"Claro, que se generen debates, discusiones y críticas (con y sin argumentos), es propio de cualquier nómina de selección. Y es sano que eso pase".

"Y lo mejor es que, como ha quedado claro este año, los futbolistas chilenos pueden responder, en general, a las expectativas y a las exigencias de un torneo de mucho mayor nivel que el local".

"Es cierto. No hubo guerra de goles, el árbitro no fue protagonista, no hubo peleas ni figuras estilo Leonel Sánchez o Esteban Paredes".

"Quién sabe. Todo puede pasar en la batalla por evitar el cadalso".

"Hay que decirlo. El torneo, sin duda, pese a los protagonistas estelares que tiene, está lejos de ser uno para estar orgulloso".

"El COI y la FIFA tienen una relación de mutua desconfianza que es evidente, pero que se niegan a reconocer públicamente".

"Sería bueno cambiar la fórmula y ponerse a ver lo que está pasando en el mundo para que no nos sigamos quedando atrás en el tren de la evolución".

"No se saca nada con concentrar esfuerzo en buscar el castigo a árbitros que han convivido con la corruptela o atacar a organizaciones que son...".

"Está claro que no se puede esperar que de un día para otro se puedan establecer los criterios deseables para que la Roja vuelva a tener un mediocampo con personalidad definida".

"Y claro, pierden los propios entrenadores por restarse de escenarios que, a la larga, son los que quedan en la historia".

"El éxito de esta nueva etapa que está emergiendo dependerá de los resultados, de la capacidad de convencimiento de quienes la lleven a cabo...".