Si hay una materia que a Louis can Gaal le intriga, y mucho, es justamente el arco. El veterano técnico neerlandés entiende que la función todavía tiene mucho campo inexplorado y por ello se rodea por especialistas trasgresores. Se acompaña de Frans Hoek, su orejero en la materia, quien espoleó el proceso formativo de Edwin van der Sar en los 90 (un pionero como arquero-jugador) y el que decidió el cambio de Tim Krul por Jasper Cillesen para los penales en llave de cuartos de final ante Costa Rica en el Mundial 2014. Van Gaal, además, sumó hace dos meses a Peter Murphy, exseleccionador de vóleibol, para que curtiera a sus porteros y lanzadores en la técnica de distracción en los penales.

Van Gaal y Hoek siguieron a 15 arqueros antes del Mundial y llegaron a una preselección de cinco nombres: Cillesen (NEC), Mark Flekken (Friburgo), Remko Pasveer (Ajax), Justin Bijlow (Feyenoord) y Andries Noppert (Heerenveen). Este último, para la prensa, era el que menos opciones tenía, porque recién a los 28 años logró una titularidad modesta en la Eredivisie. Nunca había jugado en la selección, deambuló sin suerte por equipos de ascenso y hace dos años sufrió una lesión grave de rodilla, mientras su familia le rogaba que buscara un nuevo oficio. Sin embargo, el DT de Países Bajos lo anotó en la lista de 26 que compite en Qatar 2022 e incluso lo puso de titular.

“Es el que está en mejor forma”, justificó. Y Noppert respondió: con su estampa de 203 centímetros, hizo 29 atajadas en los dos partidos primeros partidos del Mundial (este martes Qatar no lo exigió), donde también se mostró confiable el polaco Wojciech Szczesny, que le atajó un penal clave al saudí Salem Adawsari.

“La especialización del puesto ha mejorado muchísimo, llegan mejor preparados en todas las facetas: posicionamiento, achique, juego aéreo, juego de pie. Se ha emparejado, antes en los mundiales se veían diferencias abismales entre el arquero de un seleccionado que era futbolizado con otro de un país que no lo era. La estatura es una condición fundamental salvo excepciones, porque lo más importante del portero es que ataje y para ello necesitas, además de velocidad y potencia de piernas, buen alcance, brazos y piernas largos, es básico. Todavía no veo una actuación soberbia, creo que en la fase de eliminación directa empiezan a verse los arqueros más decisivos, ya sea en la definición a penales, aparecen los que ganan partidos y ayudan a ganar campeonatos”, aprecia Marcelo “Rambo” Ramírez, que estuvo en el plantel de la Roja en Francia 1998 y para quien el mejor del mundo no está en el evento qatarí: el esloveno Jan Oblak.

El especialista Jorge Martínez, tutor de Brayan Cortés en Colo Colo, expone: “Me llamaron mucho la atención Mohammed Alowais (Arabia Saudita) y Shuichi Gonda (Japón), muy ágiles, rápidos, han sido la sorpresa del Mundial, porque además juegan en sus ligas locales. En general, he notado a los arqueros muy metidos debajo de los arcos. Me decepcionó un poco con los pies el español Unai Simón, y pensé que Emiliano Martínez daría más, lo mismo el francés (Hugo) Lloris. (Kasper) Schmeichel también muy metido abajo del arco, él es un arquero de reacción, distinto a (Manuel) Neuer, que anticipa y tiene más lectura de juego, pero también falló en algún gol al primer palo (ante Japón)”.

El japonés Gonda, que superó una depresión y fue mejorado en el rigor del fútbol europeo (atajó en clubes de Portugal y Austria), bien pudo haber empañado la imagen del estreno con su cometido ante Costa Rica, con un salto poco ortodoxo. Martínez lo desgrana: “La jugada lo pilla mal ubicado, debió estar más cerca de su arco; visualizo que salta con los dos pies en vez de hacer esa contorsión en el aire, hace bien el despegue con su pierna derecha, pero debió ir con la mano cambiada por un tema de alcance”.

El uruguayo Jorge Fossati dirigió a Alowais (31 años) en Al-Ahly. “Es un muy buen arquero, en la liga saudí se permite tener un portero extranjero y eso ayuda a mejorar la calidad, están bien trabajados, en muchos casos por técnicos extranjeros. Distinto al caso de Qatar. Allí por norma no se puede tener arquero foráneo y puede que los locales no sean tan buenos, los dos que actuaron (Saad Al Sheeb y Meshaal Barsham) no se vieron bien. El que jugó el primer partido tiene condiciones, lo conozco, pero estaba muy nervioso, me sorprendió sobremanera”.

“Una cosa es atajador y otra es ser buen arquero, no siempre es lo mismo”, advierte Fossati, que recalca el nuevo esteriotipo del cuidavallas en el orbe. “Con menos de 1,85 metros ahora es muy difícil jugar, ya no existe un (Jorge) Campos, están todos entrenados para ser líberos, participar del juego y dominar el área. Este debería ser el Mundial de Courtois, pero en los dos partidos no lo ha certificado, Neuer tampoco estuvo exuberante. Al español no lo vi con seguridad, es nuevo en mundiales”.

El mentado Simón (25 años) genera diversos focos. “Me sorprendió mucho por lo bien que juega con el pie, es muy completo”, detalla Ricardo Tavarelli, exseleccionado guaraní. “Neuer llega precedido de ser de los mejores del mundo hace un tiempo, pero lo juzgamos a partir de un gol y punto. A Courtois también le hicieron dos goles extraños, se le puso gente al frente (en el tiro libre de Marruecos) y se le dificultó, la pelota además viaja rápido. Hay errores de todo el equipo y el arquero muchas veces no se salva”, añade.

Mientras Alisson, meta del Scratch, goza de un torneo apacible, otros se llevan huellas para toda la vida: Keylor Navas sufrió el mazazo de siete goles ante España y “Memo” Ochoa podrá presumir que le atajó un penal a Robert Lewandowski. Los arqueros siguen en la mira. Alertado de la relevancia del puesto, el Grupo de Estudio Técnico de FIFA sumó un segundo exportero al análisis: el colombiano Faryd Mondragón se unió al suizo Pascal Zuberbühler.