Inter Miami se desplazó hasta Atlanta, es decir, mil kilómetros al norte de Estados Unidos, pero igual se sintió local: una buena cantidad de camisetas rosadas se vio en las tribunas del Mercedes Benz Stadium.

La tentación de ver a Lionel Messi convocó a casi 40 mil personas, que se retiraron con una sonrisa por el triunfo 2-1 del cuadro de Florida sobre Porto, en el primer triunfo de un cuadro de la Concacaf sobre uno de la UEFA en un torneo oficial.

“El equipo estaba bien, se sintió cómodo adentro de la cancha y encontramos la manera de mover a Porto. Generamos aproximaciones y, siendo un equipo que está en proceso de construcción, nos sirve para confiar en nosotros mismos, que podemos hacerlo y que no tenemos que tener ninguna atadura. Lo que significa esta victoria es seguir con vida en el grupo”, dijo el técnico vencedor, Javier Mascherano, a propósito de lo que sucede en el grupo A, con Inter Miami y Palmeiras con cuatro puntos y a Porto con Al Ahly con uno, tras el triunfo de los brasileños sobre los egipcios (2-0).

Fue mejor el equipo de Miami, desde un comienzo, cuando Messi dejó en posición de gol a Luis Suárez y solo el achique del portero Claudio Ramos evitó el gol. La jugada se repitió, en forma exacta, a los 18’.

Sin embargo, Porto abrió la cuenta tras un discutible penal sancionado por el chileno Cristián Garay (ver recuadro). Pero el trámite no cambió: sin ser un partido de alto vuelo, el elenco portugués estaba lejos de marcar las distancias esperables por sus pergaminos.

Tras el descanso, lo impensado: el empate de Telasco Segovia (47’) y la diferencia a cargo de Messi, quien en un tiro libre ubicó la pelota al mismo palo que debía custodiar el meta rival (54’).

Solo en los descuentos, los europeos cambiaron el ritmo. Apuraron y presionaron, pero era muy tarde. La reacción no fue suficiente.

“Una alegría muy grande, un gran esfuerzo. Manejamos la pelota muy bien, es una victoria muy importante para nosotros y para disfrutarlo… Los rivales están viendo que queremos competir. Hicimos un buen partido, vamos a intentar competir. Hoy (ayer) éramos inferiores, pero tenemos nuestras armas, ahora toca con Palmeiras que es un grande del mundo y será otro partido complicado”, sostuvo Messi, elegido el jugador más importante del duelo.

El presidente de la Comisión de Árbitros, Roberto Tobar, realizó un positivo análisis del trabajo de Cristián Garay en el duelo entre Inter Miami y Porto en el Mundial de Clubes, en el debut del trío del referato chileno, que completaron los asistentes Miguel Rocha y José Retamal. El cuarto árbitro fue el uzbeko Ilgiz Tantazhev.

“Quedé muy contento con el trabajo que realizó junto a su equipo. Demostró un gran nivel técnico y sin duda una madurez que lo tiene dirigiendo partidos de ese nivel. Fue muy criterioso en la administración del juego y permitió una dinámica que hizo del partido un espectáculo atractivo, con mucho control de juego y otorgándole una continuidad que el fútbol moderno y de ese nivel exige. Desde la prevención, su estrategia fue acertada y los diálogos cortos le permitieron mantener la buena conducta de los jugadores. No me sorprendería en lo absoluto que pudiera llegar una nueva designación para otro juego”, sostuvo.

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Garay estuvo involucrado en solo una polémica: el penal de Noah Allen a João Mário, cuando recién se jugaban los cuatro minutos del compromiso en Atlanta. “Garay debió sancionar, porque existe un contacto imprudente. El VAR, a cargo de Juan Lara, lo llama para corregir y es sancionado de forma correcta. Pasa que las imágenes cambian un poco la interpretación de las jugadas”, explica el jefe de los jueces.

Aparte de la jugada en cuestión, Garay no tuvo grandes problemas. Dejó jugar, controló las insinuaciones de juego brusco y no necesitó de amonestaciones.