Héctor Almandoz: “El fútbol es contagio, jugarse la vida”
El DT nortino está convencido de que revertirá la mala campaña en la segunda rueda. También habla de carácter, liderazgos y recuerda cuando siendo el zaguero de Vélez que lo ganó todo, Diego Maradona lo calificó como "el mejor líbero del mundo".
El 1 de diciembre de 1994 marcó la vida de Héctor Almandoz. “Ese día toqué el cielo con las manos”, reconoce sin complejos casi tres décadas más tarde el ‘Coio’, como lo apodan, después de alcanzar la Copa Intercontinental tras vencer 2-0 con Vélez Sarsfield a AC Milan en Tokio. “A los dos minutos me amonestaron por una entrada a (Daniele) Massaro, ya nos veníamos insultando del túnel, me quería comer al árbitro, pero la tarjeta me soltó, me tranquilizó, jugué con la concentración a tope, sabía cómo ir a las divididas; Carlos Bianchi me transmitía eso de jugar siempre con los dientes apretados, no regalar nada (…) Sufrí con mi rodilla derecha, meniscos, cartílagos, ligamento lateral interno, tuve muchas infiltraciones para jugar siempre, hoy lo pago sin poder correr y con poca flexibilidad, pero valió la pena”, dice el técnico de Deportes Copiapó, atribulado en el penúltimo escaño del torneo.
El Almandoz futbolista granjeó elogios que marcan. Diego Maradona le dedicó el más fascinante. “Lanzó que yo era el mejor líbero del mundo, je. Lo dijo cuando me quería llevar a Racing (1995). Fue de lo más lindo que me pasó en la vida. Aunque sea mentira, no me lo saca nadie. En el libro ‘La Mano de Dios’, en la página 274 lo dice, está escrito”, narra para templar un presente más duro, con su equipo purgando en los últimos lugares.
“La derrota me sigue doliendo como siempre, mucho. Cada uno vive el fútbol a su manera y yo lo vivo de forma intensa, muy involucrado, trato de transmitirse en todo momento, el corregir con énfasis (…) Como líder del grupo, porque no me gusta la palabra jefe, tengo que estar más fuerte que un elefante. Ataco la cabeza y después los detalles del juego”, sostiene el técnico de 55 años.
—¿El liderazgo en que detalles se nota?
“En todo. El comportamiento del entrenador es el que tienen los equipos dentro de la cancha, el DT marca un camino, una idea, le da una personalidad, si es agresivo el equipo debería ser así, si el técnico es tranquilo el equipo jugará de forma más tranquila”.
—¿En qué momento se volvieron tan importantes los DT?
“Siempre lo fueron, los que consiguieron el éxito y los que no, todos se preparan, pero a veces la pelota pega en el palo y entra, en otras se va fuera. Desde hace unos años el fútbol se emparejó mucho desde lo físico, táctico, en intensidad, hoy se trabaja mucho más en lo específico, los detalles son muy pequeños y uno debe ‘aggiornarse’ para siempre mejorar, buscarle la vuelta, para que el equipo juegue mejor. Primero es ganar y sobre el ganar buscar el cómo (…) El cuerpo técnico tiene mucha responsabilidad en lo que se ve dentro de la cancha, en la metodología del día a día, en el carácter, pero los protagonistas siempre serán los futbolistas, son lo más importante. Después hay una idea y el que la acepta y la lleva a cabo es el futbolista. El entrenador potencia al jugador y el futbolista jerarquiza al técnico”.
—¿El acomodo a Primera ha sido más complicado de lo previsto?
“Sería fácil decir eso, pero creo que no hemos tenido la preparación necesaria de pretemporada, por plazos, se necesitan 5 o 6 semanas para acomodar un plantel, darle una idea, prepararlo desde lo físico y táctico. Me gusta que mis equipos sean protagonistas y para ello deben estar bien preparados, nosotros no tuvimos el tiempo suficiente. Tras el receso de seis días en Santiago (marzo) encontramos un mejor nivel de juego. Creo mucho en la preparación, Copiapó tardó en sacar puntos y fue por eso, tampoco tuvimos la suerte necesaria, hay que buscarla también, pero lo digo humildemente: el equipo debería tener más puntos. No los tenemos, algo mal hicimos. No pudimos convertir y nos han hecho muchos goles, tenemos la responsabilidad de encontrarle la vuelta”.

Copiapó es junto a Magallanes el equipo que menos convirtió en el torneo: apenas 13 tantos. En el último partido, los nortinos terminaron jugando con sus tres centroatacantes: Manuel López, Maximiliano Quinteros e Isaac Díaz. Foto: Photosport.
—Bajo esa lógica, ¿cree que el equipo levanta en la 2a rueda?
“Tengo mucha confianza en los muchachos, ya me lo demostraron. Al hincha le interesa solo ganar o a la gran mayoría, después está de qué manera, el copiapino entiende que el equipo transpira la camiseta a morir y hace buenos partidos, es tema de tener paciencia para sumar más puntos… ¿La falta de gol? Me gusta analizar cómo llegamos, con qué bloque, nos está faltando efectividad, también esa confianza que necesitan los delanteros, pero las chances de gol las debe generar el equipo, la obligación es de todos: atacantes, medios, los defensas en pelotas paradas, no tengo duda de que se va a abrir el arco. Después está la jerarquía del futbolista, eso te puede ayudar a que todo resulte más rápido, creas cinco ocasiones y metes cuatro, eso es jerarquía, al jugador que está en Primera nadie le regaló nada, todos están capacitados”.
—¿Tiene una estimación de puntos necesarios para lograr la permanencia?
“Te dicen, te comentan, pero no soy de mirar eso, me gusta ir partido a partido, sumando de a tres. Estamos abajo, somos realistas, hoy estamos descendiendo, pero tampoco son tantos los puntos que nos separan de las copas internacionales, trato de transmitir eso. Lo digo humildemente, con los pies en la tierra, quiero aspirar a terminar lo más arriba posible, hay que doblar el esfuerzo y la energía debe ser al máximo, el fútbol es contagio, jugarse la vida; no me gustan los equipos tibios, siempre debes estar con el corazón a tope. El éxito en el fútbol pasa por el contagio y personalidad, la que tiene Alexis, Vidal. ¿Qué defensor del mundo me gusta? Los que son fuertes en el uno contra uno, que se juegan la vida en los duelos, esos que el delantero siente. Otamendi me identifica”.
—¿En el torneo se juega mal o es irregular?
“A veces la irregularidad tiene que ver con lo competitivo y parejo. Hay momentos que puedes jugar como quieres y cuando salen las cosas que entrenas es una satisfacción, trato que el futbolista tenga la confianza de que si hacemos lo que nosotros trabajamos nos alcanza, creer en lo que se hace, transmitir esa credibilidad. Es bueno ver a un equipo que juegue bien, lindo, con volumen, juego construido, que salgan goles lindos y no solo de rebote, pero está muy competitivo. En Argentina es así, todo es meter, acá hay un poco más de espacio y los equipos intentan, a ratos se logra”.
Almandoz repasa una primera mitad de torneo turbulenta: “Hicimos partidos buenos, con O’Higgns, Palestino, Audax; Colo Colo nos generó seis ocasiones, nosotros ocho y perdimos 5-2. El equipo propone, hemos encontrado regularidad en los últimos partidos, sacando el de la Católica, en las últimas seis fechas tuvimos buen nivel, hay detalles que nos siguen pesando, pero en lo global el equipo tiene orden y equilibrio, sostiene una idea y una forma. Es el momento de apretar los dientes”.

Claudio Herrera De La Fuente
es redactor de Deportes El Mercurio, especializado en fútbol y en atletismo de fondo, especialmente en maratón y pruebas de ultradistancia, con más de 20 años de experiencia en periodismo escrito.