Como pasa casi siempre en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno, la carrera se corre el sábado y se ratifica el domingo. Ante la dificultad de adelantamientos por lo angosto de las calles monegascas, lo que se haga en las clasificaciones marca el trámite de la prueba al día siguiente y Lando Norris (McLaren), desde la pole, aplicó la norma para ganar por primera vez en el principado y volver a los festejos este año.

La FIA intentó poner más emoción obligando a detenerse dos veces en boxes, pero poco efecto tuvo en el desarrollo de la prueba. Algunos lo supieron manejar bien, como Racing Bulls, o muy mal, como Mercedes, pero arriba no afectó en nada.

Debido a esta norma, Max Verstappen (Red Bull) se puso en punta y creó una ilusión de que el neerlandés podía ganar. Alargó al máximo su segunda parada y apostó al desgaste de un Norris nervioso que vio cómo se acercaba Charles Leclerc (Ferrari) y que imploraba que su compañero Oscar Piastri, que venía cuarto, apretara al dueño de casa.

“Esperábamos una bandera roja”, reconoció más tarde Verstappen. La bandera no llegó y, a un giro de final, debió cumplir con la segunda detención obligatoria, cediendo la punta a Norris. El británico solo necesitó aguantar los embates de Leclerc para ganar por segunda vez en la temporada, tras la primera fecha en Australia, donde también salió de la pole.

“Pudimos apretar durante gran parte de la carrera, la última curva fue un poco nerviosa con Charles detrás y Max delante, pero ganamos, supongo que no importa cómo. Tuve un fin de semana increíble. Soñaba con esto cuando era niño, así que cumplí uno de mis anhelos”, expresó Norris, que firmó el sexto triunfo en su carrera y recortó distancia en el mundial, quedando a tres puntos de Piastri, tercero en Mónaco.

En tanto, Leclerc se debió conformar con un segundo puesto en su casa. “No estamos contentos con el fin de semana, ayer (sábado) perdimos la carrera. Deberíamos haber hecho un mejor trabajo, Lando lo hizo mejor y se merece la victoria”, se lamentó el monegasco.

El tono del discurso se repitió en varios otros pilotos. “Fue un poco miserable. Generalmente, las carreras aquí, a menos que vayas primero, no son tan divertidas”, se quejó Lewis Hamilton (Ferrari), que llegó quinto, mientras que Verstappen, que se cayó del podio en la última vuelta, alegó que “Mónaco no es nuestro circuito, así de simple”.

Esta semana, la Fórmula Uno continúa en el calor europeo con el Gran Premio de España, en Barcelona.