Karen Roco: “Trabajamos para llegar a una final olímpica”
La canoísta anticipa su segunda participación olímpica, esta vez en single, alejada de su excompañera María José Mailliard. El quiebre de la dupla, las acusaciones cruzadas, los conflictos con la federación y el lado más íntimo de la deportista en una charla imperdible del pódcast Estación París de "El Mercurio".
Karen Roco (37 años) es una histórica del piragüismo en Chile. Oriunda de Constitución, pasó de ser una niña inquieta y traviesa que se la pasaba entre la sala de clases y la inspectoría a las canoas de las aguas maulinas, cuando tenía 10 años de edad y ni siquiera sabía nadar.
Junto a María José Mailliard formarom la dupla más prolífica del canotaje nacional. Fueron las primeras en competir en unos Juegos Olímpicos y las primeras en ganar medallas panamericanas. Ahora, sin su excompañera y compitiendo en singles, busca escribir un nuevo capítulo olímpico en su carrera.
—¿Tiene opciones de clasificar a la final?
“Sí, es una distancia de 200 metros de velocidad y conocemos a las 32 rivales. Es una tarea durísima pero hemos trabajado para llegar a una final olímpica y hemos hecho buenos tiempos”.
—Pudo llegar después de mucho esfuerzo.
“Nos han cerrado las puertas, ha sido tremendo, pero acá estamos dando la pelea, luchando”.
—¿Quién le cerró las puertas?
“Es que ha sido difícil, la federación me ha puesto muchas trabas y muchos controles donde he tapado bocas haciendo buenas marcas y ganando... Bueno, lo importante, y en lo que hay que enfocarse ahora, es en la competencia y después de los JJ.OO. veremos qué pasó anteriormente. Ahora, lo único que tengo en la mente es competir y representar a mi país, región y ciudad de la mejor forma posible”.
—¿Conoce la pista del Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne?
“Sí, el año pasado competí ahí en un test olímpico. La pista me acomodó mucho y estoy muy contenta de competir ahí porque me sentí muy bien el año pasado y eso me fortalece aún más”.
—¿Es importante la pista en el canotaje?
“Sí. Por ejemplo, el viento puede favorecerte o perjudicarte si eres derecha o zurda. Es una distancia de velocidad de 45 o 46 segundas y todo puede pasar: así como puedes ser primera, puedes ser última. Es así, depende de cómo esté el día, el viento, cómo te sientes y en qué forma llegas. Esperemos que se dé todo y dar lo mejor”.
—¿Cómo consiguió los recursos para que su entrenador Johnnathan Tafra la acompañe a su preparación en Polonia? Porque faltaban ocho semanas para los Juegos y usted estaba en Constitución.
“Así es, estábamos esperando porque la federación no quería aprobar mis recursos ni sabían con qué entrenador iba a venir. Estaban haciendo un sorteo para ver qué entrenador me acompañaba y eso para mí era una falta de respeto hacia mi preparación, porque yo ya tenía mi entrenador, que es Johnnatan”.
—¿Y por qué estaban haciendo un sorteo? Lo normal es que vaya el entrenador del deportista.
“Debe haber cosas que ellos saben y al final uno no quiere meterse en problemas. No querían a mi entrenador, el motivo nunca me lo han dicho, ni siquiera lo quieren nombrar. Y eso que él ha demostrado con creces que tiene los requisitos para estar conmigo a nivel olímpico. En el Panamericano, fue él quien clasificó la embarcación en dobles junto a Bárbara Jara y tuvimos récord en single C1 500. Se ha mantenido haciendo cursos de canotaje, no ha perdido el tiempo y ha trabajado todos los días”.
—Usted forjó su clasificación en Sarasota (EE.UU.). Ahí ganó el cupo país.
“Sí, junto a Bárbara (Jara) ganamos el cupo en dobles. Hubo una injusticia porque si había control para C2, también tenía que haber en singles y yo lo solicité pero me comentaron que solo habría control en dobles y que se le respetaría el cupo a María José (Mailliard). Pero a nosotras, como dobles, no se nos respetaría entonces fue una injusticia de parte de la federación. Después con Bárbara conversamos porque una de las dos tenía que quedar fuera. Hubo un control interno en Chile y con ella sabíamos lo que iba a pasar porque conocíamos cómo era el nivel. Fue como ir a hacer una pasada en Curauma, donde tuve hartos problemas con la federación, que me obligaba a quedarme en Curauma, o sino me bajaban de los JJ.OO. Sufrí muchas amenazas de parte de la federación”.
—¿Por qué? ¿Desconfían de usted?
“Ellos querían manipularme de todas las formas para hacer lo que querían conmigo. Yo ya tenía un proceso y mi mejor forma y resultados de toda la vida fueron con un entrenador. Yo no quería que cambien a otro entrenador que me corrigiera la técnica y modificara la planificación. Con Johnnathan conseguimos resultados en Panamericanos y controles y demostramos que estoy en mi mejor forma deportiva. Ellos no querían respetar mi proceso, no querían respetar nada. Pasó el tiempo, quedaban 30 días y con mucha presión, quería ir a mi preparación en Polonia y dije: 'Voy con mi entrenador y si no quieren, me consigo los recursos por otro lado'. Ese día me llamaron y me comentaron que me iban a apoyar para viajar con mi entrenador”.
—Ha sido una larga teleserie y muy encima de los Juegos.
“Muchos chicos de otros deportes igual me han escrito para decirme que no solamente pasa en el canotaje, son varios los deportes donde no van los mejores, sino que van los hijos de los entrenadores o los dirigentes. Ahora yo voy a los JJ.OO. y mi entrenador no está acreditado, me va a tener que ver desde una galería. Hemos enviado mil cartas para que me ayuden con la acreditación y que él esté en mis entrenamientos y se niegan, están súper cerrados. Hay dos acreditaciones: una para el entrenador y otra creo que para la presidenta, que es la encargada de traerme la ropa”.
—Quizás le está pasando la cuenta todo lo que pasó con Maillard.
“No sé, no creo”.
—Maillard la definió como “Judas” y la acusó de desear que a sus rivales se les quiebre la pala o cosas muy reñidas con el espíritu olímpico.
“El tiempo me ha dado la razón a mí y yo no tengo nada que decir contra María José. En la Copa Mundial de Hungría (2023) ella tuvo problemas con Bárbara, a quien le empezó a gritar porque me estaba alentando a mí. Esto ya está en el Comité Disciplinario y se verá a la vuelta de los Juegos. No tengo nada que decir de María José, ella es parte del Team Chile, compite por el país y le deseo lo mejor. Si ella se va a desquitar hablando de mí, es su problema”.
—Ella dice que usted la perjudicó mucho y que la comisión la sancionó por medio año y además perdió auspiciadores.
“Le quitaron auspiciadores y todo, pero no fui la única, fueron como diez deportistas que hablaron”.
—Pero usted era su compañera desde siempre.
“Es que en estos momentos podríamos haber ganado medalla fácilmente si estuviéramos bien, yo creo que eso es lo que más le duele. El mejor bote, fríamente, es con ella y yo. Hubiéramos logrado algo histórico para nuestro país y eso a lo mejor le duele bastante. Y yo creo que yo no la he traicionado. Ella sabe y yo tengo un código y no voy a hablar las cosas que ella hablaba en el momento. El tiempo me va a dar la razón”.
—Imagino que desmiente categóricamente las acusaciones de que usted deseaba que a las rivales se les cayera la pala o sufrieran inconvenientes de ese tipo.
“¿Cómo voy a estar deseando eso yo? Todo se devuelve y en algún momento se le devolverá todo a ella. Intentó sacarme de Santiago 2023 cuando yo estaba por el piso y aquí estoy, en unos JJ.OO.. Lo más bonito es que voy a competir en single y el resultado va a ser solo mío”.
—Ella dice que usted no debería competir en los JJ.OO. porque no ha cumplido con ofrecer disculpas públicas.
“Se basará en eso para que no compita y no le gane. Ahora somos rivales y ella a lo mejor no quiere que compita porque tiene miedo de... Porque antes, cuando competíamos en el C2, éramos un bote equipo pero la nombraban a ella, tenía todos los auspiciadores, tenía todo. A lo mejor no quiere que mi imagen siga creciendo, no sé”.
—¿Qué va a pasar cuando se tope con ella en París?
“Es que ya nos topamos en la Copa Mundial, incluso ella calentó en mi pista, y cuando me ganó, porque me ganó, me gritó 'bastarda'. Yo le dije: 'Felicitaciones, nos vemos en París'. No le voy a seguir el juego porque al final si le va bien a ella, le va bien al canotaje, a Chile y a un país entero donde sabemos el sacrificio que hace cada deportista”.
—¿La va a saludar?
“No sé si saludarla, porque quizás me pega”.
—Como las escucho a ambas, es imposible pensar en una reconciliación. Y realmente en el agua formaron una dupla espléndida, la mejor que ha tenido Chile.
“Yo mejoré mis tiempos y las peleas empezaron cuando empecé a acercarme a ella, cuando me separé de verdad y comencé a no hacerle caso en lo que quería, ella quería llevarme a España a entrenar y yo siempre quise quedarme con mi entrenador, fiel acá, en mi casa con mi hijo. Y ella se enoja cuando no hacen las cosas que ella quiere ,y con el enojo habla cosas mías como que le deseo el mal a otras personas. De verdad, no se qué quiere”.
—¿Es imposible la reconciliación?
“No, ya no hay vuelta atrás”.
—¿Piensa seguir con un nuevo ciclo olímpico a Los Ángeles 2028?
“En Tokio 2020 yo dije: 'Hasta aquí llegué, estoy cansada, no vuelvo a remar nunca más'. Y aquí estoy en mi segundo JJOO., entonces no quiero decir nada porque va a depender del resultado que obtenga en París. Antes siempre dependía de un bote equipo, del doble, y ahora voy en un single, algo nuevo para mí. No puedo decir 'me voy', si el cuerpo me dice 'vamos, sigamos' y tengo energía para más, voy a seguir. Pero no lo tengo muy claro”.
—¿La clasificación a París sirvió para sacarse la espina de no haber estado en los Juegos Panamericanos?
“Ahí hay justicia divina porque hicieron todo para sacarme de un bote doble en Santiago 2023. Los tiempos que hice demuestran que no era yo la que no estaba preparada para seguir compitiendo. Se trató de ensuciar mi imagen diciendo que yo era la que no servía, que estaba vieja y no iba a competir”.
—Fue la última vez que compitió con Mailliard.
“Sí, primero la subieron con Paula (Gómez) y luego, cuando le tocó conmigo, no remó. Eso lo dijo un diputado (Jorge Guzmán, Evópoli), llegó a acusaciones de todo tipo y al final quedé yo como la mala e inservible”.
— Pero la relación venía estropeada. ¿No cree que debió advertirlo?
“Lo advertí, envié miles de cartas. Le dije a la federación: 'Hagan el control en single porque María José no va a remar en el C2'. Me respondieron: '¿Qué hacemos?'. Pedí que entonces me dejaran tiempo para prepararme con Bárbara Jara, con quien hicimos un muy buen C2 en el clasificatorio. También fue súper injusto porque a ella (Mailliard) le tocó otro heat, nunca nos encontramos y pudimos competir en contra. No fue algo justo bote contra bote, una al lado de otra compitiendo. No se dio esa oportunidad. Entonces, hay muchas injusticias”.
— ¿No estar en Santiago 2023 es lo más doloroso que le ha pasado en su carrera?
“Esos días lloré como nunca, porque mataron mi carrera deportiva por llevarle el juego a una persona y hacerle caso a todas sus cosas. Me la lloré toda y me levanté gracias a mi entrenador, por eso tengo una lealtad tan grande con él. Seguimos juntos, preparándonos para los JJ.OO., la cita más importante de un deportista. Él hizo que yo crea en esto y entrenamos durísimo, de luna a luna sin parar, y aquí están los resultados: estamos ad portas de competir en mis segundos JJ.OO.”.
— En 2021 se presentó como candidata a consejera regional (CORE) en el Maule. ¿Qué pasó?
“Es súper estresante. El ciclo olímpico son cuatro años de preparación y no quería saber nada. Me dio coronavirus, tuve muy mala preparación y no quería saber nada del canotaje. Yo soy muy amiga de un exalcalde de Constitución y me dijo: 'Karen, si quieres salir del canotaje, tírate a CORE y yo te voy a apoyar'. Gané, tuve mucha votación y estoy muy contenta por eso. Pero nos faltaba una firma del abogado y como yo no era militante del partido (Evópoli), dejaron al que quedó segundo, que sí era militante. Yo iba con el apoyo del partido, pero de forma independiente. De los doce consejeros de todo Chile que les pasó lo mismo, todos apelaron menos yo, porque dije: 'Es una pérdida de tiempo, voy a seguir remando mejor'. Pero por algo pasan las cosas, estoy en unos JJ.OO. y es impagable para mí”.
—Además, al año siguiente, en los Juegos Sudamericanos Asunción 2022, ganó el oro.
“Sí, remé súper bien”.
—Con la “Cote” Mailliard.
“Hicimos un tiempazo”.
—¿Cree que con ella podrían pelear en el C2 500?
“Yo creo que habríamos ganado una medalla, sinceramente. Estoy muy preparada, muy bien en los 500 metros. Hice récord panamericano en la clasificación. Si hubieran pensado en eso y en juntarme con María José, que es medallista mundial en 500 metros, imagínense cómo estaría caminando el bote. Cosas del destino, se rompió esa relación, lo lamento mucho. Si ella me va a culpar a mí de todas las cosas... Yo sé las cosas que pasaron”.
—No puedo dejar de preguntarle por su hijo, Máximo. Me imagino que es difícil, hay viajes largos y alguna vez quizás se replanteó lo que estaba haciendo.
“Es súper difícil, pero él ya está acostumbrado”.
—Ahora, pero quizás cuando era chiquitito, no.
“Sí, él lloraba y a mí se me partía el corazón por dejarlo solo. Me iba llorando a todas mis competencias. Fui a una copa en Rusia y me dijeron que tenía que quedarme tres meses. Fue chocante, quería regresar a Chile y al final, por decisión de la federación y mi entrenador, me tenía que quedar. Lo bueno es que hay cámaras y se puede hablar por videollamada. Pero ahora él está en su mundo, en una edad que no me pesca mucho. Se siente orgulloso y todo pero está meetido en el fútbol, con sus amigos y su gente y eso me deja más tranquila. Somos súper pocas las deportistas madres: la Natalia Duco, yo y no sé quién más”.
—¿Nunca pensó en largar justamente por eso?
“Es que cuando tuve a Máximo yo no iba a remar. O sea, yo volví a remar para bajar de peso, nunca pensé seguir remando. Si hubiera sabido que iba a ser así, tan difícil, no sé... Se dio todo súper rápido pero nunca pensé que iba a seguir remando. Me veía haciendo mi vida como preparador físico, que es lo que estudié. Pensaba que sería profesora de canotaje, algo así. Pero como estaba ahí, en el mundo del canotaje, 'pesqué' la canoa, y salí a remar porque estaba muy gorda después de mi embarazo. Y Hugo Soto, mi exentrenador, me dijo: 'Oye, estás para competir'. A las dos semanas fui a una competencia y la gané. Nancy (Millán) y María José venían llegando, habían sido terceras del mundo y en esa oportunidad yo gané. Y eso que llevaba dos semanas remando. Entonces me empezó a picar el bichito de seguir compitiendo. Sabía que iba a ser más difícil teniendo un hijo pero nada es imposible y aquí estamos”.
Felipe Vial
es el Editor de Deportes. Fue redactor en los diarios El Mercurio y La Época, en las revistas don Balón y El Gráfico; columnista de T13 Radio y Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2014.