Un fenómeno para observar con lupa: las apuestas invaden el fútbol chileno
Once clubes de Primera División están auspiciados por casas de apuestas y hasta un torneo de la ANFP lleva el nombre de una de ellas. Un proyecto de ley de Hacienda intentará que los millones que mueve el juego on-line por lo menos pague impuestos. Después, la línea entre lo legal y lo ilegal se vuelve difusa. La cara más oscura es el arreglo de resultados.
“Hace cinco años la mafia asiática está tratando de entrar en Chile y Argentina”, advierte Declan Hill, investigador y autor de “Juego sucio. Fútbol y crimen organizado”. El Sifup cuenta con la aplicación “Red Button” para denuncias y la ANFP envía casos sospechosos a la FIFA.
“El problema no son las casas de apuestas sino las casas de apuestas ilegales. En la mayoría de las ligas de fútbol (no estoy seguro acerca de Chile) no se intenta separar una casa de apuestas legal que paga impuestos de una ilegal. Los equipos y las ligas simplemente están agarrando el dinero sin hacer la distinción. Esto es un pacto faustiano. Terminará mal”, advierte Hill.

“Me dijo que debería conceder penales y regalar goles”.
La frase es parte de la confesión del defensa keniano George Owino, sancionado en 2019 con 10 años de prohibición de trabajar en toda actividad ligada al fútbol a causa de uno de los escándalos de arreglo de resultados de partidos que terminó con una decena de personas castigadas de por vida.
El zaguero africano ganaba poco dinero en su club, y al poco tiempo de debutar en 2005 por la selección de Kenia, lo contactó por Facebook un presunto representante de jugadores. Owino pensó que era su oportunidad para partir al extranjero, pero el negocio que le propuso un sujeto nacido en Singapur llamado Wilson Raj Perumal fue otro: arreglar partidos.
El caso de Wilson Raj Perumal y su mafia de las apuestas destapó una cloaca: el rufián hizo negocios en más de 100 juegos de eliminatorias, JJ.OO, mundial femenino, Copa de África y un sinfín de amistosos. Sobornando futbolistas y árbitros, su empresa criminal facturó más de cinco millones de dólares en dos décadas. Una vez atrapado, se convirtió en aliado de la Interpol y escribió un libro.
La historia de Owino y Perumal es el lado más oscuro del mundillo de las apuestas, un riesgo que acecha a futbolistas de países y divisiones más vulnerables, por bajos controles, nulas regulaciones y penosos salarios.
Esta semana, de hecho, el sindicato internacional de futbolistas profesionales (Fifpro) inició su campaña mundial para promocionar la aplicación de smartphones “Red Button”, creada para denunciar de modo anónimo intentos de arreglo de partidos.
En Chile, el Sifup tiene la aplicación disponible desde 2021. Hasta ahora ningún jugador la ha activado. Es difícil que lo hagan, confiesan, porque el temor puede más. Ni siquiera ocurrió con los casos en Segunda División denunciados por el canal La Red que llegaron a la Fiscalía de Alta Complejidad, investigación que, para peor, se diluyó.
“El caso ya no está en la fiscalía de alta complejidad, sino que en la fiscalía local. Y pasa que si un fiscal de alta complejidad tiene 70 casos que investigar, uno de fiscalía local tiene 700. La posibilidad de lograr avances en las pesquisas se reduce. Hay menos tiempo y menos recursos para investigar”, grafica un miembro de Ministerio Público.

La casa de apuestas Betsson es el auspiciador de la ANFP: el torneo de ascenso lleva su nombre y también es socio comercial de la selección chilena. Foto: ANFP
La ANFP, en tanto, envió los casos a la FIFA, cuya agencia investigadora no encontró pruebas suficientes, por ejemplo, en los videos de los partidos analizados. “Mientras más cámaras de TV graben un partido, más pruebas hay, pero en Segunda División no ocurre eso”, explican.
Si el negocio de las apuestas es tan lucrativo se debe a que existe un enorme mercado de apostadores.
“Los arreglos de resultados han existido desde los juegos de Atenas, pero hoy el mercado de las apuestas ilegales crece de manera exponencial y es una verdadera pesadilla. Es la globalización de arreglo. Ya está en más de 60 países y en Latinoamérica teje su red en Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay o Colombia. Mis fuentes me dicen que hace 5 años la mafia asiática ha estado tratando de entrar a Chile”, comenta Declan Hill, investigador canadiense autor del libro “Jugo sucio. Fútbol y crimen organizado”.
CASAS DE APUESTAS
Otro fenómeno prolifera como nunca en Chile: las casas de apuestas como sponsors. En el último duelo entre Universidad de Chile y La Calera, por ejemplo, contando publicidad en la ropa de los futbolistas y en los letreros estáticos al borde la cancha, se llegaron a sumar nueve casas de apuestas distintas.
Once equipos de Primera División reciben millones por auspicios en sus camisetas: Betano en la U y La Serena, Betsson en Colo Colo y negocios digitales con la ANFP (en la Roja y el campeonato de la B que lleva su nombre), Betway en la polera de Ñublense, Coquimbo, Audax, Everton y La Calera, Palestino tiene a BetsAmérica007, Curicó a Juega en Línea y Huachipato a Coolbet.
Según reportó la BBC, en 2020 Betway fue multada en Reino Unido con once millones de euros por faltas en la protección al cliente y transacciones sospechosas de lavado de dinero.
La regulación es muy escasa. Algunas casas de apuestas tienen sedes en lugares como Chipre o Malta. En 2016, Colombia bloqueó a todas las que operaban sin autorización oficial luego de atrapar a una banda de apuestas electrónicas liderada por un italiano que arreglaba partidos.
“A los árbitros les hemos dicho que denuncien por medio de nosotros. Pero aún no hay una prueba fehaciente de que eso esté ocurriendo”, explicó entonces Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
“Juegan de todo: desde un marcador local hasta cómo iba a quedar el partido del 10 de noviembre entre Chile y Colombia, de las eliminatorias para el Mundial de Rusia. La ilegalidad es muy alta. Todos los que están operando están por fuera de la ley y evadiendo impuestos”, dijo Juan Pérez Hidalgo, presidente de Coljuegos, administradora del monopolio de juegos de azar de Colombia.
Regular los juegos on-line. Presentar proyecto de ley que regule el desarrollo de los juegos de azar en línea en el país, los que hoy no pagan impuestos, incluyendo apuestas deportivas en línea, juegos de casino en línea y otros juegos con apuestas. Ello, con el objeto de generar un mercado competitivo, resguardar la fe pública, proteger la salud y la seguridad de los jugadores, aumentar la recaudación fiscal y transparentar los orígenes y el destino de los recursos obtenidos a través de esta plataforma fue el Anuncio del ministerio de Haciendaen enero de 2021
"Es un tema difícil porque hasta le fecha resulta casi imposible obtener elementos probatorios. Además, el fútbol periódicamente presenta casos naturalmente raros por los resultados y eso ocurrió siempre, diría que desde su nacimiento hubo resultados que no reflejan en nada la diferencia entre uno y otro equipo", opina una alta fuente de la Comisión de Árbitros de la ANFP.
En Chile, en enero de 2021, el Ministerio de Hacienda anunció un proyecto de ley para regular “los juegos de azar en línea, los que hoy no pagan impuestos, incluyendo apuestas deportivas en línea, juegos de casino en línea y otros juegos con apuestas. Ello, con el objeto de generar un mercado competitivo, resguardar la fe pública, proteger la salud y la seguridad de los jugadores, aumentar la recaudación fiscal y transparentar los orígenes y el destino de los recursos obtenidos a través de esta plataforma”
El proyecto no ha sido ingresado.
Michael Clark, presidente la U, abordó el millonario contrato con Betano en estas páginas, consultado si la Universidad de Chile aprobó el negocio con la casa de apuestas.
“Betano es una empresa internacional con presencia en todo el mundo, que es auspiciador de importantes clubes. Yo creo que aquí hay una intención muy seria de algunas personas en criticar y denostar todo lo que hacemos, e intentar poner a la casa de estudios en contra del club. Pero este contrato es similar al que poseen clubes como el Real Madrid, Barcelona, el Leeds de Marcelo Bielsa y el PSG, por citar solo algunos equipos. Y el contrato, en sí mismo, más que duplica el contrato de auspiciador principal que teníamos anteriormente, lo que nos ayudará a poder llevar adelante el ambicioso plan de inversiones que tenemos”, dijo.
Declan Hill hace una distinción. “El problema no son las casas de apuestas sino las casas de apuestas ilegales. En la mayoría de las ligas de fútbol (no estoy seguro acerca de Chile) no se intenta separar una casa de apuestas legal que paga impuestos de una ilegal. Los equipos y las ligas simplemente están agarrando el dinero sin hacer la distinción. Esto es un pacto faustiano. Terminará mal”, advierte.
“Terminará mal —cierra Hill— porque el juego tiene la capacidad de contaminar todo lo que toca. En el Reino Unido, los jóvenes han cambiado gradualmente la forma en que ven el fútbol. Ya no se trata de deporte, sino de 'juego'... así que ven partidos de fútbol como ven carreras de caballos. Se ha convertido en un vehículo para el juego”.

Antonio Valencia
es redactor de Deportes El Mercurio.