Cuatrocientos puntos perderá, en las próximas semanas, Alejandro Tabilo (55º). El zurdo, con un desgarro abdominal, se perderá toda la temporada de pasto y hasta arriesga su lugar en el top 100 del ranking mundial. No defenderá los octavos de final de Queen’s, el título en Mallorca y la tercera ronda de Wimbledon.

Así, quedará con 605 puntos al término de Wimbledon, lo que además de hacerle sufrir una caída brutal en el ranking, le podría significar perder la posición de mejor raqueta nacional en desmedro de Tomás Barrios (111º), Christian Garín (116º) o incluso Nicolás Jarry (144º).

El ariqueño dio un paso importante en el challenger de Poznan, todavía sobre polvo de ladrillo, luego de aplastar sin contemplaciones al ruso Alexey Vatunin (335º) por 6-1 y 6-0.

Esta madrugada buscaba colarse a cuartos de final enfrentando al indio Sumit Nagal (300º), con quien jugó dos veces con un triunfo para cada uno.

“Me hubiera gustado que Garín hubiese jugado más torneos previos en pasto, pero seguramente trata de aprovechar el vuelito de victorias y llegar con confianza. Con su devolución y sus tiros planos, le puede ir bien en pasto”, confía Cristóbal Saavedra, exentrenador de Jarry.

Garín defiende 56 puntos hasta el término de Wimbledon, por lo que necesita ganar el título en Polonia y, además de sortear las preliminares del Grand Slam londinense, ganar al menos un partido del cuadro principal en el All England Club.

“Todos pueden jugar bien en pasto, pero Garín, por antecedentes y por juego, es quien parece tener mejores opciones en Wimbledon. En pandemia llegó a cuartos de final y tiene un estilo que le acomoda”, plantea Hans Gildemeister, ex 12º del mundo.

Más a la mano parece la tarea para el chillanejo, que sigue vivo en el challenger de Nottingham, ya sobre césped, y esta mañana juega por la segunda ronda ante el australiano Tristan Schoolkate (106º). Si logra empinarse hasta semifinales en suelo británico y, luego, sortea la fase previa y avanza una ronda en Wimbledon, habrá superado a Tabilo.

Claro que si gana la corona en Nottingham, ganará 125 puntos no habrá más vuelta y ya tendrá los puntos suficientes para superar al zurdo; mientras que si llega a la final, le bastaría ganar un solo partido en las clasificaciones de la Catedral para conseguirlo.

“Su revés es plano y en pasto se desliza aún más bajo. Además, devuelve muy bien y obliga al sacador a mantener la pelota en juego. Tanto él como Christian le quitan tiempo a la pelota y eso es muy importante en la superficie”, confía Saavedra.

Por último, tampoco está descartado Jarry, aunque la tarea parece más empinada para él. Sin un torneo esta semana, aunque sin revalidación de unidades, debe llegar hasta octavos de final, ganando tres duelos en el cuadro mayor, para conseguirlo.

“Tiene un juego vistoso para el pasto, si tiene un buen porcentaje con el primer saque y mete las devoluciones a la cancha, tiene muchas opciones de avanzar. Pero no es fácil enfrentar un Grand Slam desde la qualy”, apunta Gildemeister.

“Puede hacer más saque y red, pero necesita meter más la devolución. Con el juego ofensivo que tiene, puede acomodarse al pasto. En esta superficie hay más sorpresas que en otras, porque a la larga los partidos se definen en poquitos puntos”, sostiene Saavedra.