Una breve encuesta entre los seguidores de San Luis de Quillota arroja un porfiado resultado: nadie conoce a un tal Carlo Rovegno. El nombre tampoco es familiar en otros ámbitos de la vida cotidiana de la ciudad. Extraño, pues se trata del mayor accionista de la sociedad anónima deportiva que rige los destinos del club que hoy milita en la Primera B del fútbol nacional.

“La verdad es que todo el tema de la sociedad es como una nebulosa. Desde que asumió el grupo de inversionistas argentino les perdimos el rastro a quiénes son los verdaderos dueños”, comenta Francisco Manzo, historiador de fútbol y seguidor de San Luis de larga data.

La SADP que maneja los destinos del elenco “canario” es controlada por SLQ Holding, una empresa que tiene el 71% de la propiedad del club. El misterioso Rovegno ostenta el 66% de SLQ, mientras que el 33% está en manos de dos accionistas que sí son reconocibles en el mundo futbolístico local. Se trata de los argentinos Cristián Le Bihan y Gustavo Cerioni, que antes de 2018 tenían participación directa en Unión La Calera, pero dejaron ese club luego del arribo de los hermanos Pini, historia directamente relacionada con la de San Luis.

El resto de las acciones están en manos del empresario local César Villegas (22,5%) y de la corporación San Luis de Quillota, último vestigio de la anterior estructura del club.

¿Quién es Rovegno? En un cuestionario enviado a la SADP, se formuló esta pregunta y esto llegó de vuelta:

“Carlos Rovegno (sic) es uno de los socios de la empresa accionista”.

San Luis de Quillota fue traspasado a inversionistas extranjeros en enero de 2019. Luego de más de una década al mando, el triunvirato formado por Gaspar Goycoolea, Manuel Gahona y Jaime Baeza dio un paso al costado justo cuando una mala campaña envió al equipo a Primera B.

Una de las primeras decisiones del nuevo grupo controlador fue nombrar al periodista argentino Germán Paoloski como presidente del club, lo que trajo inmediata suspicacia y críticas, pues el profesional se desempeñaba a tiempo completo en un programa televisivo trasandino, y apenas viajó un par de veces a Quillota a visitar el equipo que “encabezaba”.

Ante la molestia de los fanáticos, el mismo Paoloski se encargó de aclarar que su cargo era poco menos que decorativo. El manejo del día a día del plantel quedó en manos de Fernando Martinuzzi, vicepresidente ejecutivo.

Luego de tres desastrosas temporadas en que el equipo remontó con lo justo para no bajar a la Segunda División Profesional, el criticado Martinuzzi renunció en abril de 2022 a su cargo y se marchó a Audax Italiano, club que cambió de propiedad en esa fecha. En reemplazo del trasandino llegó Iván Cisternas, exgobernador provincial del gobierno de Sebastián Piñera. Eso sí, Cisternas asumió el cargo de presidente, aliviando a Paoloski de tan pesadas obligaciones.

¿Quién tomó todas estas decisiones? Carlo Rovegno, con 47% de las acciones de la sociedad anónima, seguro tuvo voz y voto...

Eduardo Rey es presidente de la corporación San Luis de Quillota, que retiene el 5,5% de la propiedad, pero no tiene idea quién es Rovegno.

“Ni idea, primera noticia que tengo. ¿De dónde es?

“Increíble, ¡tenemos un dueño italiano!”.

“El grupo controlador, pero ahora al menos hay contacto con Iván Cisternas y sabemos para dónde van las cosas”.

El comunicado de prensa en que San Luis de Quillota anunció el cambio de propiedad del club, emitido el 26 de diciembre de 2018, informa que “el 71,55% de las acciones correspondientes a los señores Jaime Baeza Zet, Gaspar Goycoolea Vial, Manuel Gahona Meneses y empresas relacionadas, han sido adquiridas por el señor Cristian Le Bihan”.

Prosigue el documento: “El abogado rosarino, que representa a un grupo de inversiones de la misma ciudad, con tal porcentaje en su propiedad ha pasado a ser el accionista mayoritario de nuestra institución, tomando el mando del club a partir del martes 1 de enero de 2019”.

Le Bihan da luego una extensa entrevista a Radio Quillota, en que responde preguntas como controlador de la institución. En la misma nota, el abogado argentino cuenta cómo decidió, en un salón del aeropuerto de Santiago, comprar el club. Admite, además, su vínculo con el grupo que administra el vecino equipo de Unión La Calera, donde están los hermanos Pini y el representante Cristián Bragarnik, todos trasandinos.

“Formo parte un grupo de abogados rosarinos y decidimos invertir en el club. Mi relación con los dueños de La Calera es principalmente con Ricardo Pini, que es mi amigo y forma parte de mis afectos, y también con el resto de su grupo, con el que tengo affecto societatis. Estuvimos bien en La Calera hasta que por problemas metodológicos yo decidí irme, y lo hice en muy buenos términos. Esto fue a principios de 2018”, destaca Le Bihan, reforzando el punto para demostrar que pasaron varios meses hasta que decidió invertir en San Luis.

En la nota, Le Bihan confiesa que el cuadro “canario” no era su prioridad. “Antes de San Luis tuve intenciones de comprar Ñublense y antes viajé a Ecuador a comprar un club que se llamaba Clan Juvenil. Esto, hasta que el grupo de los antiguos controladores me contactó para ver la posibilidad de realizar un gerenciamiento de San Luis; esto fue en diciembre. Por gerenciamiento entendemos una cesión temporal con posibilidad de compra. Acordamos reunirnos”, relata.

Y continúa: “Nos juntamos un 14 de diciembre (de 2018). Los cité al aeropuerto de Santiago y ellos (el triunvirato de Goycoolea, Baeza y Gahona) acudieron. Estábamos con ideas muy encontradas sobre el gerenciamiento y ellos preguntaron qué podíamos hacer y les dije: ‘Bueno, lo compro’, intercambiamos algunos WhatsApp y el 17 realizamos la operación”.

El rosarino agregó que encontró un club ordenado, muy diferente a lo que halló en La Calera en 2016, que estaba financieramente en el suelo y cuya imagen estaba muy asociada a Sergio Jadue, expresidente de los “cementeros” y de la ANFP.

A pesar de sus palabras de presentación, Le Bihan decide ese mismo año nombrar a Paoloski como presidente, desligándose de la primera línea y evitando más contactos con la prensa. Pero el hecho más significativo es el que aparece en abril de 2020, en la Memoria Anual 2019 del club, donde por primera vez se menciona a SLQ Holding, la sociedad a cargo de Carlo Rovegno.

Víctor Vargas, periodista que ha cubierto a San Luis desde la década del 90, y quien fue el primer administrador del Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández, dice que Le Bihan sigue actuando como dueño de la institución.

“Él mueve los hilos hasta hoy. Él negoció, por así decirlo, la llegada de Milton Caraglio al equipo, jugador que viene de Rosario Central y al que él representa. Es él, también, quien está ofreciendo vender al club si es que aparece una oferta satisfactoria”, sostiene Vargas.

“¿Carlo cuánto? ¿Quién es?”

“No tenía idea”.

El único Carlo Rovegno con cierta figuración en la web es un intermediario italiano que es mencionado en los Panama Papers, la investigación sobre documentos filtrados de la desaparecida oficina de abogados panameños Mossack Fonseca, que prestaba servicios para armar empresas de papel en paraísos fiscales.

En esa revelación, Rovegno aparece como intermediario de 16 empresas offshore, de las cuales siete estaban activas en 2015, cuando salieron los documentos a la luz pública. Su nombre también aparece ligado a la firma de seguros PL Ferrari, con la que “El Mercurio” tomó contacto para ubicar al supuesto accionista “canario”.

En mayo pasado, a través de un correo electrónico, Rovegno confirmó: “Soy el máximo accionista de SLQ Quillota (sic)”. Sin embargo, no volvió a contestar nuevas preguntas sobre su identidad.

Consultado Cristian Le Bihan, no arrojó más luces.

“Nada que declarar al respecto. Son los informes que están y usted puede verlos. Que tenga buen día”.

Pero el intrincado nudo usado para tomar el control de San Luis dejó huellas.

En la edición número 42.262 del Diario Oficial, publicada el 24 de enero de 2019, en la sección “Empresas y Cooperativas”, aparece un cambio de razón social clave para esta investigación.

“Roberto Cifuentes Allel, Notario Público Titular de la 48° Notaría de Santiago (…) certifica que (…) Galba S.A. y Vitellius S.A. modificaron los estatutos de “LDC Comercial Chile Limitada” en el siguiente sentido: (i) Cambio de razón social: Se modifica por “SLQ Holding Limitada”, (ii) Cesión de derechos: Galba S.A., a quien corresponde 99,97% de los derechos sociales, vende la totalidad de estos a Inverdep SpA; y Vitellius S.A. , a quien corresponde 0,03% de los derechos sociales, vende a Inversiones Deportivas Nacionales Spa, quedando como únicos socios”.

Las sociedades que compraron y renombraron a “SLQ Holding”, el grupo que hoy controla San Luis de Quillota, fijaron domicilio en calle Uno Norte 841, Block 2, Oficina C1 de la comuna de… Talca.

¿Qué raíces talquinas tiene Carlo Rovegno, el declarado dueño del 66% de las acciones de SLQ Holding?

El asunto adquiere más interés al revisar la constitución de Inverdep SpA e Inversiones Deportivas Nacionales.

En el número 40.916 del Diario Oficial, fechado el 25 de julio de 2015, se lee lo siguiente: “Ignacio Vidal Domínguez, notario público titular, Talca, certifico: Por escritura pública de hoy, ante mí comparecieron Andes Inversiones Deportivas, representante Martín Iribarne (..) y La Sombra S.A., representante Martín Iribarne, que constituyeron sociedad por acciones: Razón Social: Inverdep SpA. Administración: La administración de la sociedad será ejercida únicamente por don Sebastián Pini Ivancevic y don Ricardo Pini Ivancevic”.

Los hermanos Pini, exsocios de Raúl Delgado (presidente de Unión San Felipe), y propietarios de Rangers de Talca entre 2010 y 2014, son desde 2016 dueños de Unión La Calera. En un puzle corporativo, dos sociedades que ellos crearon y administran dieron origen a Inverdep, que a su vez tiene el 99,97% de los derechos de SLQ Holding, la controladora de San Luis.

Según el artículo 21 de la Ley 20.019 que regula a las sociedades anónimas deportivas, “los accionistas que posean un porcentaje igual o superior al 5% de las acciones con derecho a voto no podrán poseer en otra sociedad regulada por la presente ley, que compita en la misma actividad y categoría deportiva, una participación superior al 5% de las acciones. Quien exceda el límite establecido (…) estará obligado a enajenar dicha diferencia dentro del plazo de seis meses. Si así no lo hiciere, será sancionado con una multa (entre 10 y 100 Unidades Tributarias Mensuales)”.

De acuerdo al senador Matías Walker (DC), quien tramitó la norma legal, “el espíritu de esa prohibición se refiere a todo el fútbol profesional, aunque uno esté en Primera y otro en la B”. Sin embargo, desde el Tribunal de Disciplina de la ANFP advierten que un asunto como este sería materia de debate si se recibiese una denuncia. Como sea, lo concreto es que está prohibido que dos equipos con los mismos dueños se topen en la misma serie.

¿Quién es Rovegno, entonces? El titular informado a la Comisión para el Mercado Financiero no tiene parte en Inverdep SpA, pero el ciudadano italiano sí apareció ligado a Rangers: entre 2012 y 2013 figuró como acreedor de un préstamo a ese club por $588 millones.

Consultado sobre su rol en San Luis, Ricardo Pini declaró, vía WhatsApp: “Los edictos (las publicaciones en el Diario Oficial) solo dan cuenta de algunos antecedentes de la operación. Ni mi hermano (Sebastián) ni yo tenemos propiedad directa o indirecta, en nombre propio o a través de sociedades sobre San Luis de Quillota. Este edicto de 2019 solo da cuenta de la compra de una sociedad que en su momento no tenía propiedad en clubes. Luego cambió accionariamente y desde hace tiempo que ni mi hermano ni yo tenemos propiedad en San Luis ni en sus sociedades controlantes”.

“Nunca tuve”.

“Como ya te escribí antes, ninguna sociedad mía al momento de la compra del club participó. Luego, hay información que no me corresponde darte”.

“No es mi socio, no tenemos ninguna relación especial. Carlo Rovegno se dedica, entre otras cosas, a la actividad financiera”.