Estampa de equipo armado y con señales para ser mejorado.

Esa estela dejó la U en la Florida tras estrenarse en la Copa Chile superando a Recoleta sin apuros mayores y mostrando un puño pesado.

El buen inicio del equipo de Luis Landeros, acomodando a Ignacio Lemmo a la espalda de Fabián Hormazábal, no alcanzó a rasguñar al equipo azul, que con el rodaje de un año es capaz de disimular una jornada espesa de algunos de sus volantes, como fue el caso de Israel Poblete y Charles Aránguiz.

Gustavo Álvarez avisó que una de las metas del nuevo año es mejorar el registro de proporción entre dominio y contundencia. El DT cuantificó en siete chances de gol y siete aproximaciones en promedio por partido el 2024, estadística que pretende abultar.

Ayer ya entregó pistas al respecto. Matías Sepúlveda, que jugó en los dos carriles, rompió la inercia con una diagonal de zancada larga finalizado con un zapatazo cruzado, que venció al meta Esteban Kirkman en el arco sur (buena descarga de Leandro Fernández para abrir el espacio).

Recoleta acusó el golpe anímico. El zaguero Francisco Alarcón se durmió en un cruce y Nicolás Guerra sacó rédito, definiendo con un globo en el 2-0.

Hubo un atisbo de mejora del local tras el descanso, pero la U mostró envergadura ofensiva y chapa. Tres pelotas detenidas (dos córners lanzados por Fernández y uno por “Tucu”) detonaron los goles de Fabrizio Formiliano, Antonio Díaz y Franco Calderón. ¿Algo más? El estreno feliz de Javier Altamirano, que debutó con un gol de derecha tras cesión de Guerra. Casi un bocado.

“Nos costaron los primeros 15 minutos de ambos tiempo, después fuimos de menos a más, al final terminamos bien en el juego y en la pelota parada, pero hay cosas para corregir y cosas para ratificar”, analizó Álvarez.

Ayer se trabó definitivamente la negociación con Barcelona de Guayaquil para conseguir el fichaje del uruguayo Octavio Rivero. Y al mismo tiempo se avanzó en la opción de Lucas Di Yorio.

El atacante marplatense de 28 años dejará el Athetico Paranaense, donde lleva cuatro goles en seis jornadas del torneo estadual en curso, para transformarse en el séptimo refuerzo azul. Gustavo Álvara ya dirigió en Aldosivi, en el ascenso trasandino, al espigado centroatacante (1,90 metro de estatura) de buen paso por Everton en 2022, donde marcó 11 goles en un semestre.