Santiago de Chile.   Sáb 25-10-2025
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Luciano Aued: “A los chicos les insisto que lean para que se les abra un poco más la cabeza y puedan pensar más allá de una pelota”

El volante argentino completará cuatro años en Chile y con un saldo espectacular: tres títulos en línea y dos Supercopa. Sin embargo, su vida va más allá del fútbol: transformado en uno de los líderes de la UC se ha enfocado en ayudar al desarrollo de los más jóvenes y, también, al crecimiento institucional del club. “Luli” habla con soltura de todos los temas: la pandemia, la depresión que vivió en Argentina y la próxima Copa Libertadores. Profundiza sobre las nuevas generaciones y expresó el sentimiento tras una nueva conmemoración del golpe militar que vivió Argentina.
Foto: Photosport
Raúl Neira27 de marzo, 2021
Luciano Aued tiene en sus manos la Supercopa que Universidad Católica le ganó a Colo Colo el domingo pasado y en su cuenta de Instagram dejó un mensaje. “Lo que estamos logrando no es lo normal y cuesta mucho conseguirlo, por eso debemos valorarlo”, escribió a propósito del feliz momento deportivo de los cruzados.

“Lo normal no es ganar siempre o casi siempre como lo estamos haciendo en este tiempo”, reflexiona. Y profundiza. “Llegué hace casi cuatro años y en ese tiempo hemos logrado un tricampeonato y dos Supercopas. Hace 14 años que juego en Primera y fueron más las veces que perdí que las veces que gané. Hay que crear conciencia: está bien que se consiga, que tenga que ser una meta, pero no es normal, cuesta mucho, y hay que valorarlo, cuidarlo. Pero a la vez hay que seguir”, dice el mediocampista de 34 años.

—En algún momento habrá momentos malos. Llegarán las frustraciones.

“Y me ha tocado. He pasado lo peor en el fútbol, que es irme al descenso con Gimnasia, club del cual soy hincha. Cuando llegué a la UC terminamos en el puesto 11, ni siquiera entramos a una copa… Por lo que me cuentan y lo que he preguntado, hace varios años, antes que llegara yo, se creó un cambio de mentalidad en el club a partir del bicampeonato de 2016. Hubo un quiebre y comenzó a visualizarse otra cosa. Cuando llegué, traté de aportar lo mío, que pelear los primeros puestos fuera una costumbre. La diferencia entre pelear el descenso y el campeonato está en el día a día, el ánimo, la mentalidad, la cabeza. En su momento, Gimnasia venía de hacer muy mal las cosas dirigencialmente, el club era un caos y en el fútbol se paga: en 2009 y 2010 zafamos, pero en 2011 no se pudo evitar y nos fuimos al descenso. Me tocó debutar y criarme en ese contexto. Uno debe crecer a la fuerza”.

—¿Qué fórmula explica el éxito de la UC?

“Encontramos una forma de ser competitivos y de achicar el margen de error para estar más cerca de los objetivos. Está también el ser más profesionales; lo que pasó dejarlo atrás y seguir, el no conformarse, el querer más. Y eso no sucede normalmente. Tratamos de salir rápido de la derrota… Eso pasa por los líderes que tenemos, los técnicos y el club, porque dan tranquilidad. Uno se siente a gusto en la UC; el club hace tan bien las cosas que la exigencia es mucho mayor, porque dan todas las herramientas para que puedas rendir de buena manera”.

—Hay una frase que dice que llegar al éxito no cuesta tanto como mantenerse.

“Y cuesta muchísimo. Por eso hablo de la calidad de líderes que Católica tiene. A quienes se van incorporando hay que hacerles entender al equipo que llegan, al grupo que llegan y al club que llegan. Y los que se van, que les quede un arraigo grande. Eso no es fácil, eso hace que el compromiso sea mayor de todos, de los que juegan y los que no. La competencia es sana y la exigencia es muy grande, entonces a la hora de jugar nadie quiere regalar nada, porque atrás hay uno que quiere tu lugar”.

—Pareciera que la UC es un paraíso.

“Se hacen las cosas muy bien, con coherencia, con un sentido común muy grande. Y eso da resultados. Y si no los da, no se puede reprochar mucho, porque se hicieron las cosas en forma seria, se achicó el margen de error. El técnico que viene se encuentra con un club ordenado, tranquilo; los jugadores que llegan igual, porque hay grandes instalaciones, un lugar de trabajo buenísimo, un clima muy bueno, con exigencias altas, porque no nos conformamos, porque queremos que siempre la UC esté en los primeros puestos e ingrese a copas internacionales. No es casualidad que la UC haya sido el más ganador de esta década, no es un detalle menor. Por eso hay que darle mucho valor. Noto que en Chile y afuera todo el medio elogia a Católica, la toma como ejemplo y es para sentirse orgulloso”.



“QUIERO DEJAR COSAS PARA QUE EL CLUB CREZCA”



—En todos los camarines hay problemas, pero del camarín de la UC se sabe poco. Entre los dirigentes también deben existir diferencias, pero tampoco se conocen. Eso, a diferencia de lo que sucede en la U y Colo Colo. ¿Cómo lo hacen?

“Hablo de la UC, que es lo que me toca a mí. Se cuidan los detalles: puede haber cierto roce, discusiones en cuanto a hacer las cosas de una forma u otra. Todo es puertas adentro. Se cuida el lugar que tiene cada uno. Igual han salido cosas, en “El Mercurio” salieron cosas, se han aclarado y se sigue adelante… Te daré un ejemplo. A los seis meses de llegado al club, no estaba de acuerdo con ciertas cosas que me parecía que debían mejorar. Fui donde ‘Tati’ Buljubasich, me atendió con Juan Tagle, conversamos, nos pudimos de acuerdo y las cosas siguieron muy bien. Y la relación es extraordinaria. Y no fue una charla normal: nos dijimos las cosas, expuse lo que creía se debían mejorar y ellos me dieron su punto de vista. Así se debe trabajar: uno diciendo las cosas que pueden mejorarse, para aportar, y el club hablando de su forma de trabajar. A partir de ahí achicas las diferencias para que todo salga de buena manera”.

—¿Siente, con el paso de los años, fue escuchado y consideraron su opinión?

“Hubo un ida y vuelta riquísimo. Para mí, porque conocí al club, su forma de trabajo que le ha dado resultados, que es muy buena y me gusta; de mi lado aportar la experiencia, las vivencias de haber estado en un club tan grande como Racing. Me parecía que había ciertas cosas que las podíamos aplicar para que el club siga mejorando”.

—¿Qué cosas?

“Un gimnasio, un área de recuperación… Pequeños detalles. Y me han escuchado y han tratado de que vean que las cosas que les he dicho les han servido. Otras no les han parecido, no las han hecho, y me parece bárbaro”.

—No es común que el jugador se involucre en esas cosas.

“Si ves mi presentación en la UC, dije que no me gusta pasar desapercibido por los clubes donde estoy, no me gusta tener un paso fugaz y no dejar nada. Dije que me gustaría dejar una huella. Y no solo es lo deportivo, si la pelota entra o no. Quiero dejar, aportar cosas para que el club crezca, y que el club me aporte para crecer en lo deportivo. Tuve la suerte de que el club me escuchó. Y no solo es conmigo, sino con muchos del plantel. Está buenísimo, tiene que haber ida y vuelta con el jugador, para saber qué piensa y cómo puede aportar. Mañana me voy a ir del club, pero siempre hay que dejar cosas. Trato de inculcárselo a los más chicos, sobre todo a los que han salido del club. Si bien tienen un arraigo y un sentido de pertenencia bastante grande, que vean esos pequeños detalles que hacen que el club crezca. Hay que dejar una semilla, por más que uno después no lo disfrute”.

—Le cae bien el rol de líder.

“Sí, me gusta, siempre lo hice, desde que era más joven. Trato de ayudarlos a todos, aunque uno tiene cierta afinidad o empatía con determinados chicos que tienen un perfil de trabajo, una forma de ser, una humildad grande. Se les tiene un cariño especial y tratas de cuidarlos y ayudarlos muchísimo para que se puedan desarrollar; que entiendan dónde están, el privilegio que significa ser jugador y representar una camiseta tan importante como la de Católica… Que no se mareen, que no pierdan el eje, que las cosas cambian rápido. Por suerte tenemos buenos chicos que escuchan y nos hacen las cosas más fáciles”.

—El jugador joven, hoy, es criticado porque se preocupa de la ropa, el auto caro… ¿Lo ve así usted?

“Hay una exposición mucho mayor. Con esto de las redes sociales, la tecnología, la exposición es más grande que cuando yo tenía 20 años. El dinero que se maneja es distinto, te ven más rápido de cualquier lado y si no tienes una buena familia, no estás bien rodeado, hace que te confundes rápido, te pegues un golpe y que después te cueste mucho más. Las cosas vienen de familia, se aprenden ahí. Quizás hay chicos que no les ha tocado tener una familia firme y hay que ayudarlos y el club en eso tiene que estar pendiente con un psicólogo. Tienen una exposición muy grande, tienen que darse cuenta de eso. Todo lo que hagan va a tener trascendencia y no es fácil para un chico de 18, 19 y 20 años”.






—La juventud quiere llevarse el mundo por delante.

“Sí, y está buenísimo que tengan ese ímpetu y esas ganas de ir para adelante, pero con la medida justa y teniendo ciertos límites. Por eso es importante la función de los líderes y lo que haga el club para guiarlos. Acá se trabaja mucho en eso, por eso tienen la formación que tienen; si bien hay cosas por mejorar, está a la vista la calidad de los chicos que salen y lo importante que ha sido la UC para nutrir al fútbol chileno y a la selección. Tenemos varios chicos de la patrulla juvenil que laburan muchísimo, escuchan y son humildes. Es algo para rescatar y valorar porque no es algo habitual”.

—¿Quiénes son sus más cercanos?

“Saavedra, Munder, que ya no está, Diego Valencia, Clemente… Montes se había lesionado, hablé con él cuando ni siquiera estaba en el plantel para que no bajara los brazos. Cuando subió se resintió y ahí estaba encima… Tapia es un chico re contra aplicado, re contra trabajador y re contra humilde. Con Salomón igual… Pero con los que más vínculo he formado es con Saavedra, Munder y Valencia. Tenemos un grupo donde nos mandamos cosas, notas que nos sirvan, algún documental o algún libro para recomendar. Está bueno leer. A los chicos les insisto mucho que lean para que se nutran desde ese lado, para que se les abra un poco más la cabeza y puedan pensar más allá de una pelota”.

—¿Le sorprende el nivel de Saavedra? Juega como veterano...

“Les da tranquilidad que cuando llegan al primer equipo uno los ayude para que las responsabilidades que tengan que cumplir sean las mínimas y que jueguen como lo hicieron toda su vida. Es fácil de explicar, difícil de realizarlo… Tienen un contexto que los ayuda. Cuando me tocó debutar, peleaba el descenso, me puteaban 30 mil personas y uno creía que era lo normal… No me gusta que los chicos pasen por eso, porque no fue grato. Hay que ayudarlos a entender que si están en el primer equipo es por algo, que no le presten el lugar a nadie, que valoren lo que tienen, que fuera de la cancha pasen desapercibidos y que dentro de la cancha la gente diga ‘mirá qué bien el chico que subió’”.



“EL FÚTBOL SIN GENTE ES HORRIBLE; ES UN VACÍO ENORME”



“Luli” tiene un tema con las redes sociales. “Son importantes para comunicar, de buena manera, pero no más allá de eso”, piensa. Por lo mismo, el 24 de marzo, fecha en que se conmemora un año más del golpe militar en Argentina, dejó una historia para reflexionar: “Memoria. Verdad. Justicia. Nunca más”.

“Siempre hay que conservar el deber de la memoria, siempre he estado cerca de estos temas. No hay que olvidar la historia que pasó. En Argentina desaparecieron más de 30 mil personas, y siempre hay que recordarlo. Y sobre todo nunca hay que dejar de buscarlos ni de luchar… Ante semejante injusticia a cualquier persona se le eriza la piel y dan ganas de actuar, conocer la historia, saber”, analiza.

—Cuando estuvo en Racing apoyó el lanzamiento de un libro sobre el tema.

“Se llama ‘Los desaparecidos de Racing’ y estuve ahí, apoyándolo. El tema me toca de cerca por sensibilidad, más que por la pérdida de un familiar. En el libro se cuentan casos de hinchas de Racing desaparecidos en dictadura que se encontraban en la cancha de Racing porque estaban clandestinos, escondidos. Fueron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a la presentación del libro. Fue muy emotivo. Trato se acercarme a las personas que saben y que cuentan estas historias aberrantes”.

—¿Cómo le afectó la muerte del futbolista uruguayo ‘Morro’ García? Dijo que los jugadores no son robot.

“Pone en alerta, recuerda situaciones que has vivido. Pero uno ha tenido contención, apoyo de la familia, de los cercanos. En mi caso siempre he estado cerca de la familia y me apoyo en ellos. Pero cuando uno está lejos y pasan estas cosas la cabeza no puede manejar la presión, la exposición… Pasar de ser el mejor a ser el peor tan rápido con esto de las redes sociales no es fácil de manejar. Y cuando sucede un hecho irreversible te golpea y empezás a pensar en lo que has vivido, si has tenido un estrés grande, un bloqueo… A mí me pasó, no es fácil de manejar”.

—¿Qué le pasó?

“Cuando pasó lo del descenso de Gimnasia me agarró una depresión grande, no quería salir de mi casa, de mi cuarto. Mi viejo no me podía levantar de ninguna forma y lo único que hacía era entrenar y encerrarme. Cuando era joven le daba más importancia a las críticas, ahora ya no. Si las críticas son de buena leche, conversamos, explico el porqué de las cosas y a uno como que lo terminan entendiendo. Pero no puedes pelear con cualquier persona que esté atrás de una computadora. No es lógico, no es bueno, mejor usar el tiempo en otra cosa. Pero cuando uno es joven es más difícil, por la exposición, por creer que ese mundo es cierto. Y no lo es. El mundo verdadero es la familia, los amigos, cómo te superás, lo que vivís en el club, qué haces en el día a día”.

—Hace un tiempo, a propósito de la pandemia, dijo ‘la economía se recupera, pero la salud no’. ¿Cómo le ha tocado este tema?

“Cuando empezó la pandemia, el año pasado, tuve el privilegio de quedarme en mi casa. Y es un lujo. No tuve la necesidad de salir a trabajar porque no podía comer. Pero en Argentina mi familia sí tuvo esa necesidad, entonces no me aparto de esa realidad. Fui un privilegiado porque me pude quedar en casa a esperar que pase cuidándome de mejor manera. Y ese fue el consejo: traten de cuidarse y si tienen que salir porque necesitan comer, que lo hagan con el mayor cuidado… Ahora me toca con mi nena, que va al jardín. Y si bien va con todos los protocolos y cuidados, da miedo, asusta. Tratamos de ayudarla, de inculcarle los cuidados, y los chicos aprenden rapidísimo, les sale todo natural. Pero sí, lógico que da miedo”.

—¿Y a usted no le dio miedo empezar a jugar?

“Sí, lo charlamos mucho en el club. Tenemos al doctor Fernando Yáñez que es una eminencia en el país y trata de darnos la mayor tranquilidad, la mayor seguridad, siempre está dispuesto a cualquier duda. Al principio da miedo, no sabes con qué te vas a encontrar; después lo vas naturalizando, porque hay un montón de cosas que no puedes hacer: estar dentro de un camarín, hacer un asado, desayunar en el club... hay que ir con el barbijo en el bus, en el camarín están separados los que les toca arrancar de los que están en la banca…”.



Luciano Aued en acción ante Gremio, por la Copa Libertadores. El volante cree que la UC puede hacer algo interesante en el torneo continental. Foto: EFE

—Jugar sin público, que es muy fome…

“Sin público ni hablar; el fútbol sin gente es horrible. Es un vacío muy grande, pierde un poco el sentido”.

—¿Se asimila eso o es imposible?

“No lo asimilás nunca. Una de las primeras cosas por las que uno empieza a jugar, más allá de la pasión y lo que te gusta, es de chico ver los estadios llenos y decir ‘me encantaría estar ahí adentro, hacer lo que uno ama y con todos los hinchas mirando’. Para nosotros fue importante tener a la gente apoyando: cuando hicieron los banderazos, hace poco, se ponía la piel de pollo, porque hacía mucho que no sentíamos ese cariño y emocionaba… Ojalá que pase todo esto y que en el corto plazo, si se puede, la gente vuelva a la cancha. Primero es la salud, que es más importante”.

—Uno revisa su carrera y ha tenido hartos técnicos. Y varios de alto nivel.

“Simeone, Basile... En la UC viví el último tiempo de Salas en el club, pero me quedó su intensidad, su amor por el trabajo. Beñat San José nos aportó su juventud, sus ganas de trabajar, porque cuando es joven quiere hacerlo todo. Nos dio una solidez que habíamos perdido los seis meses anteriores. Con Gustavo Quinteros fue afianzar todo, sumar más conceptos, soltarnos mucho más… Y con Ariel Holan fue totalmente distinto, venía con una metodología que no habíamos trabajado. Ya con Poyet arrancamos bien. Con los pergaminos que tiene, ojalá nos ayude a crecer más”.

—¿Con Holan fue con quien mejor se sintió?

“No tengo uno predilecto, porque con Quinteros me sentí bien. Con Beñat jugué casi siempre y cambiando las posiciones: arranqué de ‘6’, luego ubicó a Saavedra ahí y me puso de interno. Con Quinteros se sumó Pinares e hicimos ese trío que dio tantos resultados. Se sumó Puch, por la izquierda, y nos entendimos de manera extraordinaria”.

—Ya viene la Libertadores. ¿Se ven inalcanzables los brasileños?

“Desde lo deportivo no; pero económicamente y en cuanto a infraestructura están lejos de cualquier equipo, incluso de los argentinos. Pero como digo: compitiendo año a año contra esa calidad de rivales, el club crece por la cantidad de dinero que ingresa y se ve reflejado en el plantel por la calidad de jugadores que pueden llegar. Los roces contra esos equipos nos harán crecer. Llegamos a cuartos de la Sudamericana y quedó la sensación que pudimos hacer mucho más. ¿Es lo que nos gusta? No, queremos más, queremos pasar de fase en la Copa Libertadores, es un anhelo y un objetivo. Veremos el sorteo que nos toca, porque los anteriores fueron duros y logramos competir. Para los chicos tener ese roce internacional es algo único”.

—¿Con este equipo la UC puede pasar de la fase de grupos?

“Mi deseo es que sí, que se puede hacer algo lindo. Para eso trabajamos día a día. Después, depende de un montón de factores. Esperemos el sorteo, veamos cómo nos toca y ahí tendremos un panorama más claro. Pero sí, es un objetivo que tiene el equipo”.
Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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