“Es un poco difícil de aceptar”, se lamentó Joaquín Niemann tras terminar el último torneo de la temporada del LIV Golf, en Indianápolis. No bastaron sus cinco triunfos del año, ni su dominio casi toda la campaña, ni el llegar líder del ranking al último día de la temporada. Al final, el talagantino debió inclinarse ante la regularidad del español Jon Rahm, que volvió a coronarse como el campeón de la clasificación anual individual.

Lo del nacido en Barrika fue una exhibición en la última ronda: diez birdies, un águila y un bogey en el 14, que no ensució la brillante remontada del español, que comenzó un palo atrás de Niemann, con quien compartió grupo.

Fue un “mano a mano” entre ambos, con el también español David Puig como testigo de lujo y el otro miembro del trío. En el sexto hoyo, Rahm ya estaba dos palos arriba de Niemann y en posiciones suficientes para capturar los puntos necesarios para superar al chileno en la tabla general. Tras eso, vino un infartante cambio de liderato, donde la punta se alternaba en cada hoyo.

Hasta que llegó la bandera 15. Rahm revirtió el bogey de la bandera anterior con cuatro birdies consecutivos e incluso trepó a la punta, superando al colombiano Sebastián Muñoz, que lideraba al comenzar el domingo. Ese ascenso era clave: Rahm necesitaba ganar y esperar que Niemann, que se bajó en el 15 y el 17, no fuera segundo.

Y no lo fue. Quedó cuarto y saludó con una tibia sonrisa al hispano al terminar el recorrido. La ronda de 66 golpes (-5) fue buena: cinco birdies, un eagle y dos bogeys. Pero no fue suficiente para sumar 18 millones de dólares como campeón.

“Jon jugó de maravilla. Yo jugué bien, empecé a mostrar mi mejor golf en los últimos nueve hoyos, lo cual me enorgullece, pero al final del día, los putts no entraron y no fue suficiente”, analizó Niemann, que cerró la campaña con un total de 24,1 millones de dólares en premios y un bono de US$ 8 millones por ser segundo, a 2,48 puntos de Rahm.

El español, en tanto, perdió ante Muñoz en su segundo desempate seguido y cerró la campaña sin títulos, pero con una regularidad pasmosa. Fue top 10 en doce de los trece torneos; en el otro fue 11º. “Sé que debería estar feliz, pero no me siento muy bien al terminar el año perdiendo dos playoffs, pero estoy seguro de que con el tiempo lo superaré y realmente aprecio lo que he hecho este año, ganar la temporada sin ganar ningún torneo. Se necesitan muchas coincidencias para que se repita el año que ha tenido Joaquín. Se puede argumentar que probablemente él era el que más se merecía ganar esto, pero es el sistema de puntos que tenemos y, de alguna manera, salí adelante”, apuntó el vasco.

Un cierre agridulce para Torque, además: celebró la victoria de Muñoz y su primer festejo como equipos, pero no pudo llevar a Niemann a ganar la general y dijo adiós a Guillermo Pereira, que fue 36º (-8) y finalizó en zona de relegación, por lo que saldrá del circuito, a menos que gane los torneos promocionales. “Espero tener más oportunidades en el futuro. Si no es así, sé que lo di todo estos dos últimos años. Pero, en general, también estoy muy feliz por estos chicos y por haber ganado con este equipo”, apuntó “Mito”.

La temporada del LIV finaliza este fin de semana con el torneo por equipos en Michigan.