El lunes se confirmó la clasificación olímpica de Mauricio Molina, especialista en BMX, pero el joven de 22 años asegura que lo tenía claro desde hace casi tres semanas. Específicamente, desde que capturó el séptimo lugar en el Mundial de Rock Hill, en Estados Unidos, que finalmente lo catapultó a París pues fue el mejor rider no clasificado a través del ranking que se cerró esta semana.

“Lo supe allí mismo, porque de todos los que estábamos en semifinales, solo Canadá y Japón peleaban conmigo el cupo, porque todos los otros ya estaban clasificados. Por suerte nos tocó a los tres en la misma llave y cuando terminé tercero, miré para atrás y vi que ninguno de ellos pasó a la final y yo sí, super altiro que estaba clasificado a los Juegos”, rememora Molina, quien ya está entrenando en Chile hasta el 22 de junio, cuando partirá a Francia para la recta final de su preparación.

El rider hizo historia y se convirtió en el primer especialista en su disciplina (él mismo prefiere el término tradicional bicicross en lugar del formal BMX que se utiliza actualmente) que consigue llegar a una cita de los cinco anillos, el sueño de toda su vida. Antes, Macarena Pérez lo logró pero en la modalidad freestyle, que luce piruetas en una plataforma y no en carreras.

“Es un sueño hecho realidad, es algo que quería no solo en el último ciclo olímpico, sino desde que empecé en el bicicross quise ser uno de los mejores del mundo. Solo llegan 24 a la cita y ser uno de esos 24 me enorgullece mucho, lo ogro a tempraan edad, solo llegan 24 a la cita, ser uno de esos 24 me enorgullece mucho, me deja tranquilo porque me doy cuenta de que el proceso funciona, lo que estamos trabajando está resultando. Soy el primero que lleva el bicicross chileno a unos Juegos Olímpicos y también es un honor llegar a la final de un Mundial”, resume.

“Todo partió hace muchos años con Felipe Vidal, mi entrenador, que me hizo soñar en grande y, en algunos momentos, también puso la mano firme para que mantuviera la línea. Después se fue sumando el resto del equipo: masajista, doctores, kinesiólogo, pero al principio estábamos solo con Felipe, quien creyó en mí desde el principio, es el otro 50% de este logro, sin él no lo hubiera conseguido...”.

“Sin duda. Íbamos a las copas del mundo y Felipe tenía que hacer de mecánico o de masajista, y mirábamos la carpa del frente y tenían hasta chef privado. Fue una gran batalla llegar hasta aquí, por eso lograr el objetivo es placentero. Esperemos hacer bien la pega y que para Los Angeles 2028 tengamos un equipo completo como nos merecemos”.

“Lo he pensado mucho... El gran objetivo ya lo logré, que era clasificar. Ahora quiero disfrutarlo, no guardarme nada. Si logro pasarlo bien pese a toda la presión mediática, del país, si logro hacerlo en cada pedaleo, el resultado llegará solo. Si ya llegué a la final del Mundial con casi los mismos rivales, ¿por qué no podré hacerlo de nuevo?”.

“Tengo dos emprendimientos, una cafetería que estoy cerrando porque necesita mucho de mi tiempo que no puedo darle y con un amigo tenemos un taller de bicicletas. No estudio, tengo solo enseñanza media y en el futuro espero hacer cursos, cosas cortas que me sirvan. No tengo la visión que para ser exitoso hay que tener una carrera universtaria, no tiene sentido pagarle una millonada a una institución salvo que sea médico o algo así. Prefiero las enseñanzas de la vida”.