Santiago de Chile.   Sáb 19-07-2025
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Arturo Vidal y Alexis Sánchez, juntos otra vez

Los dos principales referentes del fútbol chileno de los últimos 20 años vuelven a tener un interés común: el Inter de Milán los unió, tal como José Sulantay en la selección juvenil 2006, Claudio Borghi en Colo Colo 2006 y todos los seleccionadores nacionales desde entonces.. Imperdible anecdotario del recorrido de las dos leyendas nacionales que se reencuentran en Italia, tras confirmarse la llegada del ahora exmediocampista de Barcelona al club lombardo.
EFE
Raúl Neira20 de septiembre, 2020
José Sulantay fue el primer director técnico que reunió las virtudes de Arturo Vidal y Alexis Sánchez, cuando a principios de 2006 comenzó a diseñar la selección que representaría a Chile en el Sudamericano Sub 20 de Paraguay, clasificatorio para el Mundial de Canadá 2007.

Así los recuerda el "Negro" Sulantay: “Alexis era alegre, chispeante en el camarín, jugaba extraordinariamente bien. Y Vidal estaba por sobre la media en cuanto a liderazgo: no le temía a nada ni a nadie”.

Sulantay no se quedó en las apuestas futbolísticas y empezó a escarbar en sus vidas. “Conocí sus barrios. Vidal tenía hartos hermanos y solo estaba la mamá a cargo. Entonces fue líder ahí, en su casa. Y empezamos a chocar bastante, porque quería hacer todo a su pinta: si entrenábamos a las 17 horas, llegaba a las 17:10. Había que darlo vuelta, que ese liderazgo fuera positivo”, confiesa el entrenador coquimbano de esa recordada selección Sub 20 de Canadá.

Les decía que eran chilenos atípicos. Contaba historias de grandes deportistas, boxeadores o atletas, que cuando venía lo bueno se caían, que al momento de la verdad no eran los mismos José Sulantay extécnico de Sánchez y Vidal

Fueron horas y horas de charlas. Día tras día. Hablaban de la vida, de sicología, de éxitos y fracasos. Con Vidal, pero también con Sánchez. “Les conté la historia de la chica Daniela García, que perdió los brazos y las piernas cuando la atropelló un tren y que hizo todo por sobrevivir y luego estudiar una carrera. O de un alpinista (N. de la R.: Aron Ralston) que se cortó el brazo porque una roca lo tenía atrapado y si no lo hacía se moría. Les decía que eran chilenos atípicos. Contaba historias de grandes deportistas, boxeadores o atletas, que cuando venía lo bueno se caían, que al momento de la verdad no eran los mismos. Les hablaba de las fortalezas que tenemos escondidas”, rememora Sulantay.

Tantas horas de diálogo generaron conclusiones. “Alexis partió como figura, conoció todos los halagos desde los 15 años; todos sabíamos que sería un crack. Se acostumbró a eso. Y cuando le tocó la parte dura le costó, porque era un poco frágil mentalmente. Eso me convenció que el futbolista chileno más allá del tema físico, táctico y técnico, necesita sicología”, sostiene el estratega de 80 años.

Sánchez y Vidal celebran la medalla de bronce conquistada en el Mundial Sub 20 de Canadá 2007. Foto: El Mercurio

Vidal y Sánchez no solo eran distintos en personalidad: mientras el “Niño Maravilla” llegaba a los hoteles buscando un piano, práctica que conoció de la mano de Mathías Vidangossy; Vidal no dejaba de lado su equipo de música portátil. “Después del Mundial de Canadá, con la medalla de bronce, fuimos a La Moneda y Arturo entró escuchando cumbias a todo volumen. ‘Cómo puede ser eso’, le dije. Y se reía”, recuerda Sulantay.

No fue la única anécdota. En uno de los tantos entrenamientos en Pinto Durán, Sánchez se matriculó con un gol de antología. “¡Matador, Matador”!, gritó recordando a Marcelo Salas. Acto seguido, Vidal, quien no quería ser menos, tomó la pelota, eludió a uno, a otro y a otro: “¡Don Elías, Don Elías”! , dijo, alzando la voz, en honor al tres veces mejor jugador de América.

Ninguno estaba dispuesto a perder ni a ceder. “Préstame el ipod”, le dijo Vidal a Sánchez en uno de los tantos viajes con la Roja juvenil. “No, estoy escuchando yo. Cómprate uno”, respondió Alexis. “Te compro cuatro, si me vendieron a Alemania en 12 millones. Y a ti solo en dos…”. El debate subía de tono y no había marcha atrás: “Sí, pero a mí me compraron a los 15 años, y ahora voy a River Plate. Tampoco tienes un auto como el mío”, lanzó el tocopillano. “Vas a jugar acá al lado, yo me iré a Europa”, replicó el “Rey”.

En eso estaban cuando llegó el entrenador y finalizó la discusión.

BORGHI Y COLO COLO LOS JUNTAN


A mediados de 2006, Sánchez firmó en el equipo popular en el que ya estaba Vidal. Cristián Saavedra, ayudante técnico de Claudio Borghi en el subcampeón de la Copa Sudamericana de ese año, apunta que "los jugadores más grandes tenían la misión de llevarlos, guiarlos, orientarlos. Que no se descarrilaran. Muchas veces esto depende de los guías que les pones si siguen en línea recta o se escapan. Arturo Sanhueza, David Henríquez, Luis Mena, Rodrigo Meléndez... Los íbamos turnando. A Matías Fernández también lo hacíamos asumir responsabilidades. Nunca hicieron un problema. Y quisimos que fueran sus compañeros, porque no es lo mismo que te hable un técnico, 30 años mayor, a que lo haga un jugador que tiene al lado”, explica Saavedra.

Colo Colo festeja el tricampeonato de 2007: el “Niño Maravilla” y “Celia”, que así le decían a Vidal, con la copa de campeones. Foto: El Mercurio

Varias veces, por ejemplo, Henríquez, el capitán, les decía que no usaran zapatos de fútbol de colores: “Solo los negros”, era el mensaje.
Y obedecían. “Disfrutábamos viéndolos jugar, que tuvieran más experiencia. La mentalidad de ellos era ganar y en Chile no iban a tener techo. Lo que consiguieron fue por personalidad y espíritu de trabajo. Querían triunfar”, profundiza el excentral.

Vidal y Sánchez recorrieron caminos distintos en el complejo de calle Marathon: el primero llegó desde abajo; más de una vez, incluso, miembros del cuerpo técnico le dieron dinero para que regresara a su casa. Alexis tenía otro cartel. Y le costó un poco menos.

En Colo Colo bautizaron a Sánchez como “perro nuevo”. Cristán Saavedra explica porqué: “Le tirabas una pelota y corría para todos lados. A un perro nuevo le tiras la pelota, corre tras ella, la quiere morder. Alexis jugaba todo el día con ella: la pateaba, la dominaba, la pateaba, la volvía a dominar, infinito…”.

Disfrutábamos viéndolos jugar, que tuvieran más experiencia. La mentalidad de ambos era ganar y en Chile no iban a tener techo. Lo que consiguieron fue por su talento, personalidad y espíritu Cristián Saavedra exentrenador de Colo Colo

En el Cacique estuvieron hasta 2007, cuando Vidal fue vendido al Bayer Leverkusen de Alemania. Siguieron compartiendo en la selección, donde alcanzaron el título de leyenda tras ganar dos Copa América y meter a la Roja en dos Mundiales consecutivos.

En Brasil 2014 hubo un pequeño desencuentro. La selección de Jorge Sampaoli, concentrada en Belo Horizonte, dejó por un rato el campo de entrenamientos de Toca da Raposa, pues por reglamento debían practicar en unas canchas distantes ubicadas a unos 30 minutos.

En la Roja han vivido de todo: alegrías, frustraciones, desencuentros, pero también cariño y comprensión. Foto: Reuters

La comitiva estaba dispuesta para partir, pero faltaba uno: pasaban y pasaban los minutos y Vidal no aparecía. Sánchez se molestó. Y harto: cuando por fin el “Rey” estaba en el bus, Alexis no se contuvo: “¿Qué onda? Te estamos todos esperando… Es una falta de respeto la tuya”...

El volante no detuvo la marcha hasta llegar al fondo del bus, donde se refugió junto en la “banda pitillo”, que se disolvió en 2017 tras la eliminación del Mundial de Rusia.

Distinta fue la reacción del “Niño Maravilla” cuando Vidal chocó el Ferrari en la Copa América de 2015. Apenas puso un pie en el búnker de Macul, el “7” fue el primer futbolista de la Roja que salió de las habitaciones para recibirlo.

En los estacionamientos de Pinto Durán, Sánchez lo cobijó con cariño. “Olvida lo que pasó hermano, el plantel está contigo. Dale con todo, porque acá estamos para salir campeones…”, le dijo.

Dieciocho días después levantaban el primer título de Chile en su historia. Ahora, una vez más, el destino los reunió para el mismo desafío de siempre aunque con otro color de camiseta: glorificar la temporada nerazzurra.

Raúl Neira

es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, ha estado en la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.

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