Una salida institucional
No se trata de un golpe de Estado, como el que dieron a Sebastián Moreno. La idea es otorgar una salida digna al directorio encabezado por Pablo Milad, algo que asoma como vital para un urgente proceso de refundación.
Chile se quedó fuera del Mundial de 2026 en septiembre de 2024, cuando perdió con Bolivia en el Estadio Nacional. Agonizó una rueda, hasta que el martes pasado se firmó el acta de defunción. Dos fechas antes de que concluya el camino a Norteamérica, el fútbol chileno inicia de manera oficial el duelo, que tendrá su clímax en junio del próximo año.
Porque cuando comience la Copa del Mundo nos volveremos a preguntar cómo se hizo todo tan mal. Habrá lugar para los análisis en un sistema mediático cada vez más pequeño, en medio del griterío de las redes sociales, que, como el papel, aguanta cualquier cosa.
Al cierre de esta columna, no sabemos quién se sentará en la banca de Chile frente a Brasil y Uruguay. Una situación impropia para cualquier selección nacional, pero que no extraña. Es lógico que ocurra cuando la cabeza de una federación está en poder de gente que no posee atributos profesionales y técnicos.
Se advirtió en 2020 que Pablo Milad y Jorge Yunge no respondían a las exigencias de la alta competencia, que su trayectoria dirigencial era modesta, más allá de un circunstancial ascenso a Primera División. En sus años como integrantes del consejo de presidentes, en Curicó Unido y Rangers de Talca, jamás les escuchamos una idea fuerza potente, un aporte al debate, una mirada que nos dijera que estábamos en presencia de tipos aptos para las grandes ligas.
Al final, primó la pequeñez, el cálculo corto, y acá estamos. El peso de los hechos suele ser más fuerte que los deseos o las intenciones, como las exhibidas por Milad consumada la eliminación en La Paz. Nadie en su sano juicio entendía que el timonel de la ANFP anunciara planes de contratación de un gerente técnico de las selecciones nacionales o de un entrenador después de dos fracasos en línea bajo su mandato.
El miércoles, Eduardo Figueroa, periodista de radio ADN, esperó a Milad en el aeropuerto de Santiago, antes del viaje al congreso de la Conmebol que reeligió a Alejandro Domínguez. En un baño de realidad, el regente de la ANFP se abrió a la posibilidad de adelantar el proceso eleccionario. Ayer, en su regreso al país, agregó que no estaba apernado al cargo por la dieta que recibe en su condición de presidente de la federación, y que conversó con cinco de los ocho clubes que iniciaron reuniones para plantear que su ciclo concluyó.
No se trata de un golpe de Estado, como el que dieron a Sebastián Moreno. La idea es otorgar una salida digna al directorio, vital para un urgente proceso de refundación. Se menciona el liderazgo de Palestino, sólido en la última década desde lo institucional y deportivo, con tradición aglutinadora. También el interés de César Villegas, el presidente de Limache, quien contaría con la adhesión de al menos cinco clubes.
El panorama es claro. Si ambos grupos no dialogan y no llegan a un acuerdo, el espíritu de supervivencia de los cuadros del factoring, liderados por Felipe Muñoz y Jorge Sánchez, se unirá a los conjuntos ligados a agencias de representación de futbolistas o donde estos posean un alto grado de influencia.
No sobra el tiempo, pero sí existe el espacio para sentarse a dialogar, sin mezquindades, con la mirada en el mediano y largo plazo.

Danilo Díaz
es un comentarista, periodista deportivo y escritor chileno. En 2009 obtuvo el premio de Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile.