Todos los antecedentes vaticinan una lucha desigual este jueves en Ñuñoa.

La mejor selección del mundo, propietaria de la Copa FIFA y también de la Copa América, frente a la Roja de Ricardo Gareca. El líder de las clasificatorias contra el último del certamen sudamericano. El primero del ránking FIFA frente al país ubicado en la casilla 52 del planeta.

“Todo juega a favor de Argentina, está claro. A priori las diferencias son muchas y si no ocurre un accidente, tendríamos que ganar”, dice el exseleccionado argentino Daniel Bertoni, campeón del mundo en 1978.

Los albicelestes lamentarán las ausencias de Nicolás Otamendi, Lisandro y Enzo Fernández, Giovanni Lo Celso, Lautaro Martínez y Nicolás González. ¿Es una esperanza para Chile? Ricardo Dabrowski, campeón de América con Colo Colo, lo descarta: “Te imaginarás la motivación que tienen sus reemplazantes de estar en esa selección. Para mí será mucho más duro que si jugaran los habituales, porque se están ganando un lugar y darán lo que más puedan. Cuando hay una posibilidad en la selección, se juega al 100”.

“Todos los partidos son una historia nueva. Para Chile es su última opción. Eso es motivante, porque además es un partido que en el último tiempo ha tenido bastante rivalidad. Argentina juega con la tranquilidad de estar clasificado. Igualmente hay que ser realistas, Chile llega muy mal. Es un choque de fuerzas disparejas: Chile está en el término de un ciclo, de una generación increíble, maravillosa, y Argentina, si bien tiene en Lionel Messi al mejor jugador del mundo, está haciendo un recambio muy interesante. Y lo hace con jugadores que incluso no son muy conocidos en Argentina, porque juegan en Europa, o con tipos como Franco Mastantuono, quien parece ser el relevo de Messi en la selección”.

Uno de los factores que sustentan las diferencias futbolísticas a favor de Argentina es el nivel de sus jugadores y un modo objetivo de calibrarlo es dónde juegan. En el caso de los trasandinos, de los 11 titulares diez militan en las cinco mejores ligas del mundo: Emiliano Martínez y Cristián Romero en Inglaterra; Nahuel Molina, Guiliano Simeone, Rodrigo de Paul y Julián Álvarez, en España; Leonardo Balerdi, Nicolás Tagliafico y Tiago Almada, en Francia; y Exequiel Palacios en Alemania.

El restante es Messi, atacante del Inter Miami de la MLS de Estados Unidos, el futbolista con más balones de oro en su palmarés: ocho.

En Chile solo hay dos en las ligas ‘top five’: Guillermo Maripán y Alexis Sánchez, en el Calcio, sin contar a Gabriel Suazo, recién desvinculado de Toulouse. El resto milita en Chile, Argentina, la 2ª división inglesa y Dinamarca.

“Cuando Chile ganó las copas América, varios seleccionados jugaban en grandes equipos de Europa. Eso se notaba, es la gran diferencia con lo que pasa hoy en las eliminatorias: la gran cantidad de puntos que lleva Argentina y lo que llevamos nosotros, que somos últimos. Porque no solo los titulares de ellos juegan en Europa, también la mayoría de los jugadores que están en la banca de suplentes. Una excepción podría ser el central de Independiente Kevin Lomónaco. Lo peor es que en Chile no se ve uno que pueda irse a las grandes ligas europeas”, afirma Rodolfo Dubó, mundialista chileno en España 1982.