Cuando Gary Medel firmó en Vasco da Gama, el ocho de julio pasado, el “Almirante” cerraba el grupo de los 20 equipos que disputan el Brasileirao.

La suma era escuálida e inquietante: nueve puntos en 14 partidos.

Sin embargo, el “Pitbull” —forjado a punta de pichangas en superficies de tierra y una infancia difícil— estaba lejos de sentir miedo. “Me vine solo, sin mi familia, para dedicarme por completo al club y tratar de mejorar su situación. Para eso me trajeron”, señaló el día de la presentación.

El inicio fue del terror: 0-2 ante Athletico Paranaense y 1-3 frente a Palmeiras.

A partir de ahí, y exceptuando el revés en casa ante Palmeiras (0-1), escolta del líder, Botafogo, solo hubo sonrisas: empates con Bragantino y Bahía (ambos 1-1), y victorias sobre Atlético Mineiro (1-0), Fluminense (4-2, aunque el exBologna no participó), Coritiba (5-1) y América-MG (1-0).

“¡Muito Vasco! ¡Salimos de esta mierda, loco!”, exclamó tras el último triunfo —partido que estaba pendiente desde la fecha 15, cuando su rival disputaba la Copa Sudamericana con Colo Colo— resultado que lo aleja momentáneamente del descenso.

“Medel tiene una gran personalidad y una fuerte capacidad de liderazgo. El entrenador Ramón Díaz lo conocía hace tiempo y vio en esa capacidad. Cuando el DT llego, Vasco estaba en una situación muy mala y Medel recibió su confianza para empezar el trabajo”, dice Ciro Campos, periodista de ESPN Brasil.

Y agrega: “Medel tiene mucho respeto en el equipo, se lo ganó de entrada. Y es muy conocido, incluso por los jugadores extranjeros que han llegado recién al equipo como el argentino Pablo Vegetti o el francés Dimitri Payet”.

Los elogios al carácter del capitán de la selección chilena crecen con la campaña de Vasco: “Medel ha sido un gran líder, dentro y fuera de la cancha. Es un verdadero capitán y levantó la moral del equipo, que estaba muy mal en el Brasileirão. Como mediocampista no estaba rindiendo tan bien, pero como defensa ha dominado la posición, con actuaciones seguras y ejemplares”, sentencia Joel Silva, de Lance.

—¿Sorprendió que recién llegado fuera capitán?

“No, porque es un jugador internacional y con experiencia. Como era capitán de la selección de Chile, era natural que recibiera el brazalete en Vasco”, responde Silva.

El equipo de Río de Janeiro suma 26 unidades y está en la 15ª posición, superando a Goiás (que tiene igual puntaje, pero deficiente suma de gol), Bahía (25), Santos (24), América-MG (17) y Coritiba (14, en el que milita Benjamín Kuscevic).

Bajan los últimos cuatro y restan 14 jornadas. El próximo desafío será ante Santos: “Vasco ha evolucionado muchísimo y tiene buenas chances de salir definitivamente de las últimas posiciones. El equipo está más seguro y fuerte. La experiencia de Medel, Payet y Vegetti ha sido fundamental”, suma Campos.

Hubo, además, un ingrediente que salpimentó el saludable cóctel que están disfrutando Medel y Vasco da Gama: recién en la goleada sobre Coritiba pudieron tener a sus simpatizantes en el São Januário, pues a causa del mal comportamiento de los espectadores ante Goiás, a fines de junio, el juez Marcelo Rubioli clausuró la localía argumentando que “el complejo está rodeado por la comunidad de Barreira do Vasco, desde donde se escucha habitualmente el sonido de disparos procedentes del tráfico de drogas que allí se desarrolla y, además, las estrechas calles están siempre abarrotadas de hinchas borrachos”.

A contar de esa fecha, Vasco se paseó por Maracanã, el Nilton Santos y también en São Januário, pero a puertas cerradas. “Conseguir la liberación de su estadio después de un problema con la justicia fue muy importante para el equipo. Vasco estuvo tres meses lejos de su cancha y recién volvió en la última semana. Fue muy duro para ellos”, cierra Campos.