Los años de lucha de Victoria Azarenka, la tenista que va por la gloria en el US Open
La bielorrusa, de 31 años y exnúmero uno del mundo, juega este sábado la final femenina del Abierto de Estados Unidos ante la japonesa Naomi Osaka con la intención de volver a ganar un título grande: en 2013 fue su último triunfo en un major, en el Abierto de Australia. Luego de un largo período sin festejos, “Vika” buscará volver a darle brillo a una promisoria carrera truncada por las lesiones y un drama judicial por la tuición de su hijo.

En Nueva York, Victoria Azarenka (27ª del mundo) no se separa de su hijo.
Si es que no está en una cancha jugando al tenis, la bielorrusa se pasea por Flushing Meadows de la mano de Leo, de tres años, nombrado así por el futbolista argentino Lionel Messi, a quien idolatra.
En las tribunas del estadio Arthur Ashe, Azarenka no disimula su amor y abraza a Leo como si el mundo se fuese a acabar al día siguiente.
Y de eso sabe un poco la tenista. Hace tres años, su mundo se derrumbaba: con su hijo de apenas ocho meses, la nacida en Minsk se separó de su novio, el estadounidense Billy McKeague, y en ese momento empezó una tortuosa batalla judicial por la custodia del niño.

“Vika” junto a su hijo Leo en las gradas del Arthur Ashe, en Nueva York. Foto: Danielle Parhizkaran
Antes de ese infierno, una joven Azarenka tocó rápidamente el cielo en su deporte: a los 22 años ganó el Abierto de Australia y se mantuvo en el número uno del mundo durante toda esa temporada. Además, logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres, la primera para su país en esa disciplina.
La bielorrusa de 1,78 metros repitió su corona en el major oceánico en 2013, pero luego vinieron lesiones de todo tipo que le impidieron continuar con su tranco avasallador. Después de acumular 17 títulos hasta ese año, no volvió a celebrar hasta 2016, cuando tuvo una buena racha y ganó en Brisbane, Indian Wells y Miami.
“Las lesiones me han hecho más fuerte”, dijo Azarenka en su regreso al máximo nivel. El impulso, sin embargo, duraría solo un par de meses: en julio de 2016 anunció su embarazo y el retiro momentáneo de las pistas.
Con los problemas físicos olvidados, el nacimiento de su hijo traería felicidad a su vida, aunque también drama. El padre del menor peleó en tribunales la custodia del pequeño Leo, y como el proceso judicial se desarrolló en Los Ángeles, California, donde residían ambos, un juez exigió que el niño no pudiera salir de ese estado hasta que hubiese una sentencia.
Fueron tres años en que la tenista pudo jugar poco y nada, debido a las restricciones de viajar a los torneos junto a su hijo. Decidió quedarse con él antes de privilegiar su carrera deportiva.
“He pasado por muchas cosas en mi vida y a veces me pregunto por qué me sucede todo esto. Lo estoy pasando muy mal en estos momentos, pero creo que tarde o temprano me harán más fuerte”, soltó entre lágrimas el año pasado luego de caer en la primera ronda del Abierto de Australia, cuando también confesó que el retiro se le pasó por la cabeza.
Ahora, con el lío legal resuelto, Azarenka goza de cierta tranquilidad fuera de la cancha, lo que ha sabido trasladar a la pista: luego de la pausa por la pandemia, en el torneo de Cincinnati de hace dos semanas “Vika” volvió a ganar un trofeo después de más de cuatro años, y ahora en el US Open buscará su máxima redención: este sábado enfrentará a la japonesa Naomi Osaka (9ª) en la final del prestigioso certamen, que se juega a puertas cerradas en la “burbuja” del recinto neoyorquino.

La tenista europea no puede creerlo: derrotó a Serena Williams en las semifinales del US Open y jugará la final este sábado ante Naomi Osaka. Foto: Reuters
No habrá asistentes para presenciar el intento de Azarenka de firmar un retorno épico, aunque en las tribunas sí estará la persona que más le importa, su hijo Leo.
“Ojalá pueda inspirar a las mujeres a cumplir sus sueños. Ser madre es lo más importante en mi vida, pero también quiero conseguir mis sueños. Eso es lo que quiero transmitir, que las mujeres pueden conseguir lo que se propongan”, apuntó la deportista luego de tumbar a Serena Williams en las semifinales.
A horas de la definición, y lejos de limitarse a pensar en un eventual título, “Vika” describe sus emociones. “Nunca antes en mi carrera había sentido la alegría de jugar y de aceptar el proceso, todo lo bueno y lo malo, incluso cuando era la número uno del mundo y cuando ganaba Grand Slams. Nunca pude alcanzar ese nivel de felicidad en la cancha. Hoy sí disfruto de eso”.

ZVEREV A LA FINAL MASCULINA
En 1989, Boris Becker fue el último tenista alemán en conquistar un título de US Open.
Y este domingo, Alexander Zverev (7°) tendrá la posibilidad de terminar una racha de 31 años sin celebraciones germanas en Nueva York.
“Sascha”, a sus 23 años, se anotó en su primera final de Grand Slam al derrotar en un partidazo al español Pablo Carreño (27°) en las semifinales del certamen estadounidense, en un duelo que se extendió por cinco sets y que quedó en manos del alemán por 3-6, 2-6, 6-3, 6-4, 6-3.
En la previa, el compromiso asomaba como el más importante de la carrera de ambos jugadores. Y es que tanto Zverev como el hispano querían aprovechar las inusuales condiciones que ofreció el torneo: Rafael Nadal y Roger Federer ausentes, y Novak Djokovic descalificado en octavos de final.

Zverev, de 23 años, jugará la primera final de Grand Slam de su carrera. Foto: AFP
Con un panorama así de excepcional, el hambre por destronar al Big Three de lo más alto de un major después casi dos décadas de dominio se notó de sobre manera en el Artur Ashe.
Le costó arrancar al oriundo de Hamburgo, quien fue totalmente borrado de la cancha por Carreño en los dos primeros sets. Aunque Zverev despertaría justo a tiempo y, apoyado fundamentalmente en su potente saque, pudo firmar una remontada increíble.
"No lo puedo creer", dijo el jugador de 1,98 metros al término del encuentro, quien espera rival en la final: saldrá del duelo entre el austriaco Dominic Thiem (3°) y el ruso Daniil Medvedev (5°).

Diego Aguirre Diez
es periodista de Deportes El Mercurio desde 2016, especialista en el área polideportiva, cubriendo tenis, golf, rugby, atletismo, básquetbol, entre otras disciplinas.