Santiago de Chile.   Mié 02-07-2025
7:17

En la mente de Guillermo “Mito” Pereira: “Quiero ser el número uno del mundo”

Pasó de ser el niño más promisorio del golf chileno a renunciar a este deporte cuando tenía catorce años. Un talento que perdió el rumbo, pero que encarriló a su tiempo y forma. Con 26 años, por fin camina entre los mejores del mundo. Una ruta pavimentada en base a psicología y poder mental. “Estoy donde siempre quise estar”, dice el oriundo de Buin. En sus palabras, y desde la élite del golf, Guillermo Pereira relata su pasado, presente y futuro.
Foto: France presse
Diego Aguirre Diez02 de octubre, 2021
Guillermo Pereira cuenta que hace unos días estaba hablando con Joaquín Niemann, en su casa en Florida, sobre todas las dificultades que había tenido que pasar el oriundo de Buin para alcanzar el PGA Tour. “Joaco”, a su modo, le preguntó por uno de los episodios que marcó la vida de “Mito”: cuando tenía catorce años, Pereira decidió abandonar la academia en la que estaba en Estados Unidos y retirarse del golf. Estuvo dos años fuera de las canchas.

“¿Pero weon, qué pensabai hacer de tu vida si no jugabai más al golf?”, le consultó el talagantino a uno de sus mejores amigos.

Pereira miró a “Joaking” y se quedó en silencio. Meditó unos segundos y contestó: “No sé”.

Guillermo Pereira se ve contento. Este fin de semana está jugando su segundo torneo oficial como miembro del PGA Tour, en el Sanderson Farms, donde pelea por meterse en el top 30. Hace unas semanas firmó un tercer puesto en el Fortinet Championship, en su estreno en el circuito. Por videollamada, y desde Mississippi (EE.UU.), el golfista chileno repasa con “El Mercurio” el camino que tuvo que recorrer para estar en la élite del golf mundial. Su retiro de este deporte cuando tenía catorce, dice Pereira, fue un punto de inflexión.

—¿En serio no había nada más que le gustara hacer?

“No mucho. Es que en el fondo tenía una cierta seguridad de que iba a volver a jugar golf y que me iba a dedicar a esto. Era raro, en verdad. Cuando me preguntaban en ese momento, decía que iba a estudiar Ingeniería Comercial y así no me seguían preguntando, pero en el fondo sabía que no iba a ser así. Joaco (Niemann) me dice que tengo que escribir un libro cuando me retire, con todas las cosas que me han pasado jaja”.

—¿Se arrepiente de ese retiro momentáneo?

“No, no cambiaría nada de lo que hice. Todo me ayudó para crecer. Si me hubiese pasado a los 18 años, claro, habría sido distinto. En el 2018 fue otro de los momentos complicados que tuve en mi carrera. Tuve un bajón anímico y deportivo. Pensé lo peor también, que quizás no volvería a un nivel aceptable. Pero de todo aprendí y ahora puedo manejar ese tipo de situaciones mucho mejor”.

Pereira a los diez años. Desde niño, el oriundo de Buin daba entrevistas gracias a sus logros en torneos internacionales. A esa edad logró el segundo puesto en un mundial. Foto: El Mercurio


—¿Por qué se alejó del golf?

“Tenía 14 años, en una edad donde empiezan las juntas con amigos, las fiestas. Yo estaba en una academia en Estados Unidos, que era básicamente un internado, y veía a mis amigos en Chile llevar una vida totalmente diferente, y que lo pasaban la raja. Y esas cosas influenciaron para que me retirara de todo. Fueron dos años que no jugué, y en ese tiempo hice muchas cosas que nunca había hecho por culpa del golf. Quemé esa etapa de hacer una vida de adolescente normal”.

—Su padre reconoce que fue un error enviarlo solo a esa academia.

“Es que quizás hubiese sido bueno no irme tan chico. A los 16, o 17 habría sido una buena edad. Nunca hablé de ese tema con mi papá. Cuando volví a jugar golf, mi papá no se quería meter mucho, y me dejó un poco más solo, para que yo tomara decisiones. Me imagino que no le habría gustado que me retirara de nuevo, y por eso cambió nuestra relación. No sé. Es un tema pendiente a conversar entre nosotros”.

—¿Se sintió presionado?

“No. Igual creo que debe haber un balance. Muchas veces, cuando uno es chico, no sabe mucho y se guía por lo que dicen tus papás. De repente es bueno dejar a los niños ser un poco más independientes. Pero que quede claro, porque hay mucha gente que piensa que yo fui empujado y presionado por mis papás o mi entorno a jugar golf y dedicarme a esto, y la verdad es que a mi siempre me encantó este deporte. Lo único que quería cuando niño era jugar, hasta que no quise hacer más sacrificios y me retiré un par de años. Fue así de simple”.

—En 2018 empezó a trabajar con el psicólogo Eugenio Lizama, experto en neurociencia.

“Sí, en 2018, en mi peor momento. Me estaba yendo mal por algo mental, nada más. Estaba tan perdido que ni siquiera sabía cuál era el problema. No tenía claridad para jugar al golf. Me nublaba en la cancha. No sabía qué hacer, cómo pegar. Hicimos un buen plan y ha confiado mucho en mi. El trabajo que hace es muy bueno. Hago ejercicios en la cancha, en todos los golpes”.

—¿Qué aprendió?

“Ahora tengo una base armada de cómo funciona mi cerebro. Puedo identificar más fácil las cosas que debo mejorar. Igual siempre hay preocupaciones, nervios. Hablo con Eugenio tres o cuatro veces a la semana, para repasar las rutinas que tengo que hacer”.

Fue duro cuando me dieron la noticia que no podría ir al PGA Tour por la pandemia. Me desanimé harto, porque sabía que era difícil volver a tener una temporada buena. Lo tomé como un obstáculo. Otro en mi vida. Y acá estoy, un año después, en el PGA Tour. Es increíble Guillermo Pereira golfista chileno


—¿Qué rutina hace?

“Antes de jugar hago ejercicios de cardio, para bajar el estrés. Y después en la cancha hago rutinas de concentración en cada tiro. Son tres pasos. Primero, la información. Contar yardas, distancias. Segundo, sentir el swing. Y tercero es la ejecución, que es realizar el tiro con la mente en blanco, que es la que cuesta más, porque debes abstraerte de todo”.

—Se apoyó en el yoga en su momento, ¿sigue con eso?

“No, lo dejé. Pero igual hago ejercicios de meditación a veces”.

“CON JOACO NOS EMPUJAMOS A SER MEJORES”


La amistad de Pereira con Niemann es conocida y se remonta a la infancia. Una dupla inseparable. Pasaron su niñez entrenando juntos en los campos de Los Leones, y ahora comparten field en los torneos más prestigiosos del planeta.

“Somos amigos desde muy chicos. Siempre ha sido un apoyo para mí. Acá en Estados Unidos entrenamos juntos, me ha alojado en su casa, y nos planificamos para viajar juntos o quedarnos en los mismos hoteles”.

—¿Existe esa competencia interna por ser mejor que el otro?

“Nos empujamos a ser mejores, obvio. Pero el golf es distinto a otros deportes, como el tenis, por ejemplo, donde te enfrentas al rival en la cancha. En el golf, si bien es una competencia, no importa tanto cómo le vaya al otro, sino que uno se enfrenta a la cancha, básicamente. No tenemos esa rivalidad que quizás se puede dar en otros deportes”.

—¿Lo ayudó que Niemann diera primero el salto al PGA?

“Me ayudó a motivarme a querer tener toda esa atención que tenía él, y estar ahí, entre los mejores. Ver a 'Joaco' en el PGA me sirvió para ser mejor”.

"Mito" Pereira durante la entrevista que sostuvo con "El Mercurio" desde Mississippi, Estados Unidos, donde está jugando el Sanderson Farms, torneo válido por el PGA Tour. Foto: Zoom

Me gusta hacer otros deportes, pero ya no hago tantos porque me puedo lesionar. Me pasó en 2018, cuando me fracturé la clavícula andando en bicicleta. Al día siguiente vendí la bici y no me subí más. Tengo una moto, pero casi no la uso. Una vueltita de vez en cuando. Estoy más dedicado al golf y nada más que golf. Me gustaría estudiar algo relacionado con finanzas. Hacer cursos, no sé. Es bueno saber ese tipo de cosas, para que no te metan el dedo en la boca..

“NO ME ASUSTA ESTAR EN EL PGA”


Pereira sorprendió a todos al pelear por el título en su estreno en el PGA Tour. El objetivo de este año es claro: sumar buenos resultados que le permitan asegurar su tarjeta para la siguiente temporada.

“Ha estado bueno, además que estoy jugando bien. Igual estaba muy nervioso en el estreno, pero supe controlarlo. No jugué mi mejor golf, y terminé tercero. Eso me deja tranquilo, que puedo pelear por cosas importantes. Siempre va a existir esa presión de mantener la tarjeta. Tengo que convivir con eso, pero estoy tranquilo”, dice.

—¿Hay muchas distracciones en el Tour?

“Viniendo desde el Korn Ferry Tour uno sabe más o menos lo que se vive en el circuito, pero ya cuando llegas, todo es más grande. Es impresionante. Acá en el PGA te hacen todo fácil. Igual, en los primeros campeonatos me costó un poco enfocarme. Veía a los mejores jugadores del mundo al lado mío y uno se queda un poco pegado con eso. Lo vas normalizando, pero al principio paraliza. Ya no me asusta estar entre los mejores. Sé que llegué acá por algo y que puedo estar al mismo nivel que ellos”

—¿Se siente parte del circuito?

“Me siento muy cómodo. Hablo con todos los jugadores. A veces me detengo y digo ‘guau, estoy donde siempre quise’, y sentir eso es una gran satisfacción”.

Pereira junto a su novia, Antonia Prida, quien acompaña al golfista en algunos torneos. El próximo año se van a casar y mudar a Florida, Estados Unidos. Foto: Instagram

—Después de Tokio, donde rozó la medalla, su nombre se hizo más conocido. ¿Le gusta?

“Fue increíble lo que se vivió. Los Juegos Olímpicos tiene eso. Fue un salto grande en exposición con el público chileno, que me empezó a conocer un poco más. Igual, trato de mantener mi vida privada un poco más escondida”.

Para los que vieron ese tiro los Juegos Olímpicos de Tokio desde afuera les dolió más, quizás. Para mí, fallar un tiro así, de esa forma, me pasó mil veces. Obviamente que era una instancia importante, y todos me estaban viendo. Hubiese sido épico ganar una medalla. Siendo sincero, mientras más pasa el tiempo, cada vez me duele menos haber fallado ese putt..

—Se va a casar luego…

“Me voy a casar en enero. Con mi novia nos vamos a venir a vivir a Florida. Nos compramos una casa. Ella es diseñadora gráfica, y ahora está dibujando y pintando cuadros. Hay mucho arte en esa área de Palm Beach, así que apunta por ese lado. Estamos a veinte minutos de la casa de Joaco Niemann”.

—¿Qué sueños tiene?

“Quiero ganar en el PGA, ser número uno del mundo”.

—¿Y fuera del golf?

“Me gustaría tener una familia, hijos… Tener la oportunidad de volver a Chile en algún momento. No me imagino viviendo hasta los ochenta años en Estados Unidos. Quiero volver al país y seguir ligado al golf. Ayudar, si es que puedo, a que el golf sea más inclusivo”.

Diego Aguirre Diez

es periodista de Deportes El Mercurio desde 2016, especialista en el área polideportiva, cubriendo tenis, golf, rugby, atletismo, básquetbol, entre otras disciplinas.

Relacionadas
A fondo con...