Es un interinato, pero aprovechó la oportunidad. Eros Pérez tuvo su primera experiencia como técnico de un equipo profesional en Deportes Melipilla, luego de que John Armijo tuviera que cumplir cuarentena relacionada a casos covid-19 en el equipo.

Y mal no le fue: de su mano, los “potros” eliminaron a Puerto Montt y Rangers para instalarse en la final por un ascenso ante Unión San Felipe, definición que arranca este miércoles.

“El sello de este equipo está marcado por voluntad, esfuerzo, convicción, compromiso, responsabilidad, consecuencia, coherencia. El sello aquí tiene que ver con un trabajo que viene hace años, que no es de ahora, de futbolistas que tácticamente entienden lo que el equipo requiere, necesita, lo que las situaciones demandan, y creo que todos los últimos entrenadores que han pasado por Melipilla han podido contribuir para que este equipo crezca”, es la primera reflexión de Pérez en su diálogo con “El Mercurio”.

“Fue inesperado. Paralelamente, mientras trabajaba en comunicaciones en radio y televisión, siempre he entrenado en forma particular a jugadores de ligas amateurs. No es algo desconocido para mí. Y esto fue inesperado, porque estaba con mi familia en Talca para pasar el fin de semana, y me llamaron para preguntarme si podía reemplazar a John Armijo porque estaban con esta situación relacionada con el covid-19, y que el club iba a tomar todas las providencias para que no le ocurriera nada a nadie, ninguna desgracia”.

“No lo dudé. Estuve un par de horas en Talca y me tuve que devolver a Santiago. Dejé a la familia, no pude disfrutar con ellos y tuve que presentarme a dirigir al equipo. No te miento, han existido dificultades que ni se imagina la gente, algunas dificultades que se tienen que obviar y seguir adelante, y contar lo que deje el resultado, ver lo lindo del triunfo. Y más allá de poder entrenar muy poco, porque este equipo está trabajando hace tiempo con John Armijo, y sería muy jactancioso decir que este es completamente mi sello, acá hay un trabajo que viene de la mano de ese cuerpo técnico, pero si te digo algo, he tenido que recurrir a la capacidad de liderazgo, al poder de convicción y a la conducción”.

“He tenido que acercarme a los jugadores desde lo humano, recordar lo que uno fue como futbolista y transmitírselos, entregarles tranquilidad, seguridad, pero con conceptos desde el punto de vista táctico, porque a mí me entregan también ciertas tareas a desarrollar, una planificación”.

“Cuando uno entrena a un plantel, cuando uno está a cargo de un grupo, hay que buscar que el objetivo individual pueda converger con el objetivo grupal, y eso hay que mantenerlo, canalizarlo. Son situaciones que se dan porque la vida no es plana. Desde el punto de la actitud de los futbolistas ningún problema, al contrario”.

“Claro, la receptividad. El hecho de que llego a un círculo laboral, y hay que empezar a socializar, a compartir, y entregar puntos de vista, y a lo mejor los míos son distintos a los del cuerpo técnico titular. Y ojo que creo que todo puede aportar. Afortunadamente se entendió que todos queremos y tenemos que aportar. El fin de semana nos quedamos 12 horas más en Talca, a entrenar, regenerar, almorzar y nos fuimos. Algo que la familia tiene que entender, y hay algunos a los que les gustaría participar y aportar un poco más. Todo eso hay que canalizarlo, hay que en alguna medida direccionarlo positivamente, y eso no es fácil”.

“Hasta que le den el alta a John Armijo y su cuerpo técnico. Yo creo que están a punto de volver. Pero no te puedo negar que la satisfacción es muy grande y por eso mi gratitud para los dirigentes de Melipilla, quienes me han brindado la confianza para poder venir dentro de los márgenes del respeto”.

“Sí, claramente. Es un primer paso que no esperaba. Pero bueno, lo que muchos llaman suerte, es finalmente donde se juntan y convergen la preparación y la oportunidad. Porque si no estás preparado, el grupo de futbolistas te come”.

“Yo quiero competir. Fui entrenador de la Sub 20 de Lautaro de Buin en la Segunda División Profesional, nos estaba yendo bien y vino la pandemia. Ahora me proyecto para competir, quiero dirigir en el fútbol profesional, y espero haber enviado algún mensaje desde el punto de vista de mi trabajo, y que se haya expuesto para algunos profesionales”.

“Creo en los procesos, y siempre hay que respetar los procesos. Estoy preparado para entrenar a un equipo de Primera B o Primera División, aunque creo que dirigir inmediatamente un equipo grande sería muy irresponsable de mi parte. Siento que sería muy importante para mí contar con un equipo de Primera División, porque siento que tengo una metodología muy ordenada. Me siento preparado para estar a cargo de un grupo de personas que potencien sus objetivos personales”.

“Porque falta que se valore más el crecimiento de técnicos como José Luis Sierra en Palestino, o lo que ha hecho Miguel Ponce con La Serena, reconstruyendo un equipo que parecía que iba camino al descenso y mira dónde lo tiene ahora. Son entrenadores metódicos”.

“A mí se me critica mucho en las redes sociales por mi discurso y mis declaraciones, pero lo que digo no lo podría decir más convencido”.

“Noooooo, no me molesta. Uno las lee, hay algunas que sirven para crecer, pero hay otras que no comparto y que simplemente es parte de este puesto, es parte de este ambiente”.