Son días especiales para Cristóbal del Solar. Hasta hace dos semanas, era un promisorio golfista chileno, que había estado cerca de ascender al PGA Tour, pero que convivía en el Korn Ferry Tour con más de un centenar de jugadores como él.

Pero todo cambió en Colombia. En el marco del Astara Championship, en Bogotá, cuando el chileno firmó la mejor tarjeta de la historia del circuito, con 57 palos, una vuelta que dio la vuelta al mundo y que lo hizo saltar a los titulares en todas partes, tal como le ocurrió al irlandés David Carey, quien logró el mítico número en el Alps Tour, aunque su carrera nunca despegaría del todo.

Del Solar no quiere que termine así. Y, aunque sabe que tiene que aprovechar la pantalla que le dio su vuelta récord, intenta no distraerse de su camino, que espera que lo lleve al circuito más importante del mundo, que decidió invitarlo a jugar el México Open, quizás como una forma de ir adaptándose si logra el ascenso al final de la temporada.

Allí, luego de un gran primer día, retrocedió en la tabla pero sorteó el corte y terminó entre los 50 mejores.

“Jugué muy buen golf, me di muy buenas chances, las condiciones del día y de la cancha se dieron perfectas para hacer un buen score. Obviamente, uno nunca se plantea hacer un 57, pero uno trata de jugar lo mejor posible y el día salió como yo quería. Fue increíble”, repasa el golfista.

“Obvio que sí. Me ha ayudado, ha sacado mi nombre en las redes sociales, en las noticias, así que tengo que sacarle el mejor provecho que pueda y ver qué tan lejos me puede llevar, aunque tengo que seguir jugando bien golf, porque quiero ser de los mejores golfistas del mundo, esa es la meta. Pero sacarle provecho sí, lo mejor que pueda”.

“Ojalá. Vengo jugando muy buen golf desde hace tiempo, trabajando con Eduardo Miquel en la parte técnica, Eugenio Lizama en la parte mental y con Ken McDonald, en Estados Unidos, en la parte física, así que venimos dándole buena consistencia a mi entrenamiento, trabajando muy duro desde hace varios años, así que en algún momento se va a dar. Ojalá sea este año, voy a hacer todo lo posible y voy a dar lo mejor de mí para alcanzar las metas que quiero”.

“Nada, como decía recién, solo consistencia, trabajo muy duro, muchas horas de práctica. Le hemos dado durísimo al gimnasio, a la cancha y muchas horas a la parte mental. Con Eduardo hemos trabajado mucho en el swing y gracias al trabajo con Ken en la parte física, estoy mucho más fuerte, más grande, pegándole más duro y más consistente técnicamente con el swing. Al final, creo que es una evolución de años, por eso es tan difícil responder qué fue, qué cambió, sino que es un camino en la línea correcta. Estoy feliz por dónde estoy y hacia dónde vamos, hay que seguir ahí”.

“Sí, lo he pensado, pero es un resultado de mi juego, así que no es algo que estoy pensando constantemente. Tengo que enfocarme en mis torneos, en llegar a mis metas anuales y de mi carrera. Si sale, increíble, pero si no, hay que seguir dándole nomás”.

“Jajajá. No. No creo. No lo sé. Como decía, trato de seguir mi meta, que es subir al PGA Tour, es en lo que estoy en este momento, así que quiero cumplir eso y seguir hacia adelante. Uno no sabe hasta dónde puedes llegar cuando juegas buen golf, pero por ahora mi meta es el PGA Tour”.

“El Chile Classic es un muy buen torneo, voy a poder estar con mi familia, con la gente cercana, así que es una muy buena oportunidad, ojalá que a los chilenos nos vaya bien y ojalá que salga todo bien”.

“Obvio, hay muchos jugadores buenos. Agustín Errázuriz, Carlos Bustos, Gabriel Morgan, ‘Toto’ (Tomás Gana), hay que seguir trabajando, meterle más duro de lo que uno cree y tratar de llegar lo más lejos que uno pueda. Creo que les va a ir bien”.