Año 2011 y a Héctor Tapia, recién ungido como técnico de las series menores de Colo Colo, le corresponde viajar a Antofagasta. Lo acompañan Luis Muñoz, histórico coordinador albo, y Ricardo Ramos, el paramédico.

La jornada transcurre relativamente en paz, aunque la presencia de hinchas albos revoluciona el sector. Mientras “Tito” firma autógrafos y se toma fotografías, le piden que se dé una vuelta por la escuela de fútbol de la ciudad.

Tapia acepta. El trío parte. “Vean a ese chico”, es el mensaje. El chico es Jordhy Thompson. Siete años tiene y juega como los dioses. “El cabro bueno”, exclaman todos. Muñoz pregunta quién es el papá y aparece Luis. Se presentan, se saludan y el coordinador le da su palabra que en uno o dos meses tendrá una prueba en el Monumental, porque es una joya que no se puede desperdiciar. “Allá, en Santiago, estará Lizardo Garrido esperando”, asegura.

Y así fue: el popular ‘Chano’ recibió a la familia Thompson y el talento del zurdo lo dejó con la boca abierta. “Vine y quedé. Venía a los partidos importantes; estaba dos semanas en la pensión y después regresaba”, recordó el futbolista.

El principio no fue fácil: extrañaba y lloraba. Lloraba y extrañaba.

Pero nunca lloró tanto como cuando murió su padre, el 24 de diciembre de 2014, justo el día de Nochebuena. Luis trabajaba quemando plásticos y manipulando combustible; la mezcla originó una explosión que le quemó el 30% del cuerpo. En el hospital de Antofagasta le realizaron aseo quirúrgico y todo iba bien, pero de pronto apareció en la UTI. “Ahí no lo cuidaron y no lo trataron bien. Fue sometido a un coma inducido… Mi esposo falleció, porque no recibió la atención que necesitaba. Hay gente que tiene el 90% del cuerpo quemado y vive sin ningún problema. Además, en los exámenes sale que él tenía la bacteria ‘Acinetobacter baumannii’, mientras que el certificado de defunción figura ‘shock séptico por psudomona quemadura 30% y extremedad superior / síndrome compartimenta brazo derecho’”, contó Norma Ávila, esposa de Luis y madre de Jordhy.

El golpe fue duro. Un mazazo terrible. En Colo Colo consideraron que lo mejor era que viviera en la Casa Alba.

Y así fue.

Al poco tiempo, sin embargo, protagonizó un episodio de violencia familiar. “Quedó, digamos, condicional. La recomendación del área psicosocial fue de prestarle ayuda inmediata porque no controlaba los impulsos y, como castigo, debía volver a Antofagasta hasta que demostrara haber cambiado. Así fue y a los tres meses, más o menos, volvió; Carlos Pedemonte, el encargado de las series menores, quería que jugara. Pero lo que pasó, que fue grave, era una señal. Una alerta”, mencionan en Macul.

En 2017 firmó el primer contrato como profesional con Blanco y Negro (ByN). “Un acuerdo tipo; 700 mil, monto que iba subiendo de acuerdo a los partidos citados y jugados”, comentan. Y en 2021 debutó en el fútbol grande, en el 1-5 ante Ñublense, en Chillán, cuando Colo Colo presentó varios juveniles por múltiples contagios de Covid-19.

Todo iba bien en 2022: cada día era más considerado por Gustavo Quinteros y Patricio Ormazábal lo había citado al seleccionado Sub 20 que disputaría el sudamericano de Colombia.

Fue ahí cuando volvieron los líos. “Durante cinco meses participó de los microciclos de la Roja; lunes, martes y miércoles iba a Pinto Durán. La planificación de la selección consideraba que en diciembre entrenarían una semana en Curicó para realizar trabajos grupales, físicos y futbolísticos. Y Thompson nunca llegó, ni siquiera avisó. En su cuenta de Instagram nos dimos cuenta que estaba en Antofagasta. Jamás dio una explicación. En Colo Colo tampoco sabían, creían que estaba con la selección. Después quiso volver y por supuesto se le dijo que no”, confidencian en el búnker de Macul.

Por esos días, otro golpe para el futbolista: Germán Real —el agente que lo representaba— dio por finalizado el vínculo. “Decidí no trabajar más con él en diciembre, por ser poco profesional, sobre todo con la selección. Gracias a Dios salí a tiempo, porque me enteré de lo que pasó en las últimas horas… Con jugadores que no son profesionales el fútbol no va. El tiempo me dio la razón. No quiero saber nada de ese chico”, relata.

En Colo Colo suman detalles: “Real le entregó dinero a Thompson, para su mamá y hermanos. Nunca se lo devolvió”.

Hoy es representado por Sergio Morales.

En las últimas horas se viralizó la violencia de género contra Camila Sepúlveda, ahora su expareja. “Con Jordhy ya no estamos juntos, terminamos hoy. Él va a estar en tratamiento psicológico, yo también”, dijo ella en las redes sociales.

¿Algo más? Nike, auspiciador de Thompson, está analizando dar por terminado el contrato, “porque no es la imagen del deportista que queremos...”