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Suiza celebró con el gol más doloroso de Breel Embolo

Los europeos debutaron con un triunfo por 1-0 sobre Camerún, gracias al tanto del delantero nacido precisamente en el país africano, hecho inédito en la historia de los mundiales. No lo celebró: sus brazos en alto pidiendo perdón y su gesto facial evidenciaron lo duro que le resultó el momento. “Este será un partido muy especial”, había anticipado el atacante, quien se convirtió en verdugo de su tierra de origen.
Foto: EFE
Ramiro Fuenzalida24 de noviembre, 2022
Fue el más abrazado por sus compañeros al momento de anotar el gol del triunfo y también tras el pitazo final. Del mismo modo, fue el más saludado por sus rivales de turno al momento de las despedidas, pues en más de una ocasión se le ha visto vacacionando con varios de ellos. Como en un guión de Hollywood, el protagonista de esta película fue Breel Embolo, el delantero de Suiza que anotó el 1-0 sobre Camerún, su tierra natal.

“Representar a tu país y ahora enfrentar a mi país de origen hace que este sea un partido muy especial. La Copa del Mundo ya es muy grande, debutar ante Camerún no hará que la presión sea más alta, sabiendo que no será un encuentro cualquiera para mí”, había anticipado el goleador, quien nació en Yaundé el 14 de febrero de 1997 (25 años) y a los cuatro años llegó a vivir a Suiza, junto a su madre y la nueva pareja de esta, un ciudadano de ese país.

A los 17 años, en marzo de 2014, Embolo debutó profesionalmente en el Basilea en la Europa League y a la semana siguiente anotó su primer gol en el torneo suizo. Un año más tarde llegó el llamado a la selección helvética, cuando la FIFA confirmó que estaba habilitado para defender los colores del país que lo cobijó, debutando en un amistoso ante Estados Unidos.


Desde entonces fue permanentemente convocado, al punto que estuvo en el Mundial de Rusia 2018, donde jugó cuatro partidos sin anotar goles. La sequía se acabó, justamente, ante su natal Camerún. “Son mis amigos, eso no cambia”, comentó escuetamente Embolo tras materializarse el triunfal debut suizo en el grupo G. Es la primera vez en la historia que un futbolista le anota a su país de nacimiento en un Mundial.

“Conocemos su historia y su pasado en Camerún. Le dijimos que podía ser amigable hasta el pitazo inicial. Luego serán sus oponentes y le necesitamos en nuestro equipo. Tuvo muy buenos momentos en el partido con su dinámica y los movimientos que hace. Cumplió bien su tarea”, afirmó Murat Yakin, DT del cuadro europeo.

El gol llegó a los tres minutos del segundo tiempo. Una vistosa jugada colectiva terminó con un centro a ras de piso desde la derecha de Xherdan Shaqiri, que Embolo conectó de primera cerca del área chica, un derechazo imparable para el arquero André Onana. El instinto de salir corriendo para celebrar se frenó de golpe. El goleador se quedó clavado en el área rival, se tocó la cara con ambas manos, evidenciando con un gesto facial lo compungido que estaba, para luego levantar sus brazos pidiendo disculpas.

Sus compañeros alborozados lo abrazaban y palmoteaban, mientras Embolo empezaba su tránsito hacia la zona media, apuntando con su índice derecho hacia la tribuna. Tras el partido, el atacante visitó a sus amigos. Onana y varios más compartieron con el amigo que este jueves fue su verdugo. “Nos conocemos, es mi hermano pequeño. Que estemos en equipos diferentes no significa que no sigamos siendo hermanos”, dijo Rigobert Song, técnico de Camerún, otro que compartió con Embolo luego del estreno.


En la cancha, Camerún fue mejor en el primer tiempo. Los “Leones Indomables” asustaron a los helvéticos con una doble ocasión: un potente remate de Bryan Mbeumo fue manoteado hacia el medio por el arquero Yann Sommer y el rebote fue enviado a las nubes por Karl Toko-Ekambi, cuando estaba de frente al arco. Luego, una vistosa jugada de Eric Choupo-Moting encontró la nueva respuesta del portero y una barrida de Silver Widmer evitaba lo que parecía más justo, la ventaja africana.

El juego aéreo en los tiros de esquina era la única arma suiza hasta ese instante, pues Nico Elvedi y Manuel Akanji estuvieron cerca de revertir el camino del partido con dos cabezazos que se fueron rozando los palos.

En la segunda parte, temprano, apareció Embolo y trajo la fiesta suiza y el dolor camerunés, en un partido donde Choupo-Moting, Rubén Vargas y Haris Seferovic tuvieron las más claras para uno y otro cuadro. “Breel (Embolo) no celebró su gol, es parte del fútbol, tiene mucho respeto por sus orígenes. Está en la selección suiza y me hubiese gustado que estuviera de mi lado, pero así es la vida... Nosotros ya no podemos cometer errores en los partidos que vienen”, cerró Song, mientras Embolo, compañero del chileno Guillermo Maripán en el Mónaco, se llevaba todas las miradas.



Ramiro Fuenzalida

es periodista de Deportes El Mercurio, con experiencia de más de 20 años en la materia. Especialista en fútbol, ha cubierto mundiales de la disciplina, adultos y juveniles, clasificatorias y copas América.

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