Santiago de Chile.   Sáb 20-04-2024
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Alemania es liquidada por un atacante japonés que alguna vez estuvo congelado en la Bundesliga

El tetracampeón está en el piso tras perder 2-1 ante los nipones. Al autor del gol del triunfo, Takuma Asano, le prohibieron jugar en el Hannover hace tres años, para evitar el pago de su ficha que dependía de los minutos jugados. Ahora en Qatar 2022, el jugador que llevó Arsene Wenger a Europa, tuvo su revancha. Otro mazazo mundial.
Foto: Associated Press.
Equipo Deportes23 de noviembre, 2022
Alemania partió el Mundial 2022 de la misma forma que despidió su periplo por Rusia 2018: atragantada con una derrota durísima frente a rivales asiáticos, esos golpes que dejan heridas profundas y hacen remecer las estructuras más sólidas del fútbol germano. Hace cuatro años fue un 2-0 ante Corea del Sur y adiós en primera fase, y esta vez fue un 2-1 a manos de Japón, enredando en serio el panorama futuro.

“Tenemos que procesar esto ahora. Aceptar la derrota nunca es fácil, difícil de comprender emocionalmente. Siento que jugamos bien durante largos periodos, pero si no conviertes (…) Es ridículo comenzar con una derrota”, soltó Thomas Müller, resumiendo la interna golpeada de la ‘Mannschaft’.

Japón, equipo siempre ordenado y brioso, esta vez subió el listón y le agregó picardía y pegada a sus finalizaciones. También le sumó una dosis alta de dominio emocional para soportar la desventaja y afirmar el rancho cuando embestía el gigante europeo que tiene ocho finales planetarias en la armadura.


La obra de los “Samuráis Azules” ubicó como estrella a Takuma Asano, un ariete menudo, corredor y muy incómodo para zagueros corpulentos como Antonio Rüdiger y Nico Schlotterberg, quien lo padeció en el final del partido cuando el oriental fue a perseguir un tiro libre largo enviado desde campo japonés, ubicando su cuerpo entre el alemán y el balón, y terminó definiendo al primer poste, justo por el agujero que dejó abierto el arquero Manuel Neuer, un capo del achique. Una delicia de ataque directo.

Fama infinita para Asano, jugador de los registros del Bochum alemán, donde no jugaba desde septiembre debido a una lesión de rodilla. Alguna vez fue elegido el mejor proyecto joven de la J1 League, la máxima categoría en Japón, mención que le significó su fichaje por el Arsenal inglés. Fue a petición del técnico Arsene Wenger, quien está en Doha como jefe del Grupo de Estudio Técnico de FIFA y gozó de las travesuras de su muchacho. Pero el asiático, cuya oficina de representación le asigna un sprint de 5,9 segundos en 50 metros, nunca jugó en la Premier League por una traba de visas.

Asano, hoy con 28 años, se tuvo que reinventar en el fútbol alemán. Llegó a la Bundesliga 2 para enrolarse al Stuttgart, donde logró el ascenso. Luego pasó a Hannover, pero esa vez el contrato le trabó su despegue. Si el japonés jugaba cierta cantidad de minutos, el club debía comprar automáticamente su pase al Arsenal en casi 3 millones de euros. El club de Baja Sajonia, que se iba derecho al descenso, no estaba para inversiones y decretó que el oriental no jugaría los últimos dos meses.

El “Jaguar”, como lo apodan los fans, siguió su peregrinar y recaló en el Partizan de Belgrado, donde mostró su repertorio, pero dineros impagos más tarde le harían abandonar el club, generando la furia de los regentes e incluso compañeros serbios. “Takuma no es alguien que traicione a su gente o su equipo”, lo defendió entonces el seleccionador Hajime Moriyasu, el mismo que lo puso ayer en el segundo tiempo ante Alemania para torcer el destino ingrato.

La desesperación de Alemania en la agonía con el meta Neuer buscando un balón aéreo en el área de Japón. Los germanos vienen de quedar eliminados en la fase de grupos en Rusia 2018 y los fantasmas se repiten. Foto: Associated Press.

Asano, ayudado por las variantes tácticas de su equipo y también por la impericia germana frente al meta de Shuichi Gonda, logró el milagro en la inmensidad del estadio Khalifa. Japón desordenó su libreto (4-1-4-1 en el inicio) tras el descanso y se hizo indescifrable, con muchas rupturas internas y el buen tono de los ingresados. El gol de la paridad tuvo participación de tres refrescos: Kaouru Mitoma, Takumi Minamino y Ritsu Doan, que convirtió de zurda, tras manotazo de Neuer.

“Estamos alcanzando el estándar mundial, mostrando nuestra capacidad en el fútbol asiático. Cuando concedimos un gol, continuamos. Tienes que ser persistente, necesitamos ser duros hasta el último minuto y luego podemos aprovechar este momento”, valoró el coach Moriyasu, cuyo equipo deambuló en el debut por muchos diseños tácticos (defendió con cuatro, tres y cinco hombres, de acuerdo a las necesidades del partido). “Agradecemos y respetamos el desarrollo que le ha dado Alemania a nuestro fútbol y jugadores. Hoy ganamos pero debemos seguir aprendiendo de ellos”, añadió el entrenador.

GÜNDOGAN: “NO TODOS QUERÍAN LA PELOTA”


“En la primera mitad fallamos muchas ocasiones. Japón nos superó en eficiencia. Los errores individuales que cometimos no deben ocurrir. Sabíamos que el rival era rápido en la transición y eso es lo que mostró. Hay mucho que compensar, pero todavía tenemos la calidad para vencer a España”, observó el técnico Hans-Dieter Flick, fustigado por cómo gestionó el equipo durante el partido, porque mientras el rival mejoró con los cambios, el ex ayudante de Joawin Löw no estuvo fino en las sustituciones.

El equipo alemán, que pasó arriba con un penal de Ilkay Gündogan (33’), tras una falta de Gonda al lateral zurdo David Raum -de lo mejor en el tetracampeón- tuvo momentos de dominio, pero también fue espeso en la circulación y le costó mucho poner a sus atacantes de cara al gol. Es más, la mayoría de los avances eran finalizados por los volantes centrales —Kimmich y Gündogan— que llegaban de frente.

“Tuvimos oportunidades increíbles para marcar el segundo tanto (...) También nos puede faltar jugar más desde atrás. Hay una falta de convicción con el balón. Sostener la pelota, moverte, ofrecerte. Tenías la sensación de que no todos querían el balón”, lanzó el volante del Manchester City, que lanzó un tiro al poste antes del empate nipón (Jonas Hofmann y Serge Gnabry también tuvieron ocasiones inmejorables).

Hay una falta de convicción con el balón. Sostener la pelota, moverte, ofrecerte. Tenías la sensación de que no todos querían el balónIlkay Gündoganvolante de Alemania

“No defendimos bien atrás hasta el final. No tuvimos la calma para jugar. Si hubiéramos tenido un mejor desempeño, más confianza, habría sido diferente”, aseguró el capitán Neuer, que no lució el brazelete del arcoíris, pero sí portó un mensaje contra la discriminación, además de posar con la mano en la boca en la fotografía oficial, como todos sus compañeros.

“Estamos sumamente frustrados, pero el camino está claro: tenemos que ganar sí o sí a España”, expresó el volante Leon Goretzka. “Debimos haber liquidado antes, le dimos vida al rival”, masculló Joshua Kimmich, en un vestuario donde al primer revés ya varios miran de reojo.


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