España arrolló en su debut y lo hizo sin despeinarse. Le encajó un 7-0 a Costa Rica en un verdadero baile, donde la posesión del balón, las triangulaciones y el aprovechamiento de los espacios fueron la tónica de un equipo joven, pero muy aceitado, demasiado para el débil conjunto centroamericano. Gavi, Pedri y Sergio Busquets, el mediocampo del Barcelona, trasladó su buen toque a su selección, potenciando el juego del equipo con la movilidad permanente de sus tres compañeros de ataque.

“Este resultado nos viene fenomenal, por la diferencia de goles. Seguramente ahora se hablará de nosotros como favoritos, pero tenemos que ser humildes, cautos. Marcamos una diferencia importante y se aplacó cualquier duda que existiese antes del debut”, decía Carlos Soler, consumada la boleta.

Precisamente, en España algunos criticaban la decisión del técnico Luis Enrique de prescindir de un “9” clásico en su once estelar, pues el único para ese puesto, Álvaro Morata, es reserva. “Se pueden decir muchas cosas, pero con los jugadores que tengo, varios llegan a esa posición de remate. Confío en mis delanteros”, replicaba el entrenador antes del debut, apostando a que Dani Olmo, Marco Asensio y Ferrán Torres se turnaran para ocupar esa plaza. Era un tema relevante, porque el combinado llegaba con un marcado déficit goleador a la cita qatarí.

Y la carga para el seleccionador hispano aumentaba con los cuestionamientos que apuntaban a la titularidad de Torres, novio de su hija Sira. Sin embargo, en su estreno en un Mundial, el delantero del Barcelona anotó un doblete, el tercero de penal y el cuarto con una media vuelta de zurda, tras el horror en la marca de la defensa costarricense.

El festejo del “yerno” fue con dedicatoria: con sus manos asemejó la “S” del nombre de su prometida, sacando la sonrisa de su estratega, que antes del debut, también había hablado de su pequeña hija Xana (9 años), fallecida en 2019 por un cáncer de huesos.

“Esto de la muerte es algo que todos hemos de afrontar, aunque no en el orden que me ha tocado a mí. Tenía ganas de volver a recuperar la vida y volver a hacer lo que más me gusta, relacionarme con el fútbol, y demostrar a mi familia que la vida continúa. Son lo más importante, son fundamentales en mi camino, mis hijos siempre están conmigo”, había lanzado Luis Enrique, sin polemizar por la estelaridad de su yerno.

De hecho, en uno de sus transmisiones por Twitch, red social en que se contacta con sus seguidores, el DT fue consultado sobre cuál seleccionado consideraba él como extensión suya en el campo de juego, y luego de unos segundos de pensarlo Luis Enrique bromeó: “Hombre, a Ferrán, que si no mi hija me agarra y me corta la cabeza".

Torres reaccionó con humor a esa declaración, y aclaró: “El entrenador y yo sabemos diferenciar cuando somos familia y cuando entrenador-jugador. Lo estamos llevando muy bien”, zanjaba.

Pensando ya en el estreno, el técnico adelantó que “jugamos de una manera y los que elijo me aseguran buen trato de balón y opciones de gol”, lo que este miércoles se cumplió en cancha: Olmo hizo el primero, Asensio el segundo, Torres los dos siguientes, mientras que Gavi anotó el quinto, entrando en la historia de su país como el español más joven en marcar en un mundial, con 18 años y 110 días (Pelé sostiene el récord planetario con 17 años y 249 días).

Soler y Morata cerraron la paliza ante un rival que no compitió: Costa Rica no pateó un solo tiro al arco y entró en la historia negra de los mundiales. Se conviertieron en la única selección que no remató al pórtico en dos partidos mundialeros: este miércoles ante los hispanos y ante Brasil, en Italia 90.

La goleada solo trajo sonrisas en el camarín español, pero su técnico fue claro: "Estuvimos excepcionales en el manejo del balón y en la finalización de las jugadas, mostramos la misma filosofía de juego de hace años. Ahora vendrá Alemania y no quiero relajación en el equipo, porque si pasa eso nos pueden ganar. No sé quien va a jugar, pero seguramente habrá cambios, porque no contemplo jugar siete partidos con los mismos once jugadores... El elogio debilita, pero todo el que entienda de fútbol sabe que somos un rival complicado”, dijo Luis Enrique.

“Pudimos anotar más goles, fue un partido redondo para nosotros. Esto nos pone en un camino expectante”, decía Olmo, evidenciando la ilusión que impera en la “Furia Roja”, que el domingo puede eliminar a Alemania si la derrota, y siempre que Japón sume ante Costa Rica.

“Tenemos que sacudirnos de esta presentación. España maneja muy bien el balón y nosotros lo perdíamos muy rápido, casi no lo tuvimos (la posesión fue 82% para España y 18% para Costa Rica)”, decía, resignado, Óscar Duarte.