Los helvéticos demoraron apenas 12 minutos en doblegar la resistencia de los magiares, que carecieron de magia en su regreso al certamen continental después de 24 años. Con una pase filtrado preciso, Michel Aebischer asistió a Kwadwo Duah, quien definió con frialdad y abrió la cuenta. El juez de línea cobró posición de adelanto, pero el VAR ratificó el gol, el primero del delantero de 27 años, debutante en su selección.

Suiza fue más allá de su tradicional cerrojo y, liderado por Granit Xhaka, la figura del partido, desplegó toda su artillería. Al final del primer tiempo, el mismo Aebischer anotó el 2-0 y silenció a la horda de "ultras" húngaros que llegaron a Colonia.

Hungría despertó en el segundo tiempo. Con un taco sutil, Barnabás Varga inició un rápido ataque que terminó él mismo en el área con su especialidad: el cabezazo. El atacante de Ferencváros ratificó el poder de fuego que lo convirtió en uno de los máximos artilleros de 2023, con 39 goles.

Pero el descuento no amilanó a los suizos, que mantuvieron su libreto: juego elaborado, pase al pie y paciencia para llegar al área rival. En los descuentos, Breem Embolo aprovechó una chambonada de Willi Orbán en la salida y anotó el 3-1 definitivo.

Con el triunfo, Suiza se ubicó como sublíder del Grupo A, detrás de Alemania por deferencia de goles. Pese a todo, el técnico Murat Yakin fue cauto: "Gracias por los elogios, pero no hemos ganado nada aún", advirtió.

Hungría, en tanto, no pudo ratificar su cartel de posible revelación del campeonato, avalado por su buena campaña en la fase clasificatoria. El técnico Marco Rossi fue autocrítico: "La primera parte fue muy mala, fuimos demasiado pasivos", lamentó.