Ángelo Sagal: “Si echara el tiempo atrás, le pediría a Rueda que me pusiera en la izquierda para ganar confianza”
Uno de los jugadores emblemas en el ciclo del exseleccionador repasa su capítulo en la Roja. “No exploté y me siento al debe”, admite el talquino. El DT lo quiso reconvertir a lateral. “Pero la gente me iba a sacrificar mucho más”, se excusa y ahonda en las dificultades de ponerse al mismo tono de los emblemas de la ‘Generación Dorada’. “No es fácil, son demasiado top”. El zurdo siente que se fortalece en el Denizlispor, colista de la liga turca, mejorado con un entrenamiento personalizado. “Estoy con demasiada energía”, avisa.
Cuenta Ángelo Sagal (28 años) que ha disfrutado “demasiado” su estadía en Turquía, pese a que su equipo Denizlispor sufre con un descenso inminente (es colista a ocho fechas del final y los últimos cuatro pierden la categoría). “He tenido una buena temporada, de muchas asistencias (6 en 31 presencias) y buenos partidos. Me dicen que la prensa turca habla bien de mí, que me mencionan en los clubes grandes, pero hasta que no se concrete algo real recién ahí lo creeré, que se hable bien me llena de buena energía”, cuenta vía Zoom desde su hogar en Denizli.
—¿Por qué no siguió en México, tenía buenos números?
“Siempre he sido sincero en las entrevistas. Cuando estuve en Huachipato y me preguntaban dónde quería ir, porque sonaba en la U y Colo Colo, yo dije que ya había estado en Colo Colo (inferiores) y el ‘León’ Astengo no me había querido (…) En Pachuca tuve buen inicio, después bajé, volví a andar bien, pero cuando llegó (Martín) Palermo me borró. Ahí decidí irme a Juárez a préstamo. Se me terminó el contrato, podía ir a la MLS, pero siempre he querido arriesgarme a algo mejor, y como jugador libre era la oportunidad de dar el salto a Europa”.
“Estamos complicados”, reconoce sobre su presente en Turquía, “el equipo no juega mal, pero pecamos de mala suerte todo el tiempo. Sí, hemos tenido cuatro técnicos, pero acá es algo habitual, me dicen que la temporada anterior fue lo mismo, en total ochos técnicos en dos años. Me dirigió (Robert) Prosinecki, buena persona, me gustaba, pero tuvo conflictos con algunos compañeros y sintió que el equipo ya no quería luchar por su idea; me hablaba de Zamorano (…) Acá es un fútbol físico, rápido, no de tantas transiciones como en México, pero se choca bastante. Los clubes grandes (Besiktas, Fenerbahce, Galatasaray) hacen la diferencia, nos ha costado muchísimo con ellos, se juega mucho dos veces por semana y los planteles más numerosos se notan. ¿Un jugador? Me impresionó el griego (Anastasios) Bakazetas, pasó de Alanyasport a Trabzonspor, es buenísimo, buen trato de balón, tiene mi edad, pero parece que tuviese más por la diferencia que hace”, ilustra.
"ESTE ES MALO..."
Sagal se transformó en símbolo del ciclo de Reinaldo Rueda al frente de la la selección chilena en un inicio, siendo inamovible en las alineaciones, pero eso le significó estar en la mira de la críticas. “Su salida fue lastimosa, porque él me dio minutos. En mi caso injustamente estaba siendo muy criticado. Uno iba a la selección, se entrenaba una semana y media y se jugaban dos partidos, con compañeros que conocía de jugar uno o dos veces en contra, nada más, coincidir en el mismo feeling, de correr en el momento justo o que el pase vaya al lugar que el compañero quiere, esa sintonía de juego es complicada, requiere tiempo. La gente que no sabe de fútbol dice literalmente ‘este es malo’, no dicen nada más. No di lo que yo puedo dar en la selección, no soy un goleador pero sí soy muy asistidor y en eso fallé y en no haberme desenvuelto en mi posición natural por el lado izquierdo, sacando centros y dribleando”.

El zurdo debutó en la Roja con Sampaoli, luego Pizzi lo llevó a la China Cup y a la Copa de las Confederaciones. Con Rueda sumó una docena de presencias. El caleño lo quiso probar de carrilero, pero Sagal sintió que quedaba muy expuesto a la crítica. Foto: Photosport.
—¿Nunca le planteó al DT que prefería jugar de extremo zurdo y no con perfil cambiado?
“No, hubo un momento con el ‘profe’ hablamos y me planteó que yo jugara de lateral-volante, porque quería probar con tres centrales. Yo en buenos términos le dije que no, porque hace mucho tiempo que no jugaba en esa función. En Huachipato lo había hecho alguna vez por algo puntual con (Jorge) Pellicer, lo mismo en Rangers con Dalcio (Giovagnoli) pero suelto, casi solo atacando. Le dije (a Rueda) que no era beneficioso para mí;, si no lo hacía en mi club, cómo lo iba a hacer en la selección, además la gente ya me estaba sacrificando muchísimo. Si jugaba ahí y cometía medio error me iban a crucificar mucho más, se lo dije con buenas palabras, pero tampoco se dio la conversación como para decirle que me probara más por izquierda (de extremo). Además en esa posición está Alexis (Sánchez), que siempre lo hizo bien. En el último partido miré que pusieron ahí a Jean Meneses (…)”.
(Rueda) Me planteó que yo jugara de lateral-volante, porque quería probar con tres centrales. Yo en buenos términos le dije que no porque hace mucho tiempo que no jugaba en esa función, además la gente ya me estaba sacrificando muchísimo
—Pero el cuerpo técnico lo valoró, siempre lo puso.
“Claro que sí, en la gira europea siento que no lo hice mal, tuve dos asistencias (ante Rumania y Polonia), pero yo jugando por la izquierda, eso siento yo. En los clubes me pasa que siempre he empezado jugando por mi perfil natural y después puedo ir a la otra banda. De chico me decían ‘la primera tócala bien, la segunda igual y así vas a tomar confianza’, eso me pasa. Si se echara atrás el tiempo, le habría dicho que me pusiera por la izquierda para tomar confianza, y casi siempre fue por la derecha”.
—Cuando Rueda dice ‘si me tengo que ir por poner a Sagal y Junior Fernandes, lo hago’. ¿Sintió más presión o respaldo?
“Me sentí respaldado, pero la gente ya estaba contra Junior y contra mí. Recuerdo que incluso Sánchez dijo lo mismo, que nos veía bien, que Junior eran espectacular, que hacía muchos goles en Europa. Esos espaldarazos estaban bien, pero siento que también hacía que la gente tomara más mala onda con nosotros”.
—El fútbol de Vidal y Sánchez es muy avasallador, ¿es complicado acoplarse a ellos?
“El fútbol es uno solo, siento que ellos son muy top, han jugado en ligas muy top. Uno estaba recién empezando en la selección y me costaba eso, quizás a Sánchez o Vidal decirle pásame el balón aquí o allá, ese tipo de confianza, porque en lo otro podías hablarles de todo, ellos son muy humildes en el trato, en la cancha te dan confianza, me decían ‘te he visto en tu club, debes hacer lo mismo acá, suéltate’. Yo fui el que no exploté, me siento al debe. Andaba bien en mi club y no lo podía replicar en la selección, no le encontraba explicación, ya después me dejaron de llamar”.
Estaba recién empezando en la selección y me costaba eso, quizás a Sánchez o Vidal decirle pásame el balón aquí o allá, ese tipo de confianza
—¿Cree que tendrá chances con Martín Lasarte?
“La verdad no sé, por ahora no he pensado en eso, el trabajo a la larga va hacer más ruido. Siento que estoy en mi mejor nivel. En su momento me dije ‘si me voy a Europa, tengo que poner algo más’. Ahí decidí traerme a Turquía a David Guerra, un entrenador específico de fuerza que trabajaba en el cuerpo técnico de Miguel Ponce en Huachipato, justo cuando me compran de México. Uno muchas veces gasta dinero en estupideces y por qué no tomarlo como en una inversión. David me ayuda con la técnica de carrera, trabajo de fuerza, core (estabilización lumbopélvica), sabe cómo adaptar todos los ejercicios a la realidad de juego. Resultado: ahora estoy más fuerte, a los 92 minutos puedo hacer un sprint con la misma potencia que al inicio, termino bien los partidos; sentía que era muy intermitente en mi juego, ahora me siento más constante, participo más de los partidos. Esto nadie lo sabe, no uso redes sociales y no ando contando que entreno doble turno todos los días. Para dar un salto de calidad hay que ser autocrítico, asumo mis errores, mi representante me manda todos mis partidos y los analizo, evalúo las decisiones que tomo en cada jugada, qué pude hacer mejor, si acelero en las zonas adecuadas, también le pregunto al técnico del equipo”.

Sagal entrenando en el régimen del Denizlispor. "Me siento al debe con el gol", dice en una temporada donde fue titular siempre, jugando como extremo izquierdo. Foto: Club Denizlispor.
“En lo único que me siento al debe es con el gol, esta temporada he tenido muchas chances, me las ha parado el arquero, ha pegado en el palo o he fallado, pero en las otras facetas he cumplido. En el tema de la definición debo mejorar técnicamente y lo otro es un porcentaje de fortuna también. Si le quito la mala racha de los goles, es mi mejor momento, me siento con demasiada energía. Hablo mucho con Hugo Rodallega. Con él, un alemán (Marvin Bakalorz) y un polaco (Radoslaw Murawski) tenemos un buen grupo. Hugo me dice: ‘Te veo con hambre de querer ir a un equipo más grande, se te va a dar’”.
Hablo mucho con Hugo Rodallega y me dice ‘te veo con hambre de querer ir a un equipo más grande, se te va a dar’
—¿Qué fútbol le gusta?
“Miro la Champions, el City me encanta, siento que te adormecen y después aparecen, tiene varios zurdos: Mahrez, Bernardo, Foden. Te hacen la ‘serpiente’ y te pueden hacer un gol de una, como Foden al Dortmund. Me gusta ese fútbol, presionar, tener la rival en su arco, quitarle la pelota, como lo hace Bielsa, que con un equipo chico le juega de igual a igual a todos. La Premier League la encuentro espectacular, Rodallega jugó ahí y me dice que es distinta a cualquier liga del mundo, ahí todo el fuerza, rapidez, me repite que yo podría jugar ahí, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, sería lindo”.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.