Víctor Dávila (25 años) es con largueza el futbolista chileno que más dinero ha movido en el mercado de México. Su historial de fichajes en los últimos cuatro años da cuenta de un prestigio sólido, levantando casi 17 millones de dólares en traspasos, monto que considera la operación que lo llevó de Necaxa a Pachuca (US$ 12 millones) y luego de los “Tuzos” a León (US$ 4,9 millones). El iquiqueño se formó en Huachipato y en julio de 2017 emigró a Norteamérica como futbolista libre, sin hacer escala en equipos grandes de la capital.

Tras un fugaz paso en el primer equipo acerero (18 presencias y un gol), su destape en el torneo azteca fue total, logrando estadísticas consistentes: 55 goles y 22 asistencias en 200 partidos. El domingo se conquistó la Concachampions con la “Fiera”, superando en una doble final a Los Angeles Fc, y el zurdo fue coronado como el mejor jugador del certamen subcontinental que asegura plaza en el Mundial de Clubes.

Fabián Estay, en la televisión azteca, celebró a Dávila y refunfuñó por las pocas chances del ariete en la Roja. “(Ahora) Vas a la selección, no te pone el otro ciego y sordo que tenemos allá de técnico de la selección chilena, porque vas y ¡no te pone!”, dijo el “Pelusa” con el futbolista al frente en un improvisado panel.

“Víctor ya hace un par de años que viene con un rendimiento parejo, ha crecido muchísimo, está jugando como mediapunta, se pude mover en ambos costados, tiene potencia, (Nicolás) Larcamón lo ha potenciado; es el jugador más determinante de León y por eso la Concacaf lo eligió como el mejor del torneo. Ahora es de esperar que Berizzo le dé minutos, porque la vez anterior no le dio la posibilidad de jugar. Dávila puede ayudar mucho en la eliminatoria porque Chile necesita recambio en ataque para no depender tanto de Alexis Sánchez”, profundiza Estay pasada las horas.

El derrotero de Dávila en la absoluta es muy exiguo: Reinaldo Rueda lo puso en un amistoso con Perú, luego ante Uruguay en Montevideo en el premundial 2022 y Martín Lasarte lo utilizó ante Argentina en Calama, con un saldo de 56 minutos en total. A nivel Sub 20 jugó el Sudamericano 2017 en Ecuador y luego fue parte de la preparación Sub 23, pero sin llegar al Preolímpico respectivo.

“Espero darle mucho más a la selección, me toque donde me toque estar, sabemos como es el fútbol, no depende de mí que me toque jugar, al entrenador espero ponérsela difícil esta vez y que me toque jugar un poco más de tiempo”, asume Dávila, que puede ocupar las cuatro plazas de ataque: centroatacante, volante por detrás del ‘9’ y extremo por ambas bandas.

El exzaguero Edgardo Fuentes está radicado en Guanajuato y es testigo del fervor que genera la campaña esmeralda. “Acá son muy fanáticos, la vitrina que significará el Mundial de Clubes es gigante. Este muchacho Dávila anda muy bien, puede cumplir varias funciones, pero cuando arranca de atrás es letal, porque tiene panorama, pegada y gol, hace muchos goles. Debe ser el mejor chileno aquí después de Diego Valdés, que muestra una claridad y calidad tremenda en el América, un crack. Ambos deberían tener más minutos en la selección, poder jugar desde el inicio por lo menos”.

“Huachipato lo trae con 12 años desde Iquique, tras ser descubierto por un veedor en un torneo nacional escolar en Santiago. Llegó a vivir en una pensión, lo que fue un cambio radical para él, que venía de una familia de esfuerzo, pero que lo protegía. Marcaba mucha diferencia con los chicos de su edad, un ‘10’ de mucho talento, pero reacio a las tareas de entrega que implica el juego. No sé si rebelde, pero había que saberle llegar, convencerlo y eso es un desafío, lo más fácil con esos chicos es decirle ‘chao, ándate’, pero él era en el fondo un buen chico. Él supo escuchar a gente que le hizo bien, un entorno que le ayudó a madurar, porque no es fácil manejar fama y dinero, considerando que su valorización en México es elevadísima. Por edad seguramente está en la madurez perfecta para transferir todo su potencial a la selección, por más que le haya tocado los procesos más desinflados de la Roja”, sentencia Carlos Pedemonte, exjefe del área formativa en el CAP.

“Un joven con deseos de triunfar, con la irreverencia necesaria y justa para pedir camiseta”, recuerda el técnico Hugo Vilches a Dávila en el primer equipo sureño. “Nos dimos cuenta rápidamente de que estábamos frente a un jugador capaz de definir situaciones de gol, habilitar a sus compañeros y jugar con decisión y ambición. Personalidad, carácter y actitud desafiante. Hoy puede ser un aporte para la selección, es un jugador con trayectoria internacional, con juego intenso, esperamos pueda rendir en este proceso”, observa.