“Cuando estaba en la UC había ofertas por jugadores y no se vendían. Alfonso Swett dijo que no cuando querían comprar a Gerardo Reinoso, con Tudor igual, a Fabián Estay lo vino a buscar el Barcelona de España y tampoco. Porque había proyectos”.
—¿Qué le pasa cuando por la mañana ve la Premier League y por la tarde el fútbol chileno?
“Hay una diferencia abismante, muy grande, en la intención de jugar. Está el sistema montado hacia un espectáculo, acá no ves eso. Ellos tienen un compromiso con el espectáculo que va desde las tribunas a los jugadores. Sí es importante ganar, pero es muy importante dar espectáculo. Acá vale solo el resultado, hay que ganar, da lo mismo cómo. Y no es así; la forma será tanto o más importante que ganar”.
—¿Qué equipo le gusta en Chile?
“Cobresal es el que mejor juega, es un justo puntero. La intención de jugar siempre está, por sobre correr”.
—Por lo que ha dicho, el fútbol chileno va derecho al precipicio.
“Vamos a seguir jugando cada vez peor si no se toma otra dirección, si no llega gente que presente proyectos de desarrollo para las instituciones. El fútbol lo han abordado como una actividad económica, las inferiores están formando cabros para que cuando tengan 16 años digan ‘este tiene nivel para México’, ‘este para Italia’ y ‘ese de allá para Inglaterra’. Y ahí, metido el representante”.
—¿Le sorprende que los jugadores tengan agente a los 15 años?
“¿A los 15? Jajajaja… A los 12, y lo peor es que el papá está contento”.
—Y si no tiene representante…
“No juega. Entonces si no paramos este circulo vicioso es dramático, el fútbol chileno puede terminar siendo la segunda división de Argentina, hacia allá vamos. La regla del Sub 21 es lo más absurdo que hay y las decisiones que se tomaron par el fútbol formativo son impresentables”.
Guardiola ha sido el entrenador más influyente en la historia del fútbol, más que Cruyff, Van Gaal y Rinus Michel. A los jugadores les saca un rendimiento por sobre sus capacidades, los hace mejor individualmente en función del equipo. Su forma de jugar es la que más se asemeja a mi paladar futbolístico. El Barcelona de Guardiola fue el mejor fútbol de la historia Carvallo y una mirada al fútbol mundial
—¿Qué haría usted?
“Cuatro categorías. Pero cuando a los presidentes les llegan las cosas de cadetes ni las leen, solo les interesa Primera y ya… Les interesa un cabro para vender ahora. Y si uno les dice que desarrollado vale cuatro millones de dólares, contestan ‘no, hace falta el dinero ahora’. Yo echaría a todos del fútbol… ¿Le sorprende algo de lo que he dicho? Ustedes saben todo”.
—Usted es el importante. Y no lo escuchan, entiendo.
“La mayoría de la gente no quiere escuchar a los viejos porque pasaron de moda, porque vale el GPS, el fútbol moderno, los 12 kilómetros… ¿El fútbol moderno es el que se juega en Chile? El fútbol se juega bien. Tácticamente se puede jugar de muchas maneras, pero cuando se mueve la pelota te mueves bien o mal, ocupas la cancha bien o mal… Basta de ir a pelear y luchar”.
Para el final deja una reflexión: “Si no analizas lo que estás haciendo es difícil que mejores. La única forma de mejorar es siendo muy crítico contigo mismo. Eso te hace ser mejor. Echando a perder se aprende. Los años van dando cierta sabiduría que los jóvenes no tienen. Esta sabiduría es porque cometiste muchos errores. ¿Saben donde está el éxito de Argentina, además de Messi? En el ‘flaco’ Menotti, que es conocimiento y sabiduría”.

Raúl Neira
es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.