Colo Colo sufre, pero sigue soñando: la fase de grupos está cada vez más cerca
El equipo de Jorge Almirón no jugó bien y terminó pidiendo la hora, pero sacó adelante la tarea. La victoria en Mendoza y el 0-0 en Macul le dieron pasajes para discutir el ingreso a la serie grupal con Trinidense de Paraguay. Avanzó a la 3ª y última ronda de las clasificaciones de la Copa Libertadores:
Máxima tensión. De principio a fin.
Las noches de Copa Libertadores son especiales. Únicas. Y hay que jugarlas así. Quizás sin el brillo de un domingo cualquiera, pero con carácter a prueba de todo.
Y eso, amén de todas las consideraciones, nadie se lo puede desconocer a Colo Colo. Con la saludable cuenta de ahorro que sacó en Mendoza (1-0), el equipo de Jorge Almirón enfrentó la revancha con inteligencia. Mente fría, corazón caliente. Sufrió, quizás más de la cuenta, pero terminó celebrando. Ya está en la tercera fase y aseguró presencia en la Copa Sudamericana en el peor de los casos.
Negocio redondo para un cuerpo técnico que apenas suma un par de meses trabajando en Pedrero.
Los albos cedieron el terreno, agruparon volantes y jugaron todo el primer tiempo sin delanteros nominales, pues Carlos Palacios flotó muchas veces en la línea de Leonardo Gil o Arturo Vidal. Y tampoco trascendió. Ocurrió con frecuencia que la organización ofensiva del anfitrión dispuso contratacar, pero el que llevaba la pelota nunca encontró compañía para prolongar la jugada. Y no le quedaba otro camino que mirar hacia atrás, pausar y comenzar de nuevo.
El ingreso de Gustavo Paiva, de características más ofensivas, tampoco cambió mucho la historia porque también entró a volantear. Contó con harto campo para maniobrar, pero se le vio algo rústico en el pase clave.
Si a eso se suma que Gil falló casi siempre en la última entrega y que los extremos, Marcos Bolados y Cristián Zavala, tuvieron poco éxito en los duelos individuales, el peso ofensivo fue pobre. Casi todas las jugadas de peligro, que no fueron muchas, quedaron remitidas a las pelotas paradas. La excepción estuvo en los pies de Óscar Opazo en el epílogo.
Había que sostener el éxito en el Malvinas Argentinas y esta prohibido cometer errores. Y cuando hubo yerros, aparecieron los guantes de Brayan Cortés para evitar el tanto de Godoy Cruz. Los argentinos manejaron la pelota, pero les costó crear peligro. Pobre producción en el tiempo complementario. Asustaron e inquietaron bastante, al punto que el DT albo sacó a Jeison Rojas, que había jugado solo 20’, para afirmar el rancho con Emiliano Amor y resistir los últimos instantes con cinco hombres en la última línea.
El pitazo final fue un desahogo. Sacudirse de un fantasma que no lo dejaba vivir en paz: las últimas 14 veces que le tocó cerrar una llave en su cancha había fracasado. Por fin la historia cambió. “Tenemos un gran equipo. Tenemos que mejorar para seguir en la Libertadores”, dijo un ilusionado Cortés.
LA TRASTIENDA DEL MONUMENTAL
Hinchas detenidos
Cerca de las 9:00 horas de ayer, un bus con 60 fanáticos Godoy Cruz se presentó en el control fronterizo y fue revisado tanto en equipajes como en estructura. Fue ahí cuando fiscalizadores de la Unidad de Drogas y Delitos Conexos de la Administración de Aduanas de Los Andes descubrieron una bolsa con tres fuegos de artificios, cuatro bengalas de humo y una caja con 10 petardos.
Paredes y el portazo de ByN
La leyenda alba sorprendió al convertirse en el director deportivo de Santiago Morning. Su deseo, en todo caso, era ocupar ese mismo cargo, pero en Colo Colo. “Hablé con Rodrigo Córdova (gerente de comunicaciones de ByN), le dije que me estaba preparando y que tenía un proyecto para presentar; él me dice que estaban trabajando en un tema y que me iban a llamar. Finalmente en Colo Colo rechazaron mi proyecto”, comentó Esteban Paredes a Radio Futuro.
Cancha discreta
Pese a que en la víspera, Jorge Almirón elogió el pasto de Pedrero (“los cancheros hicieron un trabajo extraordinario; la cancha está 7, 8 puntos así que se puede jugar buen fútbol”, expresó). Pero la realidad fue distinta: se vio blanda, con manchones y muchas veces los protagonistas perdieron estabilidad y pie.
Raúl Neira
es redactor de Deportes El Mercurio y especializado en fútbol. Con más de 25 años de carrera, cubrió la Copa Confederaciones de Rusia 2017, la Copa América de Chile 2015, copas Libertadores, sorteos y partidos clasificatorios a la Copa del Mundo.